Las niñas a la edad de seis años ya empiezan a creer que son menos capaces y que tienen menos talento que los niños, según un estudio realizado por la revista Science. Debido a este pensamiento, desde muy pequeñas las niñas limitan de forma inconsciente su ambición académica y profesional y esto provoca que sus desarrollo sea mucho menos prometedor que el de sus compañeros.
El déficit de mujeres en el mundo de la ciencia es un problema que, según este estudio, se gesta desde el origen, ya que las niñas descartan muy pronto carreras relacionadas con los perfiles STEM (ciencias, matemáticas, ingenería y tecnología) y las empresas señalan la dificultad que tienen para encontrar a mujeres con estas competencias en el mercado laboral. Recientemente, Lupina Iturriaga, CEO de Fintonic, confesaba en unas jornadas divulgativas que, a pesar de buscar activamente mujeres para trabajar en su empresa, la tarea es muy difícil. «Encontrar a mujeres especializadas en competencias STEM es una tarea casi imposible», afirmó.
El estudio de la revista americana consta de dos partes. En la primera un grupo de niños escucharon una historia sobre una persona que era «muy, muy inteligente» y se les pidió que entre cuatro fotografías, dos de hombres y dos de mujeres de la misma edad y vestidos profesionalmente, identificasen a la persona de la historia.
A la edad de cinco años, los niños tendían a asociar la brillantez con su mismo género y, de esta forma, la mayoría de las niñas eligieron a las mujeres y los niños, a los hombres. Pero cuando este mismo experimento se hizo con niños más mayores, se observó que su decisión empezaba a estar influida por los estereotipos de género. Según el estudio, los niños de 6 y 7 años eran “significativamente menos propensos a elegir a las mujeres”.
En la segunda parte del estudio, se invitó a los niños a elegir entre dos juegos, uno para niños “muy, muy inteligentes” y otro para niños “que quieren esforzarse mucho”. La mayoría de los niños de 5 años se apuntaron al juego para los inteligentes, pero en los de un curso superior el curso la dinámica cambió. Entre los niños de 6 y 7 años, las niñas estuvieron más predispuestas a optar por la actividad de «quienes quieren esforzarse mucho».
Estos resultados demostraron a los investigadores que las niñas empezaban a mostrarse más tímidas o reacias a creer en sus capacidades, lo que en el futuro se traduce en que sus aspiraciones y sus carreras sean menos ambiciosas. Tal y como aseguran los autores del estudio “estos estereotipos desalientan a las mujeres en la búsqueda de carreras prestigiosas, es decir, las mujeres están subrepresentadas en los campos cuyos miembros aprecian la brillantez».
Rebecca S. Bigler, profesora de psicología en la Universidad de Austin, señala que, «estos estereotipos empiezan a desarrollarse en las primeras etapas del colegio, cuando los alumnos estudian a científicos famosos, compositores o escritores, y ven como todos los ‘genios de la historia’ son únicamente hombres». En este contexto, la profesora destacó la importancia de combinar este conocimiento con información acerca de la discriminación por género.