Los avances tecnológicos han abierto el camino a toda una transformación de la industria del automóvil. Todos los grandes fabricantes de automóviles están concentrando sus esfuerzos de investigación y desarrollo en el impulso de la conducción autónoma. A ellos se han unido, además, las compañías tecnológicas como Apple, Google, Samsung, Amazon, Intel y Uber. Según Steven Bocamazo, director asociado de investigación de crédito de Loomis Sayles, la industria automotriz mundial está en el precipicio de su mayor transformación tecnológica desde su nacimiento hace más de 100 años con los vehículos eléctricos y autónomos como epicentro de esa revolución.
En este sentido se encuadran las recientes adquisiciones de tecnológicas por parte de fabricantes automóviles al tiempo que grandes empresas multinacionales como Intel y Samsung, que anteriormente no tenían presencia importante en la base de proveedores de autos, han adquirido o pronto cerrarán operaciones corporativas con proveedores de tecnologías clave para el desarrollo de la conducción autónoma.
Si bien actualmente existe un número cada vez mayor de modelos eléctricos, su tasa de penetración es todavía pequeña, especialmente en EE.UU., debido a su elevado precio. En opinión de Bocamazo, “la tasa de ventas de vehículos eléctricos se acelerará en la próxima década, especialmente en China y Europa, dadas las normas cada vez más estrictas de emisiones contaminantes. Además, la introducción de vehículos autónomos, la mayoría de los cuales también es probable que sean eléctricos, contribuirá a una flota mundial menos dependiente de los motores de combustión interna.
Innovación y disrupción
El aumento de las plataformas de conducción colaborativa como Uber también puede plantear futuros desafíos y oportunidades para la industria de automoción. En la actualidad, es evidente que el aumento del uso compartido ha tenido un impacto negativo en la demanda de servicios tradicionales de taxis y limusinas, pero no tanto para la industria automotriz dado el continuo incremento de las ventas de vehículos. “Si el transporte compartido se convierte en un servicio omnipresente, como se espera, podría reducir significativamente la demanda de vehículos privados, particularmente en áreas urbanas compactas donde el coste de propiedad de los vehículos personales es alto. En un esfuerzo por participar en este fenómeno, los fabricantes de automóviles están entrando en alianzas con Uber y Lyft en el desarrollo del vehículo autónomo. General Motors ha llegado incluso a adquirir una participación en Lyft”, explica el experto.
Los vehículos autónomos están siendo testados en áreas controladas y en carreteras abiertas, pero, además de probar la tecnología, los principales retos están en materia de seguros, infraestructura y regulación. “Estos asuntos deberían abordarse antes de que los vehículos autónomos se conviertan en algo común en nuestras carreteras. No hay duda de que serán una realidad en tres o cuatro años, aunque el despliegue será lento y controlado”, afirma Bocamazo.
Perspectivas de la industria
La industria automotriz mundial completó un año exitoso en 2016, impulsado por unas sólidas ventas en EE.UU., China y Europa Occidental. Sin embargo, Latinoamérica y Rusia continuaron registrando cifras de ventas débiles debido a las dificultades macroeconómicas. “Si bien esperamos un crecimiento continuo de las ventas mundiales en 2017, los fundamentales se están debilitando en dos de los mercados más importantes: EE.UU. y China”.
Un mercado maduro, una base de clientes amplia y una creciente población de conductores hacen de los Estados Unidos un mercado muy deseable para la industria de automoción. “Los clientes estadounidenses siempre han tenido una mayor afinidad por camiones y vehículos deportivos más caros que sus compatriotas en otras partes del mundo. La reducción de los precios del gas y las condiciones de financiación más sencillas en los últimos años sólo han acelerado esta tendencia. Dicho esto, ahora somos de la opinión de que el mercado estadounidense ha llegado a una etapa de estancamiento”, añade el experto.
La urbanización, las tecnologías revolucionarias y la reducción de las emisiones de carbono para combatir el cambio climático se encuentran entre las megatendencias mundiales en curso que hoy creemos tienen grandes implicaciones para la industria automotriz. En opinión de Jen Peers, director de inversiones sostenibles de Miroval, una de las principales tendencias que hemos visto en el siglo XXI es la urbanización. “Ya tenemos más de la mitad de la población mundial viviendo en ciudades, y eso va a continuar. Para 2030, las Naciones Unidas calculan que casi dos tercios de la población mundial vivirá en ciudades. Esto significa pensar en el transporte de una forma diferente”.
Los jóvenes, por ejemplo, ya no compran tantos coches como antes y optan por plataformas de transporte compartido. La industria se verá obligada a repensar su modelo de negocio. “Un escenario sería que los fabricantes de automóviles puedan convertirse en propietarios del coche, y Uber u otras empresas de viaje compartido podrían muy bien ser los operadores de todo el sistema. Los individuos no serían dueños de un automóvil, pero podrían usar su dispositivo móvil para solicitar cualquier modelo de coche que prefieran usar”, argumenta Peers.
Innovación en vehículos eléctricos y autónomos
Todavía hay muchas personas que no son capaces de visualizar el concepto de conducción autónoma, pero a juicio de Peers, “esta realidad está cada vez más cercana”. “Hablando con los fabricantes de automóviles y analizando el volumen de inversión en la tecnología sin conductor, nuestros analistas de investigación creen que es muy probable que en 10 años o menos, muchos de los nuevos coches serán modelos autónomos”.
Otra tecnología de bajas emisiones en la que están trabajando en la actualidad los grandes fabricantes de automóviles como Ford, Honda y Daimler (Mercedes Benz), es el hidrógeno. “Esta versión del vehículo eléctrico ofrece el mismo rendimiento y beneficios ambientales que los vehículos eléctricos con pilas. Además, las estaciones de recarga de hidrógeno podrían incorporarse a nuestras estaciones de servicio actuales. Eso sí, las gasolineras tendrían que realizar importantes inversiones”.
Oportunidades sostenibles
Los desarrolladores de tecnologías limpias y eficientes diseñadas para optimizar los vehículos -desde el almacenamiento de energía a sensores que reconocen las condiciones de la carretera y los obstáculos- o los proveedores de materiales más ligeros que ayudan a construir coches más eficientes en términos energéticos son ejemplos de oportunidades sostenibles que pueden ofrecer potencial de crecimiento a largo plazo.
Además, al analizar la tendencia de la urbanización y la necesidad de adaptar y crear ciudades y edificios sostenibles, podemos identificar muchas otras oportunidades. La lista incluye empresas que se dedican a la infraestructura y la ingeniería de transporte público, soluciones energéticamente eficientes para edificios, nuevas tecnologías para semáforos, etc.