El número de viajes que realizaron los residentes en España en 2017 se incrementó un 6,5% en relación con 2016, la mitad de ellos por vacaciones y ocio, según la encuesta Familitur que difundió el Instituto Nacional de Estadística (INE) el pasado abril. En total, el año pasado hubo 193,7 millones de viajes frente a los 182 millones de 2016. De la encuesta se desprende que nueve de cada diez de estos viajes se realizan a destinos internos y el resto, al extranjero.
Otro estudio, en este caso el Barómetro de Tarjetas de Mastercard, señala, por su parte, que en los desplazamientos el efectivo es el medio de pago favorito de los españoles. Ante estos datos, “una buena alternativa para disponer de liquidez cuando se viaja al extranjero es llevar oro físico de inversión en forma de monedas y/o lingotes”, según recomienda Tomás Epeldegui, director en España de Degussa. Aunque para viajar, Epeldegui recomienda “llevar piezas pequeñas para poder guardarlas mejor e irlas usando según las vayamos necesitando”.
Para quienes opten por esta modalidad de efectivo en sus viajes, el director de Degussa ofrece una serie de consejos (a tener en cuenta también cuando se traspasen aduanas con dinero):
–Conocer la normativa de los países de origen y destino. Es muy importante saber cuáles son las leyes monetarias tanto del país de origen como el de destino para ahorrar problemas y sorpresas.
–Unión Europea: Según la normativa europea, al entrar o salir de la UE se puede llevar en efectivo hasta 10.000 euros (o su equivalente en otras divisas o activos, en este caso el oro) sin necesidad de declararlos. Los importes iguales o que superen esta cifra deben declararse a las autoridades aduaneras. Algunos Estados miembros también controlan el dinero en efectivo que llevan las personas que viajan entre países de la UE.
–Estados Unidos: Existe la obligación de declarar a las autoridades aduaneras que se introduce o extrae del territorio nacional cantidades en efectivo superiores a 10.000 dólares americanos. Si se lleva oro, lo conveniente es tener las facturas de compra, y ante cualquier inconveniente poder demostrar el valor del metal.
–Transporte. Es básico guardar el oro, tanto monedas y lingotes como joyas, con seguridad y repartirlo entre la ropa y los bolsos de mano, teniéndolo vigilado en todo momento para evitar robos. Si le revisan el equipaje, exija estar siempre presente cuando lo hagan los agentes de aduanas.
–Seguro: Conviene contratar un seguro de viajeros que cubra robos.
Por otra parte, si en vacaciones se quieren dejar las joyas o el oro físico de inversión que se tengan en casa protegidos, siempre se puede alquilar una caja de seguridad donde guardarlos.