La desaceleración económica, el descenso de las exportaciones y los mayores riesgos de deuda a futuro son tres de los factores que marcan el devenir de las empresas españolas en 2019.
El nuevo Informe Europeo de Pagos elaborado por Intrum apunta que el 44% de las empresas españolas encuestadas ve posible que se produzca una recesión en los próximos cinco años. Sin embargo, esta cifra es nueve puntos menor que el promedio europeo (53%) y sitúa a España entre los cinco países más optimistas frente a la idea de una recesión, en línea con Francia.
Entre las casi 12.000 organizaciones entrevistadas en 29 países, las más positivas son las austriacas, ya que el 23% de las empresas de esa nacionalidad no prevé una recesión en los próximos cinco años. En el extremo opuesto se encuentra Grecia, donde el 93% de las compañías está preocupada por la recesión económica, bien porque considere que su país ya está inmerso en ese proceso, o bien porque cree que lo estará en los próximos años.
En la misma línea se encuentran las empresas italianas (84%), especialmente después de que, según el Instituto Nacional de Estadística (Istat), en enero de 2019 el país entrase oficialmente en recesión por tercera vez. Una situación, que, a pesar de haber sido ya superada por Portugal, continua sin calar en las empresas lusas, pues 8 de cada 10 siguen pensando que habrá una recesión a corto plazo.
En el ámbito nacional, las compañías gallegas (52%), las castellano y leonesas (52%) y las madrileñas (51%) son las que actualmente tienen peores previsiones sobre la situación económica del país, en línea con la media europea (53%), ya que más de la mitad de sus empresas cree que habrá una recesión antes de 2024.
En lado opuesto, las compañías más optimistas son las manchegas, donde apenas un 29% de los empresarios ve factible una recesión en cinco años, seguidas de las andaluzas, vascas y catalanas, con un 38%.
¿Cómo reaccionan los empresarios ante esta situación?
Intrum también ha querido conocer cómo reaccionan las empresas ante la ralentización de la economía en la eurozona y qué medidas de protección emplean para mantener su competitividad en el mercado.
Para afrontar esta incertidumbre, tanto las empresas españolas como las europeas prefieren, en primer lugar, establecer un plan de reducción de costes. Mientras el 45% de las compañías europeas escoge esta medida, en España el 38% elige esta opción.
Por lo que respecta a las regiones españolas, Castilla-La Mancha es la comunidad más partidaria de realizar recortes. Según este estudio, el 84% de las empresas manchegas opta por ello, seguida de las murcianas (56%) y las madrileñas (49%). Unas cifras que contrastan con el 23% de las compañías de País Vasco que aplicaría recortes para afrontar una recesión o el 26% de las de Castilla y León.
No obstante, la bajada de costes no siempre va unida a un descenso de la contratación de nuevos empleados. En España, sólo el 12% de las organizaciones planea reaccionar a la desaceleración económica con una caída de las contrataciones. Porcentaje muy en línea con todas las comunidades autónomas, excepto Andalucía que registra un 25%.
Cautela y protección ante impagos, claves ante una desaceleración
La precaución a la hora de endeudarse es una de las máximas que adoptan 3 de cada 10 empresas españolas para prevenir su negocio de la desaceleración económica, mientras que en Europa recurre a ella el 36% de las organizaciones. No obstante, para asegurar su futuro, según refleja el Informe de Pagos de Intrum, las compañías españolas no solo eligen la prevención, también aseguran el pago de sus clientes. Máxime cuando, en el último año, las pérdidas por impago han aumentado un 1% en las organizaciones españolas hasta alcanzar el 1,7% de sus ingresos anuales.
Por comunidades autónomas, Aragón encabeza el ranking de pérdidas por impagos, con un 3% de sus ingresos, más de un punto por encima de Madrid (1,9%) y Cataluña (1,7%).
Las compañías españolas que obtienen menos pérdidas por impagos son las murcianas, a quienes sólo les supone un 0,7% de sus ingresos. Buenos resultados también para las organizaciones ubicadas en País Vasco, Castilla y León y Galicia (1,3%), con pérdidas cuatro décimas por debajo de la media española.
En cuanto a las medidas para evitar pérdidas, solo 2 de cada 10 empresas españolas toman medidas para garantizar los pagos de sus clientes y así salvaguardar su negocio de una posible crisis financiera. En este sentido, las empresas madrileñas son las que más apuestan por asegurar los pagos. Un 32% de las encuestadas asevera optar por esta solución, a la que siguen las andaluzas (25%) y las aragonesas (21%).
Ocho puntos por encima (28%) se sitúa el promedio europeo de organizaciones que aplica medidas de protección, sobre todo, en países como Grecia, inmerso en una situación económica complicada, donde más de la mitad (51%) de sus empresas desarrolla estrategias para que sus clientes les garanticen los pagos.
El ejemplo a seguir en esta materia es, sin duda, Rumanía: el 55% de sus empresas intenta asegurar los pagos de sus clientes para mantener su negocio a flote ante un posible decrecimiento económico.
Incrementar las ventas, una salida para el 16% de las compañías españolas
Otro aspecto que ha querido analizar Intrum es el porcentaje de empresas que buscan ser competentes en un mercado debilitado incrementando sus ventas. Una fórmula en la que se encuentran diferencias entre la media europea y España, pues el 29% de las empresas europeas plantea afrontar una posible recesión de este modo, en contraste con el 16% de las compañías españolas.
De hecho, solo 10 de las 17 comunidades autónomas encuestadas hacen referencia a las ventas como solución para hacer prosperar su negocio ante una recesión. De ellas, las compañías aragonesas (31%) y catalanas (27%) son las más propensas a reaccionar a las dificultades intentando aumentar sus ventas, frente al 5% de las castellano y leonesas o el 8% de las manchegas.