BBVA se ha unido a la Alianza de CEOs Líderes por el Clima del World Economic Forum (WEF) que, en una carta hecha pública, reclama al G7 y a otros líderes mundiales que apuesten por una transición justa. Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, ha firmado, junto a otros 78 CEOs o presidentes de grandes compañías mundiales, una declaración cuyo objetivo es impulsar la contribución del sector privado en la lucha contra el cambio climático.
Según explican desde la entidad, esta alianza de líderes empresariales por el clima es la comunidad global de presidentes y CEOs más grande del mundo, comprometidos con la acción climática. BBVA es el único banco español adherido a este grupo que cuenta con otras entidades financieras internacionales como HSBC, Barclays, UBS, Bank of America y Standard Chartered Bank. La declaración se ha hecho pública un día antes del inicio de la cumbre del G7 que tendrá lugar en Carbis Bay (Reino Unido).
La alianza insta a los gobiernos a acelerar la transición antes de la reunión de la COP 26 —que tendrá lugar en Glasgow en noviembre— y pide a los líderes mundiales la implementación de una serie de medidas. Entre ellas, lograr el compromiso de las grandes instituciones financieras para que tengan en cuenta consideraciones con fundamento científico en sus carteras de inversión; obligar a todas las empresas a establecer objetivos fiables de descarbonización; informar sobre la totalidad de sus emisiones en todos los ámbitos aplicando normas homogéneas e informar sobre los riesgos y oportunidades relacionados con el clima; eliminar los subsidios a los combustibles fósiles y recortar aranceles sobre bienes climáticamente beneficiosos; e implantar baterías de incentivos específicos por sector. En el caso del sector financiero, los presidentes y CEOs firmantes reclaman el impulso de las finanzas verdes (mediante políticas fiscales y/o monetarias) y los mecanismos de transferencia de riesgos derivados del cambio climático.
“Descarbonizar la economía a la velocidad y la escala necesarias para alcanzar la neutralidad en 2050 como muy tarde es imposible sin un cambio inmediato y transformador de las políticas”, reconoce la declaración.
Trabajar por un futuro sostenible y próspero
La carta destaca que muchas empresas están dando un paso al frente dada la “imperiosa necesidad de pasar a la acción”, ante el cambio climático. “Al menos una de cada cinco de las 2.000 mayores empresas cotizadas del mundo se ha comprometido a cumplir los objetivos de emisiones netas cero para mediados de siglo o antes. Y el número crece a gran velocidad”, recoge la carta.
Sin obviar “la envergadura de los retos” a los que se enfrentan, los miembros de esta alianza están convencidos de que se puede llevar a cabo una transición justa hacia un mundo de cero emisiones netas de carbono. “La transición tiene potencial para generar prosperidad a través del crecimiento y la creación de puestos de trabajo verdes que nos permita avanzar en una senda de equidad”. En este sentido, avisan, “la no adopción de acciones de mitigación contra el cambio climático puede suponer una contracción del PIB global del 18% en los próximos 30 años».
Además, se insta a dar un impulso político transformador para alcanzar la descarbonización. “Los gobiernos también están empezando a moverse”, afirma la carta. Los países responsables de más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero ya se han comprometido con una serie de objetivos para alcanzar un horizonte de emisiones netas cero de aquí a mitad de siglo. “Ahora es el momento de traducir estos compromisos en acciones, especialmente a corto plazo. Porque las iniciativas de los gobiernos pueden acelerar aún más las acciones de las empresas”, concluye la carta.
Sobre la Alianza de CEOs Líderes para el Clima
La Alliance of CEO Climate Leaders del World Economic Forum (WEF) se reúne dos veces al año para intercambiar ideas y mejores prácticas y generar consenso. Es una comunidad abierta a empresas de cualquier país y sector de actividad. Su objetivo es impulsar el cambio en todas las cadenas de suministro. Las compañías de esta alianza emplean a 7 millones de personas en 21 países, representan 6 billones de dólares en capitalización de mercado y presentan 2,4 billones de dólares en ventas anuales, una cifra mayor que el PIB de Italia (2 billones de dólares) y casi del mismo tamaño que el PIB de Francia (2,7 billones de dólares).