BBVA refuerza su compromiso con el medioambiente publicando, por tercer año, el informe del Grupo de Trabajo de Divulgaciones Financieras sobre el Clima (TCFD, en sus siglas en inglés). Se trata de un informe que muestra la actividad de BBVA en materia medioambiental y que incorpora información relativa a los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático.
“El proceso de descarbonización de la economía es quizá la disrupción más relevante de la historia. Tenemos 30 años para lograr que la sociedad funcione sin emisiones de gases de efecto invernadero, un enorme reto que exige cambios drásticos en nuestros hábitos y comportamientos pero también una enorme fuente de oportunidades“, ha destacado el presidente de BBVA, Carlos Torres Vila.
BBVA está alineado con las recomendaciones de diferentes organismos internacionales en materia de ‘reporting’ e información no financiera. El estándar TCFD, promovido por el Consejo de Estabilidad Financiera desde 2015, recomienda a las entidades que definan el nivel de resistencia de sus estrategias frente a los riesgos (físicos y de transición), así como las oportunidades relacionadas con el clima. Asimismo, el banco plasma sus progresos en el modelo de gobierno, los avances de su estrategia, su capacidad de gestionar riesgos y las métricas relacionadas con el cambio climático.
Modelo de gobierno: nueva área de negocio global de Sostenibilidad
BBVA incorpora la sostenibilidad como una de sus prioridades estratégicas, y la incluye en el día a día tanto en la relación con sus clientes como en los procesos internos. Durante 2021, la entidad dio un nuevo impulso a su estrategia al elevar la sostenibilidad al máximo nivel ejecutivo de la organización, creando el área de negocio global de Sostenibilidad con la aspiración de convertirse en el banco de referencia en esta materia.
Esta área se encarga de diseñar la agenda estratégica de sostenibilidad, definir e impulsar las líneas de trabajo de las diferentes unidades globales de transformación; y desarrollar nuevos productos sostenibles. Adicionalmente, BBVA ha establecido una red de expertos en diferentes áreas del grupo que se encargan de generar conocimiento en materia de sostenibilidad en los grupos destinados al asesoramiento de clientes.
Gestión de riesgos y taxonomía interna
BBVA analiza y gestiona los riesgos y oportunidades asociados al cambio climático que tienen impacto sobre su negocio. Para reducir los impactos negativos, el banco hace una clasificación entre riesgos físicos, que son consecuencia directa del cambio climático y pueden originarse por fenómenos meteorológicos extremos o por cambios climatológicos; y de transición, vinculados con la transición a una economía baja en carbono (y que implican cambios en la legislación, el mercado, la tecnología y los consumidores).
Además, ha desarrollado una metodología con el objeto de clasificar los sectores en función de su sensibilidad a este tipo de riesgos. Adicionalmente, se identifican las métricas a nivel cliente que permiten valorar su vulnerabilidad e integrar este aspecto en las decisiones de riesgo y de acompañamiento a los clientes.
Impacto en el clima de la actividad de BBVA
El informe TCFD incluye, también, el impacto de la actividad de BBVA en el clima. Desde 2020, la entidad es neutra en emisiones netas de gases de efecto invernadero por su actividad directa (esto es, por su operaciones propias como el uso de electricidad en las oficinas), y se ha comprometido a que su actividad indirecta (esto es, por las operaciones de sus clientes de crédito y de inversión) también lo sea en 2050.
En 2021, el banco ha logrado reducir un 67,5% sus emisiones directas de CO2 en todo el mundo con respecto a 2015, muy cerca del objetivo del 68% marcado para 2025. Además, el 79% del consumo de energía en las instalaciones de BBVA en todo el mundo es de origen renovable en 2021, superando el objetivo del 70% establecido en su Compromiso 2025 sobre impactos ambientales directos.
La huella ambiental por empleado de BBVA también presenta unos datos muy positivos con respecto al año base 2019 (tomado como referencia ya que los datos de 2020 están desvirtuados por el efecto de la pandemia), con reducciones del 54% en emisiones de alcance 1 y 2, según el método market based —basado en el mercado y que depende del tipo de electricidad adquirida—.
Asimismo, en 2021 se redujo, por empleado, un 14% tanto el consumo global de energía como de electricidad, un 5% el consumo de agua y un 32% el de papel. Respecto a la transición hacia la economía circular, los residuos netos por empleado disminuyeron un 52% en 2021 respecto a 2019.
En 2021 BBVA ha publicado su compromiso con su impacto indirecto mediante su incorporación a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés). Los bancos de esta alianza internacional se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite, en línea con la ciencia y los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París.
En línea con este compromiso, en 2021 BBVA se ha comprometido a reducir a cero la exposición a actividades relacionadas con el carbón antes de 2030 en los países desarrollados y antes de 2040 en el resto.
En ese mismo año, BBVA anuncia que duplica hasta los 200.000 millones de euros la financiación destinada a actividades sostenibles. Desde su aprobación en 2018 hasta 2021 el banco ha canalizado un total de 85.817 millones de euros, un 43% del objetivo fijado en su Compromiso 2025. Concretamente, en 2021 se canalizaron 35.337 millones de euros, de los cuales el 87% va destinado al cambio climático y el 13% a crecimiento inclusivo.
Reflejo del compromiso de BBVA con la sostenibilidad es haber alcanzado, en 2021, la primera posición en el Dow Jones Sustainability Index (DJSI), obteniendo la nota más alta entre las entidades bancarias junto al banco surcoreano KB Financial Group.
La entidad es consciente del destacado papel de la banca en la transición hacia un mundo más sostenible a través de su actividad financiera, y en línea con este compromiso, se ha adherido a los Principios de Banca Responsable promovidos por la ONU, el Compromiso de Katowice y el Compromiso Colectivo de Acción Climática.
Compromiso con la transparencia
BBVA ha asumido el compromiso de divulgar de manera consistente, fiable y estandarizada los aspectos esenciales en materia ESG (materia medioambiental, social y de gobierno) relacionados con su negocio.
Entre los diferentes estándares existentes, BBVA incluye su información no financiera en el Estado de Información No Financiera (EINF) correspondiente al ejercicio 2021, de acuerdo con la guía Global Reporting Initiative (GRI). Adicionalmente y de forma voluntaria, BBVA ha publicado, por primera vez, los progresos en materia de desgloses ESG, según dos métricas con gran reputación en el mercado:
WEF-IBC métricas core. BBVA ha sido una de las primeras entidades a nivel mundial en respaldar la iniciativa Measuring Stakeholder Capitalism del Consejo de Negocios Internacionales (IBC) del Foro Económico Mundial (WEF).
El Sustainability Accounting Standards Board establece normas para orientar a las empresas sobre la divulgación de información financiera relevante y consistente en términos de sostenibilidad.
No obstante, este año se ha dado un paso más en el compromiso por la mejora continua de la transparencia y, asumiendo la responsabilidad en materia ESG, también se han reportado el resto de métricas WEF-IBC y así como las normas SASB —Consumer Finance standards y SASB— Mortgage Finance standards, ofreciendo un reporte completo de ambas.
Cada vez son más las empresas que reportan su desempeño según estas dos métricas y BBVA seguirá trabajando en su compromiso con el objetivo de satisfacer las demandas de inversores reguladores, clientes y otros grupos de interés; para mantener o mejorar su desempeño en materia ESG.