La riqueza ha aumentado en el último año, según refleja el Informe Global de Riqueza de Credit Suisse en su edición correspondiente a 2022.
El informe destaca que España cuenta con alrededor del 2% de los millonarios del mundo (personas con más de 1 millón de dólares), un total de 1.132.000 adultos (17.000 menos que a final de 2020). Además, se estima que esta cifra crecerá un 25% para 2026 (hasta 1.415.000 adultos).
A finales de 2021, la riqueza por adulto se situó en 222.888 dólares en España y aumentó a una tasa media anual del 5,2% en nuestro país. En general, la desigualdad de la riqueza, reflejada en el coeficiente de Gini, aumentó en Italia y España de una media de 62,9 en el año 2000 a 68,2 en 2021.
La situación en España, Grecia e Italia
Después de China, Italia fue el primer país en sufrir un brote grave de COVID-19 ya en el mes de marzo de 2020. En España golpeó con fuerza poco después, mientras que Grecia se vio afectada algo más tarde. En términos de desempeño macroeconómico, el resultado fue una contracción similar de las tres economías en 2020: el PIB real cayó un 9,0% tanto en Grecia como en Italia, y un 10,8% en España. En 2021 se produjeron recuperaciones parciales, con un crecimiento del PIB del 8,3%, 6,6% y 5,1% en Grecia, Italia y España, respectivamente.
Según las últimas previsiones, el PIB de Italia y España debería recuperarse en 2022 hasta situarse en cifras similares a las de 2019. Se espera que Grecia experimente una mejora ligeramente superior y que en 2022 su PIB se sitúe en torno a un 2% por encima del nivel de 2019.
En los tres países, el impacto sobre el desempleo agregado fue insignificante, y solo España observó un aumento de la tasa de desempleo en 2019-20 (del 14,1% al 15,5%). La tasa media de desempleo en los tres países fue del 13,8%, tanto en 2019 como en 2020, y bajó hasta el 13,1% en 2021.
En un primer momento, la pandemia tuvo un efecto positivo sobre el ahorro de los hogares en estos países, a semejanza de lo ocurrido en Europa Occidental y América del Norte. En Italia, el ahorro bruto de los hogares se situó, de media, en el 17,4% del PIB en 2020, frente al 10,0% de 2019. En España, aumentó del 8,3% al 15,0%.
Grecia pasó de tener un desahorro del 3,8% a registrar un ahorro positivo del 2,8%. En 2021 solo se observó una pequeña caída del ahorro, que se situó en el 2,0% en Grecia y en el 15,2% en el caso de Italia (datos no disponibles para España). Estas tendencias reflejan una reducción del consumo en 2020, con una caída media del 10,2% y un repunte de la renta disponible en 2021 que elevó el ahorro a pesar del aumento del consumo, ya que este último se mantuvo por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Deuda, acciones, riqueza…
Al igual que en muchos otros países, el aumento del ahorro privado se ha visto reflejado en un aumento de la deuda pública. La ratio de deuda pública sobre el PIB creció de forma similar en Grecia, Italia y España, desde un promedio del 138,3% en 2019 hasta el 162,1% en 2020, un incremento superior a los registrados, por ejemplo, en Francia, Alemania o el Reino Unido. En 2021, este endeudamiento retrocedió en un 4,5% del PIB en Italia y un 13,0% en Grecia, al tiempo que se mantuvo sin apenas cambios en España.
En 2020, los precios de las acciones en Italia, Grecia y España cayeron una media del 10,6%. El resultado se revirtió en 2021: los mercados de valores subieron un 8,3% en España, un 10,5% en Grecia y un 22,6% en Italia, reflejando así las continuas bajadas de los tipos de interés en dichos países y una clara vuelta a la senda del crecimiento.
A finales de 2021, la riqueza por adulto se situó en 108.300 dólares en Grecia, 231.323 dólares en Italia y 222.888 dólares en España. Entre 2000 y 2021, la riqueza por adulto aumentó a una tasa media anual del 2,0% en Grecia, el 3,1% en Italia y el 5,2% en España, lo que amplió la desigualdad de la riqueza entre Grecia y los demás países.
En este siglo, en general, no se han producido cambios importantes en la composición de los activos de esos países. De media, los activos financieros en el año 2000 suponían el 37,7% de los activos brutos y el 36,7% en 2021. Es evidente que ha habido cambios a lo largo de los años, como la pérdida inicial de importancia relativa de los activos financieros debido al rápido aumento de los precios de la vivienda, que cayeron una media del 27,8% en los tres países en 2011, para después ir aumentando gradualmente. La ratio de deuda sobre los activos brutos aumentó en Grecia e Italia de una media del 5,3% en el año 2000 al 10,5% en 2021, si bien en España cayó del 11,3% al 9,3%. Estas ratios de endeudamiento pueden considerarse entre bajas y moderadas según los estándares internacionales.
Desigualdad de la riqueza
La desigualdad de la riqueza es algo menor en estos tres países que en los principales países del norte de Europa. Su coeficiente de Gini de concentración de la riqueza promedio en 2021 fue de 68,2 y el porcentaje en manos del 1% de los más ricos fue del 23,8%. En el caso de Francia, Alemania y Gran Bretaña, las medias correspondientes fueron de 73,2 y 25,0%, respectivamente. En general, la desigualdad de la riqueza, reflejada en el coeficiente de Gini, aumentó en Italia y España de una media de 62,9 en el año 2000 a 68,2 en 2021. Por el contrario, el Gini bajó ligeramente en Grecia, pasando de 69,2 a 68,2 en el mismo intervalo.
No obstante, en los tres países puede observarse una trayectoria común en forma de U tanto para el coeficiente de Gini como para el porcentaje de la riqueza en posesión del 1% de los más ricos durante el período 2000-21. La desigualdad disminuyó entre el año 2000 y el periodo comprendido entre 2008 y 2010, si bien volvió a aumentar a lo largo de 2021. Este patrón se corresponde, y en gran medida se explica, con la trayectoria temporal en forma de U de los activos financieros como porcentaje de la riqueza bruta.