Una empresa social es una empresa rentable que existe con el fin de generar un impacto positivo en la sociedad y en el planeta, que mide su impacto social, ambiental y económico, y que busca resultados positivos en las tres dimensiones.
Auara, en la lengua oficial de Etiopía, significa tormenta de arena que se produce en desiertos como el de Afar, el lugar más cálido y seco del planeta. Una de cada 10 personas en el mundo no tiene agua potable, y ahí es donde entra Auara. Auara es una empresa española social cuyo objetivo es luchar contra la falta de agua potable en países en vías de desarrollo a través de la venta de bebidas.
Los socios de Auara mantienen un pacto que garantiza que todo el lucro de la empresa (los dividendos generados) se inviertan en el fin social de desarrollar proyectos de acceso a agua potable en países en vías de desarrollo. Así, las actividades principales de Auara son: la venta, comercialización y distribución al por mayor de bebidas y el uso de todos los beneficios generados por la sociedad para la financiación y desarrollo de proyectos de cooperación que centren sus esfuerzos en paliar las necesidades de agua en zonas necesitadas y sin recursos.
Según explica el cofundador y director financiero de la entidad, Luis de Sande: «Tenemos el acuerdo de renunciar a los dividendos, desde el año pasado hacemos la junta oficial de reparto de no dividendos».
Una empresa social
Según explica Luis de Sande, el objetivo al fundar Auara era que la empresa fuese sostenible per se y con los recursos que generasen desarrollar su labor social y medioambiental, así, en 2015, de la mano de Pablo Urbano, Antonio Espinosa de los Monteros y de Sande se fundó Auara.
Cuando nacieron detectaron una gran necesidad: la falta de medios a la que se enfrentaban fundaciones y ONGs debido a la crisis de 2008. En este sentido, uno de los principales pilares de Aura es dar solución a este problema. “Queremos conseguir esa rentabilidad para hacerles a ellos más sostenibles y que tengan recursos financieros que les permitan ayudar en el largo plazo”, añade de Sande.
“Desde el punto de vista empresarial podríamos haber hecho nuestra fundación y nuestros proyectos, pero no tiene sentido si ya existen unos especialistas magníficos que son las fundaciones. Están en terreno, conocen las necesidades y ellos son nuestros aliados. Sin embargo, somos los pesados del sector porque no escogemos a cualquiera”, bromea.
Sin olvidar su pasado en la industria financiera, de Sande confiesa que llevan a cabo un proceso de análisis muy exhaustivo. “Hacemos un análisis de riesgos y de las compañías con un acuerdo de largo plazo en el que exigimos un seguimiento de 5 años de todos los proyectos que hacemos con ellos”, explica.
Algunos de los principales colaboradores o clientes de Auara son entidades financieras como Santander, CaixaBank, Sabadell, Triodos Bank, Barclays, Banca March, 360 Cora etc. Según Luis de Sande, en las relaciones que establecen siempre buscan que «todas las patas de la empresa estén alineadas con sus valores y objetivos”. Su pilar financiero básico es CaixaBank, entidad que eligieron por tener una “visión social paralela y sincronizada con la de Auara”, añade de Sande.
Además de establecer una relación empresarial, de Sande asegura que prefieren contar con un “plus de interacción para hacer el cambio”. “Trabajé en Santander de 2000 a 2004 y había una mentalidad más mercantilista, de más dinero y ahora se está incorporando la inversión de impacto y la responsabilidad social. Todo eso se ve en su forma de trabajar día a día, lo que nos permite, además de tener un producto como Auara medioambientalmente muy sostenible, poder llevar acabo acciones juntos para mejorar en otros ámbitos”, añade.
Respecto a su modelo de negocio, una vez sus clientes compran agua, elaboran un proyecto con el dinero obtenido. De esta forma, según explica de Sande, implican a los empleados de la empresa que su producto. “Por ejemplo, los empleados de Santander ven que con sus compran participan y hacen un proyecto solidario con nosotros”, apunta.
La empresa obtuvo en 2019 un total de 91.661 euros para financiar sus actividades sociales, del total, 14.183 euros procedieron de los rendimientos de las actividades comerciales y 77.478 euros de donantes, generalmente empresas con alta sensibilidad social.
Los ODS: agua limpia y saneamiento
El proyecto de Auara mira muy de cerca los ODS marcados por la ONU, en concreto el número 6: “Agua limpia y saneamiento”, un objetivo que, además, arrastra a otros muchos más por su importancia en la vida de las personas. “El problema de acceso a agua potable es tan potente y grave que afecta a tres ODS más: salud, educación, igualdad de género”, aclara de Sande.
Respecto al cumplimiento de este objetivo, cuya fecha de caducidad es 2030 y algunos de sus objetivos vencen en 2020, Luis de Sande se muestra verdaderamente optimista. “Tenemos mucho trabajo que hacer, pero después de cinco años en Auara soy optimista. El COVID nos ha desviado un poco del foco que teníamos, pero vamos a hacer campaña de concienciación para que la gente no pierda el foco y que siga dedicándose a consumir bien, a ayudar a los demás y a ser generosos. Los cambios o el impacto que hemos conseguido en Auara a través de las empresas, los empleados y la gente se ve como un motor de cambio. Creo que lo conseguiremos, lo necesitamos, no nos queda otra”, expresa.
Asimismo, desde la entidad tienen sus propios objetivos. Antes de 2030 pretenden que 200.000 personas se vean beneficiadas, haber creado 140.000 horas de empleo local, haber concienciado sobre la crisis del agua y haber aportado 800.000.000 litros de agua evitando así 39.000.000 horas de caminatas.
Gracias a la entidad, más de 42.000 personas, según los últimos datos tomados en 2019, han tenido acceso a agua potable y se han construido más de 80 infraestructuras. Asimismo, el consumidor de esta bebida solidaria puede saber que por cada litro de Auara, se generan 4 litros de agua potable en países en vías de desarrollo.
La responsabilidad del consumidor
En este sentido, de Sande recuerda la importancia de tomar conciencia de nuestro consumo y saber que somos responsables del impacto que tiene. “Todo lo que tenemos ha sido producido con materiales de otros sitios, si no miramos ese producto con una visión global y sabiendo que impactamos en todo el mundo, no conseguiremos esa sostenibilidad”.
Respecto al plástico, el principal invasor de océanos y ríos y material en el que se almacenan algunos porductos de Auara, de Sande señala que el problema no es el producto en sí, sino el uso que le damos. “Nuestro plástico es 100% reciclado. Sin embargo, otros materiales que pueden parecer más sostenibles como el vidrio o el tetrabrik realmente no lo son, el vidrio pesa 8 veces más y el tetrabrik tiene 3 capas y es más difícil de reciclar. Son mensajes mal diseñados que nos confunden y hacen que miremos mal a un producto con el que lo único que hay que hacer es usarlo mejor”, argumenta.
El equipo de Auara ha desarrollado las primeras botellas de agua en Europa fabricadas con 100 % de plástico reciclado R-Pet. Además, el diseño de la botella ha tenido en consideración la búsqueda de la eficiencia del cubicaje para optimizar el transporte. El resultado es hasta un 20 % más de botellas por palet que un formato tradicional.
“El cambio está en cada uno de nosotros. La bolsa está en el océano ¿quién es el culpable? ¿El plástico o el humano? Tenemos que ser nosotros, si nos ponemos las pilas y en nuestros hábitos diarios somos buenos, podemos usar materiales como el plástico que es ligero y ahorra un montón de consumo energético y CO2. Hay que usarlo conscientemente”, concluye.