Los Ángeles ha logrado por segunda vez el reconocimiento como ciudad global más destacada en la cuarta edición del índice Global Cities 30 de Schroders, seguida de cerca por Hong Kong, que quedó en segundo lugar, tras superar a Londres, que se sitúa en tercera posición. «La envergadura y diversidad de la economía de esta ciudad hacen que sea una ubicación atractiva para trabajar y vivir», afirma Hugo Machin, corresponsable de activos inmobiliarios globales de Schroders.
Las ciudades estadounidenses han vuelto a dominar este índice ocupando 17 de los 30 puestos principales, incluidos cinco de los diez primeros. Nueva York, la ciudad más poblada de EE. UU., escaló un puesto, del quinto al cuarto, aunque Boston y Chicago descendieron varias posiciones, de la tercera a la sexta y de la cuarta a la séptima, respectivamente.
Las ciudades estadounidenses han estado últimamente en el punto de mira, ya que Amazon está buscando el mejor emplazamiento para albergar el HQ2, su segunda sede central en Norteamérica. Amazon ya ha seleccionado veinte ciudades de las cuales once figuran en el índice Global Cities 30 de
Schroders.
Las ciudades chinas registraron el avance más significativo al ocupar cuatro de los 30 puestos principales, dos de ellos dentro de los diez primeros. Shanghái escaló del décimo puesto al quinto, Pekín pasó del undécimo al cuarto y Shenzen mejoró su posición en el índice, al subir de la 24 a la 20. Es evidente que el índice ha reflejado la creciente riqueza generada en las principales ciudades chinas. La magnitud y crecimiento de estas ciudades respalda su elevada posición en la clasificación.
Shanghái, Pekín y Shenzhen subieron puestos en el índice gracias a las ligeras mejoras registradas en su nivel de rentas. Este avance refleja que las rentas de la población de las principales ciudades chinas se están incrementando a medida que la economía del país encara su transición de un sistema basado en la producción a uno de consumo», explica Machin.
Por su parte, las ciudades australianas tuvieron dificultades para mantener sus posiciones en el índice y sufrieron algunas de las caídas más destacadas. La revisión a la baja de su incremento demográfico y del PIB tuvo efectos negativos, en particular sobre Brisbane y Perth. Esta última descendió quince puestos, desde el 36 al 51, mientras que Brisbane cayó de la posición 22 a la 30. Melbourne también registró un retroceso en la clasificación que le ocasionó perder su puesto entre las diez primeras ciudades, ya que pasó del 8 al 16. Sídney fue la única ciudad australiana que mejoró su clasificación, al escalar de la posición 14 a la 10 del índice.
Ciudades de Europa
Londres fue, de nuevo, la ciudad europea mejor posicionada, a pesar de descender un puesto en la clasificación hasta la tercera posición del índice general. París, la otra única ciudad del Viejo Continente que ha conseguido entrar en la clasificación de las 30 ciudades principales, escaló un puesto, del 16 al 15. En opinión de Machín, «este retroceso se debe a un mínimo recorte en la puntuación de la ciudad en el apartado universitario de la clasificación. No hemos realizado ninguna revisión a la baja de Londres debido a una posible pérdida de crecimiento derivada del resultado del referéndum británico a favor de abandonar la UE. Londres sigue siendo uno de nuestros destinos de inversión predilectos».
El índice Global Cities 30 de Schroders se elabora tomando como base una serie de factores, como las perspectivas de crecimiento económico, los rankings de las universidades, la renta disponible de cara a la siguiente década y el número de habitantes. «Las grandes urbes cuentan con una ventaja estructural. Sin embargo, este modelo también tiene en cuenta a aquellas ciudades que presentan un rápido crecimiento. Por lo tanto, la ciudad ideal sería una de tamaño medio con un crecimiento económico reconocible», añade Machín.
Machin cogestiona el fondo Schroder Global Cities Real Estate con Tom Walker. Su objetivo es invertir en activos que puedan beneficiarse de la sólida demanda de inmuebles terciarios en las ciudades mejor clasificadas del mundo, así como en ciudades con limitaciones para seguir expandiéndose, ya sean estas geográficas o derivadas de normativas de planificación urbana, como el cinturón verde de Londres.