Según el estudio Global Wealth 2015: Winning the Growth Game, recién publicado por Boston Consulting Group, América Latina experimentará entre 2014 y 2019 el mayor crecimiento de riqueza privada del mundo, triplicando el del conjunto de Estados Unidosy Canadá o el incremento de riqueza de Europa occidental. Sólo Europa oriental -para quien pronostica un aumento del 10%-, la zona de Asia-Pacífico (ex Japón) -para quien la expectativa es del 9,7%- y Oriente Medio y África -con el 9,3%- se acercan al 13% de subida esperada para la riqueza latinoamericana. Mientras tanto, la estimación de la firma para la riqueza privada mundial es del 6%, para situarse en 222 billones de dólares en 2019.
Según indica el informe de BCG, el total de la riqueza en América Latina (México, Brasil, Colombia, Argentina, Chile, Perú y Uruguay) crecerá en estos cinco años en un 13%, para pasar de 3,7 billones de dólares a 6,6 en 2019, mientras que la suma de la riqueza de los dos países del extremo norte de América –la zona con más riqueza del mundo- sólo aumentará en un 4,2% y llegará hasta los 62,5 billones de dólares, partiendo de los 50,8 que totalizó en 2014. Por su parte, Europa occidental crecerá a un ritmo ligeramente superior a estos dos últimos países, pero su 4,3% de subida -que pondrá la zona en la cifra de 49 billones- no puede tampoco compararse al espectacular despegue de la riqueza en América Latina.
La tendencia no es nueva. Ya en 2014, la riqueza en América Latina creció en un 10,5%. Mientras que Colombia y Brasil –el país que acumula mayor riqueza privada de la zona- se quedaron algo por debajo de la media -10% cada uno-, destaca el crecimiento de México, cuyo aumento fue del 15%, con bonos creciendo un 17% y renta variable subiendo un 14%. En el caso de Brasil hay que resaltar que el 46% de la riqueza privada se encuentra invertida en bonos, que mejoraron en un 12%. En la región, el porcentaje invertido en bonos creció en un 13%, mientras que la cuota colocada en bolsa, caja o depósitos se incrementó en un 9%.
En las variaciones de 2014 han influido positivamente los buenos resultados de la renta variable y de los bonos domésticos, que soportaron crecimientos superiores al 10%, mientras que la bajada de precios de las materias primas influyó desigualmente a unos y otros, ya se tratase de importadores o exportadores netos.
Resulta curioso observar cómo mientras la zona representa sólo un 2% de la riqueza mundial –en 2014- su porcentaje de riqueza offshore total sube hasta el 11% y el pronóstico es que éste alcance el 14% en 2019.