Un año después de comenzar con las pruebas piloto, Amazon acaba de abrir las puertas en Seattle de su primer supermercado automatizado Amazon Go. Su tecnología permite cobrar automáticamente a los clientes al salir del establecimiento, ya que detecta todo lo que los consumidores cogen o devuelven a las estanterías y lo carga en su cuenta cuando salen. Es un nuevo concepto de comercio que suscita dudas respecto a la destrucción de empleos que puede ocasionar cuando el debate sobre los efectos de la robotización en el mercado laboral está cada vez más en la calle.
De hecho, los cajeros de supermercado son uno de los empleos en el punto de mira. Según la web «Will robots take my job?» que estima qué trabajos tienen más posibilidades de desapacer como consecuencia de la robotización, el 97% de los cajeros serán sustituidos por robots. Otras profesiones, como los asesores financieros corren mejor suerte, pero lo cierto es que el 58% también podría ser reemplazado por sus homólogos robotizados, los roboadvisors. Profesiones como los profesores o médicos tienen, por el contrario, su trabajo casi asegurado puesto que apenas el 0,95% de los primeros está en riesgo de ser sustituido por un robot. En el caso de los periodistas, un 11% desaparecerán como consecuencia de la robotización de la economía.
Las cualidades más valiosas
Un nuevo estudio de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago ha desvelado qué cualidades son las más importantes en un empleado valioso. En general, las habilidades analíticas, sociales y creativas no pueden ser replicadas por las máquinas, y por lo tanto son un buen argumento para una necesidad continua de trabajadores humanos.
Así, vemos como el mercado laboral se ha polarizado: mientras que los empleos de nivel medio se automatizan cada vez más, los trabajos de alta destreza que requieren una combinación de habilidades cognitivas, perspicacia creativa y experiencia en liderazgo no se ven tan afectados. De manera similar, los trabajos de baja cualificación que requieren atención al cliente o dependen del trabajo en equipo no han sido tan drásticamente automatizados. Por lo tanto, las ocupaciones rutinarias son las que han sido diezmadas por la revolución tecnológica al igual que ciertos campos de la medicina como muchas pruebas de diagnóstico, tareas de enfermería y herramientas quirúrgicas.
Para recocijo de la humanidad existen ciertos trabajos que no pueden ser replicados (todavía) por las máquinas ya que, por ejemplo, dentro del mismo campo de la medicina la simple interacción de una enfermera con sus pacientes tiene un valor incalculable y es imposible de replicar de manera efectiva por un robot.
Impacto en la desigualdad salarial
Este estudio sugiere que la sustitución de trabajos rutinarios de mediana habilidad tiene y tendrá un impacto drástico en la desigualdad salarial. A medida que las oportunidades de habilidades intermedias se reducen, dando lugar a trabajos de alta y baja cualificación, los salarios también se vuelven altos o bajos, una disparidad que ya ha afectado a la economía y seguirá cambiando el panorama del mercado laboral. «La automatización en la fuerza de trabajo tiene un impacto natural en los empleados actuales, pero los estudiantes y los que buscan empleo deben tener en cuenta los patrones que han surgido», señala el estudio.
Dado que los trabajos que son más difíciles de automatizar implican creatividad, cognición y habilidades sociales, los solicitantes de empleo deben desarrollar estas cualidades intangibles para que sean más valiosos para sus posibles empleadores. El estudio señala que, por último, que la investigación y la legislación futuras se deben centrar en cómo la tecnología y la robótica podrían aumentar la creatividad y la cognición humanas contribuyendo a mejorar la inteligencia artificial y haciendo que los robots sean aún más comunes y valiosos para el mercado laboral.
Referencia: University of Chicago Booth School of Business. «Machines and the modern day labor market.» ScienceDaily. ScienceDaily, 28 March 2017