¿Cuáles el futuro de los servicios de inversión? ¿A qué nuevos paradigmas se enfrenta el sector? ¿Qué respuesta están dando las entidades? Esta son algunas de las preguntas que Finizens ha lanzado hoy durante la mesa redonda que ha organizado sobre la evolución y el futuro de los servicios de inversión en España.
En ella han participado Eduardo Vioque Ruiz, director de banca retail de EVO Banco, Germán Bautista, director de clientes y negocio de grandes cuentas de Caser, y Alfonso de León, co-fundador y presidente co-ejecutivo de Finizens; y los tres han coincidido en destacar la digitalización como el primer paso del nuevo presente y futuro del sector. “La digitalización ya no es una tendencia, es una realidad que hay que llevar en el ADN. La tecnología ha cambiado la forma en relacionarse con el cliente, ya no basta con que existan varios canales, sino que todos deben estar conectados. Ha traído la democratización de las inversiones y el acceso sin restricciones”, destaca Vioque, quien adelanta que una de las últimas apuesta de EVO Banco es el lanzamiento de EVO Assistant. Se trata de un sistema de inteligencia artificial pionero que ofrecerá a los clientes asistencia integral a través de la voz.
Como Vioque, todos coinciden que la digitalización ya no es algo de futuro, sino del presente. “Toda la industria y todas las entidades estamos trabajando para adaptarnos al cambio de comportamiento del cliente y hacer sostenible nuestro negocio. Esto supone saltara a una relación digital con el cliente final y seguir siendo competitivos de cara a los nuevos jugadores que entran en el mercado”, afirma Bautista.
De León considera que todo el proceso de digitalización y disrupción tecnológica que vive el sector viene a resolver los problemas que se encuentra el inversor o ahorrador medio: “El entorno digital ofrece al cliente ubicuidad, por lo tanto siempre está atendido y no depende de un horario de oficinas. En segundo lugar, seguridad para invertir su dinero y por último, rentabilidad; ya que está demostrado que en el largo plazo los índices baten a la gestión activa”, explica.
Para estos profesionales, el futuro del sector también pasa por mayores alianzas entre las firmas, en especial con las fintech. “No podemos verlas como una amenaza sino como una oportunidad y ver si lo que ofrecen da respuesta a las necesidades de nuestros clientes. Si es así, hay que buscar alianzas porque nos permiten planteamientos nuevos y también ahorrar tiempo, en particular si aportan una tecnología desarrollada que a nosotros nos supondría un coste”, destaca Vioque quien además reconoce que ellos están abiertos a nuevas alianzas.
Por último, otra de las tendencias que los ponentes destacaron durante este debate fue las implicaciones que tiene en España el envejecimiento de la población. Según explica Bautista, “en 2050, España será, después de Japó, el país con mayor grado de dependencia del mundo. Si ahora más del 40% del presupuesto del país se destina al pago de las pensiones, imagínense cuánto deberá ser en 2050. Es una responsabilidad de todas las instituciones, públicas y privadas, concienciar a los ciudadanos de que se hagan responsables de sus ahorros para el futuro”.
En este sentido De León advierte que el modelo tradicional de “ir pagando una casa durante años y luego vivir de la pensión” ya no es válido. “Vemos que esto es un aspecto que aún tiene que desarrollarse más. Nosotros estamos satisfechos al ver que el 80% de nuestros clientes realiza aportaciones de forma recurrente, lo que nos dice que hay gente que ya está detectando la necesidad de ir guardando mes a mes”.
Otras tendencias
En su opinión, a las tendencias ya explicadas se suma una más que hará que los servicios de inversión en España crezcan: “hay clientes desatendidos”. Según el análisis de De León, “un cliente con un patrimonio medio de unos 30.000 o 40.000 euros está desatendido porque no se encuentran tan cómodo en las redes de oficinas de las grandes entidades y porque busca otro tipo de producto y servicio”.
Ser capaces de atender a todo ese segmento es algo que impulsará los servicios de inversión, al igual que una población con una mayor formación financiera. “Creo que hay dos fuerzas que empiezan a converger y que están ayudando a que el ciudadano tenga mayor formación: Internet, que da acceso a toda la información que se quiera, y la regulación, que cada vez exige ser más transparente. Y creo que está funcionando porque cada vez la gente hace preguntas más sofisticadas”, apunta Vioque.
En su opinión, el verdadero reto que los servicios tienen por delante es por realmente al cliente en el centro, “algo que se dice mucho” pero que es complicado lograr. “Para mi la complejidad reside en que las nuevas generaciones quieren que este servicio sea bueno, bonito y ya. La complejidad reside en conseguir dárselo y que además sea rentable para las entidades. Para mi este es el reto”, concluye.