Albert Ricart, fundador de la EAFI de Barcelona C&R e IFA, ha sido nombrado presidente del Consejo Consultivo Nacional del CISI (Chartered Institute for Securities & Investment) www.cisi.org en España, recientemente creado. El consejo estará formado por Ricart, junto a Francisco Álvarez Molina –director general de Economía de la Comunidad Valenciana (Generalitat) y embajador para España y Latinoamérica de la Economía del Bien Común, que ejerce como vicepresidente, y varios vocales (Daniel Serra de la Figuera, decano de la BSM-UPF; Fernando Zunzunegui Pastor, abogado especialista en Derecho Bancario y Financiero y consultor de la UE para los mercados de valores, así como profesor de la Universidad de Madrid; y Víctor Allende, director corporativo de Banca Privada de Caixabank). En esta entrevista con Funds Society, Ricart explica qué es el CISI y su importancia para impulsar un asesoramiento de calidad y sin conflictos en España.
¿Qué es el CISI?
Se trata de una entidad sin ánimo de lucro del Reino Unido, con sedes permanentes en el mundo, con más de 40.000 miembros en 123 países, reconocida por más de 30 reguladores nacionales de los mercados financieros. Su fin y función es certificar los conocimientos, la integridad y la ética en el sector financiero. El 93% de los bancos globales certifica a sus empleados en CISI.
¿Porque CISI se ha establecido en España?
Ha estado presente en España desde hace más de 10 años mediante una representación que ostentaba la empresa de formación Instituto Financiero IFA www.institutofinanciero.com, en la cual participo y soy socio fundador. Dado que durante 2014 y 2015 estamos certificando a más de 7.000 empleados de Caixabank, los cuales han sido formados a través de la Barcelona School of Management de la Universitat Pompeu Fabra, se ve la necesidad del establecimiento definitivo y permanente.
¿Cómo pueden ayudar estos certificados a la integridad y a la gestación de un asesoramiento financiero independiente en España?
La crisis financiera ha evidenciado que el control de los reguladores y supervisores bancarios para preservar el buen funcionamiento de las entidades financieras y armonizar los intereses de los bancos y los ahorradores o inversores ha sido insuficiente. Véase el caso de las preferentes, por ejemplo, o el de Pescanova. En un escenario así, el papel del asesor financiero como profesional independiente es decisivo, más allá de cualquier vínculo profesional a una entidad financiera o a una auditoría. Una formación adecuada es imprescindible para asegurar las competencias de los profesionales de la banca. Los certificados, además, garantizan un ejercicio profesional ético y, por tanto, son una herramienta de protección de los inversores particulares.
¿En qué se diferencia este certificado del de otros de la industria como el EFPA, por ejemplo?
El reconocimiento del certificado por parte de reguladores internacionales es una de las principales ventajas competitivas de CISI. El certificado CISI está reconocido por 40 reguladores internacionales. Por otro lado, los exámenes para conseguir el certificado CISI son globales y transparentes, se realizan en un centro examinador, y todas las preguntas están extraídas de un único temario, respondiendo al modelo anglosajón, es decir, un único material en diferentes idiomas para los alumnos de todo el mundo. Así mismo, la certificación CISI no caduca nunca, no necesita renovación. Esto en cuanto al certificado. Si hablamos de la formación, el abanico de ventajas aumenta. Si eres miembro de CISI, por ejemplo, tienen derecho a una formación continuada gratuita.
¿A qué entidades está certificando en España? Además de CaixaBank, ¿hay planes para llegar a otras entidades? ¿A las EAFIs, por ejemplo?
En el caso de España, CISI está certificando a CaixaBank, Bantierra, Laboral Kutxa, a los alumnos de los Máster de Mercados Financiero y Banca y Finanzas de la Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra y, anteriormente. a Lloyds España, además de asesores financieros que solicitan el certificado de forma individual, así que ya contamos con 8.000 miembros certificados. La entrada de la nueva directiva europea la MiFID II obligará a los asesores financieros a certificarse para poder ejercer, de modo que, efectivamente, la idea es llegar a esos cientos de miles de profesionales que deberán certificarse, ya sea por medio de paquetes con las entidades financieras, las EAFIs o con el profesional directamente.
¿Cuáles son sus objetivos y la meta de su labor en España, qué pretenden conseguir?
En primer lugar, un sistema financiero español íntegro que proteja a los ahorradores e inversores. ¿Cómo? A través de la formación de nuestros asesores. Si formamos a los profesionales del país de acuerdo a unos estándares éticos conseguiremos sentar las bases de una actividad financiera justa que vele porque la relación entre las entidades y los usuarios sea más equitativa.
¿Qué carencias tiene la industria en España en cuanto a su capacidad de ofrecer un asesoramiento independiente y sin conflictos de interés? ¿Queda mucho camino por mejorar y en qué sentido?
Hasta ahora hemos visto cómo los asesores financieros estaban a merced –ciega- de la entidad para la que trabajaban. Me remito de nuevo al caso de las preferentes… Con la certificación, logramos darle la vuelta a esta situación.
¿Serán importantes estas certificaciones de cara a Mifid II?
Serán cruciales, como comentaba antes. En un periodo de unos 4 años, los profesionales que trabajen con los inversores, ya sea a través de entidades financieras, agencias de valores, gestoras de fondos o EAFIs, deberán acreditar sus conocimientos para desarrollar su trabajo.