Una crisis económica supone un duro revés para cualquiera, sin embargo, para los millonarios puede ser catastrófico. Su riqueza no suele ser líquida, sino que está invertida en negocios o bienes inmobiliarios, cuyas valoraciones podrían cambiar de un día para otro. A veces, para este tipo de personas los problemas van incluso más allá de perderlo todo. Por ejemplo, Seán Quinn era el hombre más rico de Irlanda a principios de 2008, con una riqueza estimada de 6.000 millones de dólares. Con unos inicios más humildes, llegó a construir un importante imperio empresarial en el mundo de la construcción, los inmuebles y los seguros. Un campo al que precisamente la crisis de 2008 no perdonó e hizo que su imperio se desmoronase. El magnate no solo perdió su patrimonio valorado en 6.000 millones de dólares si no que terminó con una deuda de más de 3.000 millones de dólares antes de declararse en bancarrota.
Sin embargo, las grandes pérdidas no son siempre culpa de la economía, las malas decisiones de negocio o las fortunas construidas sobre un fraude también son causas muy populares. Aunque puedan parecer cifras y errores que están fuera de nuestro alcance todo se puede aplicar a nuestra vida diaria y nuestras decisiones económicas, por pequeñas que nos parezcan. Fijarse en los errores ajenos puede llevarnos a saber identificar cuándo estamos a punto de cometerlos y ahorrarnos así, un final llenos de deudas y penurias económicas.
Para ilustrar las mayores o las más famosas caídas de millonarios de la historia, Commodity ha elaborado una infografía que recoge estos casos.
8. Björgólfur Guðmundsson, el multimillonario islandés
Al final de la lista se encuentra Björgólfur Guðmundsson, el cual amasaba una fortuna en 2008 de 1.100 millones de dólares. Su principal fuente de riqueza eran sus acciones en Landsbanki, un banco islandés, pero el colapso de la banca islandesa en 2008 le hizo perder toda su fortuna. Un año después, se declaró en bancarrota, con una deuda de 750 millones de dólares. Esta quiebra le hizo pasar a formar parte de la historia de Islandia al ser recordada como la mayor quiebra personal que se ha dado en el país.
7. Allen Stanford y su estafa piramidal
Stanford llegó a acumular la escandalosa cifra de 2.200 millones de dólares, sin embargo, su problema fue que detrás de aquella fortuna se escondía un gran fraude. Su principal fuente de riqueza era Stanford Financial Group, una empresa dedicada a los seguros de inmuebles. Stanford inició esta compañía en el Territorio Británico de Ultramar de Montserrat en las Indias Occidentales en la década de 1980.
Tal fue su influencia que, en 2006, Stanford fue el primer estadounidense nombrado caballero por la nación isleña de Antigua, pero su título de caballero fue revocado en 2010. En 2008, Stanford fue el mayor empleador privado de Antigua y su riqueza personal superó el PIB de Antigua en 1.500 millones de dólares. Sin embargo, se reveló que Stanford Financial Group estaba operando un esquema Ponzi (un tipo de estafa) y fue condenado por 13 cargos. Actualmente, Stanford está cumpliendo una sentencia de 110 años por su papel en el esquema Ponzi de 7 mil millones de dólares en el que su negocio estaba involucrado.
6. El tigre de la construcción irlandesa
Séan Quinn amasó una fortuna de 6.000 millones de dólares gracias a sus negocios en el sector inmobiliario. Sin embargo, en 2008, con el estallido simultáneo de la burbuja inmobiliaria y el Nationalization of Anglo Irish Bank, Quinn perdió su fortuna. Además, se descubrió que poseía en secreto una cuarta parte de las acciones del banco, por lo que cuando el banco se nacionalizó, la inversión de la familia Quinn desapareció. ¿Cuánto perdió? Toda su fortuna, después de declararse en quiebra en 2012 con una deuda de más de 3.000 millones, a la familia solo le quedaron 15.000 dólares.
5. El americano más rico
John D. Rockefeller llegó a reunir una fortuna de 360.000 millones de dólares gracias a sus negocios relacionados con el petróleo. Sin embargo, con la Gran Depresión perdió, aproximadamente, 709 millones de dólares, lo que representan 10.000 millones de dólares si lo ajustamos a la inflación. Sin embargo, pudo recuperarse y es considerado el americano más rico de todos los tiempos y una de las personas más ricas de la historia.
4. El magnate del petróleo brasileño
Eike Batista llegó a ser la octava persona más rica del mundo y el más rico de Brasil con una fortuna 34.500 millones, gracias a sus negocios relacionados con el petróleo. En 2007, la compañía petrolera OGX de Batista alquiló tierras a un precio varias veces superior al de otras compañías en ese momento. Sin embargo, es esa área el petróleo era difícil de extraer y Batista aseguró lo contrario. Por este motivo, los inversores perdieron la confianza en OGX y en 2013 OGX acumulaba deudas que suponían 11 veces su valor de mercado. En septiembre de 2014, Batista reportó un valor neto negativo de 1.000 millones de dólares.
Como curiosidad, Batista a menudo se jactaba de que se convertiría en el hombre más rico del mundo. En 2012, le dijo a Bloomberg TV que su compañía tenía activos subyacentes por valor de 1,5 billones de dólares.
3. El multimillonario más jóven de Japón
Yasumitsu Shigeta alcanzó su pico más alto entre 1999 y el 2000 cuando acumuló 42.000 millones de dólares. Durante los períodos de volatilidad en el boom de las puntocom, la riqueza de Shigeta podría fluctuar hasta en 5.000 millones de dólares en 24 horas.
Su principal fuente de riqueza eran las acciones que tenía de su compañía de móviles, Hikari Tsushin, las cuales se llegaron a vender por 2.300 dólares en su mejor momento. Sin embargo, la burbuja informática japonesa estalló. En unos meses, las acciones de Shigeta en Hikari Tsushin disminuyeron 40.000 millones de dólares. En 2009, sus acciones valían 600 millones de dólares. ¿Cuánto perdió? Aproximadamente 41.000 millones de dólares. Antes de su pérdida, Shigeta podía presumir de ser el multimillonario más joven de Japón.
2. El Bill Gates japonés
Gracias a la distribución de software de redes móviles a través de SoftBank, Masayoshi Son acumuló 78.000 millones de dólares. Sin embargo, Son fue otra víctima del estallido de la burbuja tecnológica japonesa de los años 90. ¿Cuánto perdió? Aproximadamente 70.000 millones de dólares. Las acciones de SoftBank se negociaron por 198.000 yenes en 2000, en 2002, habían caído a 1.542 yenes.
Uno de los primeros negocios de Son fue la importación de cabinas de los juegos Space Invaders y Pac Man y el alquier de los mismos en el campus de Berkeley en California. Además, SoftBank poseía más de un tercio de Yahoo cuando la compañía salió a bolsa en 1996 e invirtió 20 millones de dólares en Alibaba en 2000. Ahora posee un tercio de las acciones de la compañía debido a la oferta pública inicial de sus acciones de Alibaba. En 2014, con 16.000 millones, Son emergía como el hombre más rico de Japón.
1. El rey de oros
Para este caso hay que remontarse unos cuantos años atrás. Mansa Musa I, fue el emperador de Malí desde 1321-1337 y contó con una fortuna, ajustada por la inflación, aproximadamente 400.000 millones de dólares. El gobernante obtuvo tal fortuna gracias al comercio de nueces de Kola, el marfil, oro y la sal. A lo largo de esos años, Malí produjo aproximadamente la mitad del oro y la sal del mundo.
Una anécdota que refleja su poder, es que en su peregrinaje a la Meca, Musa distribuyó tanto oro en su camino a través de Egipto que hizo que su valor se desplomara, precipitando décadas de depresión en El Cairo, Medina y la Meca. Musa arregló el mercado pidiendo prestada una gran cantidad de oro a altos tipos de interés. También es conocido por pagar a un arquitecto andaluz más de 400 libras de oro para construir una mezquita en Tombuctú. Sin embargo, una invasión y una guerra civil provocaron que perdiese toda su fortuna.
Aprender de los errores que cometieron las grandes fortunas es parte de la educación financiera y nos recuerda la importancia de tener unas cuentas saneadas, una buena planificación financiera y un colchón que nos proteja ante imprevistos.