Henderson Institute y Harvard Business School han presentado Future Positive: How Companies Can Tap Into Employee Optimism to Navigate Tomorrow’s Workplace, un proyecto de investigación que detalla una previsión global sobre la percepción de 6.500 líderes empresariales y 11.000 trabajadores middle-skill sobre el futuro del trabajo.
En un momento en que el debate público sobre el futuro del trabajo parece estar dominado por el temor generalizado al cambio, la investigación de BCG y HBS ha concluido que, en general, los trabajadores ven oportunidades en los cambios y son optimistas acerca de sus futuras perspectivas laborales.
De los 11 países analizados en el informe, los trabajadores españoles son, tras los franceses, los que mayor responsabilidad asignan al gobierno en su preparación para el futuro. Aun así, consideran que ellos mismos son los primeros responsables en formarse.
Las conclusiones del informe revelan que los líderes empresariales subestiman, a la hora de afrontar la transformación de sus organizaciones para adaptarse al futuro del trabajo, el optimismo de una fuerza laboral que afirma ser feliz en sus puestos de trabajo y que está ansiosa por hacer los ajustes necesarios. Para afrontar con éxito este desafío, los líderes empresariales tienen que dejar de lado ideas preconcebidas y salvar el abismo que separa sus percepciones de la visión positiva de los trabajadores.
“Los trabajadores que configuran y configurarán los entornos de trabajo en los próximos años son diversos. Lo que demuestran las conclusiones de este informe es que los líderes empresariales están pasando por alto a un socio clave en sus esfuerzos por prepararse para el futuro: su propia fuerza laboral», sostiene Joseph Fuller, profesor de Harvard Business School y copresidente del proyecto Managing the Future of Work. “En lugar de temer el futuro del trabajo, los empleados de todo el mundo están absolutamente dispuestos a aceptar el cambio y tomar medidas. Es responsabilidad de los líderes empresariales reconocer esta oportunidad y ser proactivos para apoyar a sus empleados y generar planes de acción concretos».
«Puede resultar sorprendente pero de manera generalizada en todos los países estudiados, los empleados no consideran a la tecnología como culpable de un futuro incierto, sino como una oportunidad. Los trabajadores que han participado en nuestra investigación son optimistas y miran hacia el futuro con confianza, además creen que la tecnología puede ser parte de la solución «, destaca Judith Wallenstein, socio de Boston Consulting Group (BCG) y director de BCG Henderson Institute Europa. «Los líderes empresariales necesitan aprovechar la buena voluntad de sus trabajadores para crear una organización de progreso y aprendizaje apta para el futuro».
Los investigadores del informe solicitaron a trabajadores middle-skill y a líderes empresariales que describieran su punto de vista sobre las tendencias y fuerzas que pueden influir en su trabajo en los próximos años. Estas temáticas incluyen, por ejemplo, nuevas tecnologías, teletrabajo, responsabilidad gubernamental y cambios regulatorios.
Algunos datos que desprende el informe muestran que el 39% de los líderes empresariales creen que la falta de empleados con nuevos conocimientos ya está teniendo un impacto en sus organizaciones. Además, citan con más frecuencia (29%) el temor de los trabajadores al cambio como la razón que más les impide prepararse para el futuro. Sin ambargo, casi la mitad de los trabajadores a nivel mundial (46%) se consideran personalmente responsables de prepararse para los cambios y el 45% cree que los cambios en el entorno laboral darán como resultado mejores salarios. El 75% sostiene que probablemente o definitivamente necesitará prepararse para adecuarse a las tendencias futuras del trabajo.
El informe incluye recomendaciones concretas para las empresas, destacando una serie de compañías innovadoras que ya lideran la preparación de sus trabajadores y la adaptación de sus compañías para el futuro. Algunos ejemplos de iniciativas que las empresas han emprendido incluyen: la utilización de herramientas de inteligencia artificial para determinar si un candidato tiene la capacidad cognitiva de ser un trabajador de alto rendimiento, el compromiso de formar a los trabajadores para que aprendan nuevas habilidades a través de formaciones disruptivas, y el uso de la tecnología para proporcionar un modelo de negocio completamente orientado al servicio.