La temporada de esquí está a la vuelta de la esquina y con ella las escapadas para disfrutar de este invernal deporte. Este tipo de viajes a la nieve y a la montaña pueden llevar implícitos una serie de riesgos como la posibilidad de sufrir alguna lesión como fracturas en las muñecas, luxaciones en los hombros o esguinces en las rodillas.
De hecho, según se desprende de un estudio de Mapfre sobre su propia cartera de clientes, 7 de cada 10 personas que utiliza el seguro de viaje de esquí y snowboard lo hace para solicitar asistencia sanitaria.
Además es frecuente que en las pistas de esquí, donde comparten instalaciones deportistas de distintos niveles, se produzcan situaciones e incidentes inesperados. Tanto es así que en el 10% de los casos en los que se utiliza el seguro es para traslados desde la estación de esquí al hospital, e incluso produciéndose la repatriación sanitaria en los casos ocurridos en el extranjero.
En menor medida, le siguen con casi un 5% los casos en que se indemniza al asegurado por la pérdida o demora del equipaje y un 3% del uso del seguro es bien por el hecho de tener que anular el viaje o bien por tener que interrumpirlo y no poder disfrutar de todos los servicios contratados.
Para aquellos que suban a disfrutar de uno de los placeres del invierno la entidad recomienda la contratción de un seguro que pueda cubrir, en caso de sufrir algún infortunio, los daños.