Los baby boombers, los millennials y la generación X han empezado a convivir en el mercado laboral, pero cada una de las tres generaciones presenta diferencias muy pronunciadas respecto a su formación y aspiraciones, según la II edición del «Estudio Carencias de capacidades» de la plataforma de enseñanza online Udemy.
Según este estudio, es una realidad que las nuevas generaciones cada día están más formadas y preparadas para enfrentarse al mercado laboral. Así, frente al 10% de los baby boomers que han cursado estudios de posgrado, un 25% de los millennials han cursado este nivel de formación. De hecho, el 74% de los millenials considera que dispone de las habilidades requeridas para el mundo laboral, frente al 64% de los baby boomers. No obstante, consideran que tendrán menos oportunidades de avanzar profesionalmente que los trabajadores de generaciones anteriores.
Y son precisamente los millennials quienes detectan en mayor medida esta carencia de capacidades en el entorno laboral. El 78% de los jóvenes de entre 21 y 35 años afirma ser consciente de ella, pero este porcentaje disminuye ligeramente entre los adultos de 36 a 52 años (74%) y contrasta significativamente con el 54% de trabajadores de más de 53 años.
Además, el estudio también resalta cuáles son las capacidades más difíciles de aprender por cada generación. Por ejemplo, para los baby boomers las habilidades técnicas y digitales (33%), junto con las de liderazgo y gestión (33%), son las más complicadas de adquirir. Estas últimas serían también las competencias más complejas tanto para la generación X (40%) como para los millennials (36%).
Sin embargo, todas las generaciones coinciden en que el mundo laboral está en continuo cambio y que las habilidades requeridas para su trabajo actual cambiarán en los próximos cinco años, cobrando una especial importancia la inteligencia artificial y la automatización. Si bien un 77% de los nacidos entre los años 50 y 60 no cree que esta nueva tecnología sea capaz de reemplazar sus funciones, este porcentaje disminuye conforme lo hace la edad de los encuestados, hasta llegar al 54% en el caso de los nacidos entre los años 80 y 90.
“Esta generación de jóvenes también es la más exigente y entiende realmente que la formación constante es la clave del éxito en el futuro. Están dispuestos a renunciar a su empleo, en un 57% de los casos, si su jefe no les proporciona la formación necesaria para ayudarles a avanzar en su carrera profesional, algo que solo se plantean un 27% de los baby boomers”, destaca Llibert Argerich, vicepresidente de marketing en Udemy. «Sin embargo, por otro lado, también muestran su temor a que su ubicación geográfica limite sus oportunidades de trabajo y el 55% estima que ya lo hace. Algo en lo que difieren los baby boomers, ya que tan solo un 38% está de acuerdo con esa percepción”, añade Argerich.
Los hombres, más predispuestos a cambiar de país por trabajo
Las diferencias en el entorno laboral no solo las encontramos entre generaciones. El estudio también destaca algunas diferencias por cuestión de género y, en este sentido, el 73% de los hombres (73%) se muestran más lanzados a la hora de cambiar de país ante una buena oportunidad laboral -frente al 67% de las mujeres-, así como para renunciar a su puesto de trabajo si su superior no les facilita el acceso a formación para crecer profesionalmente (52%) -en contraste con el 43% del género femenino.
Ambos géneros reconocen que la carencia de capacidades les afecta, pero las mujeres son más humildes en este sentido y un 65% lo admite frente al 59% de los hombres. “Tanto hombres como mujeres también se muestran de acuerdo en que las habilidades más difíciles de adquirir son las relacionadas con el liderazgo y las capacidades de gestión. Sin embargo, comienzan a diferenciarse en sus segundas elecciones y, mientras que a las mujeres les resulta más complicado desarrollar las habilidades sociales, a los hombres les parece más difícil aprender habilidades técnicas y digitales”, afirma Argerich.
Finalmente, teniendo en cuenta que un 25% de los españoles cuenta con un segundo empleo, resulta interesante destacar que, más allá de ganar un sobresueldo, para el 23% de las mujeres el objetivo es convertirlo algún día en su trabajo a tiempo completo, frente a un 13% de los hombres.