El 58% de los inversores españoles considera que, a la hora de elegir en qué empresas invertir, es igual de fundamental valorar tanto la rentabilidad como los beneficios sociales y medioambientales que genera con su actividad. Esta es la principal conclusión de la cuarta entrega del informe VOICES, realizado por AXA IM, que ha analizado el desarrollo de la Inversión Socialmente Responsable (ISR) y la actitud de los inversores españoles ante ella.
La mayoría de los inversores españoles están de acuerdo en que aquellas entidades que cuentan con la sostenibilidad integrada en su ADN tendrán, a largo plazo, una mejor posición financiera en comparación con aquellas organizaciones que no lo tengan. Así lo manifiestan el 65% de los encuestados, aquellos con edades superiores a los 55 años lo defienden con más entusiasmo (un 74%) que los jóvenes entre 31 y 39 años (el 59%).
En todo caso, “resulta alentador ver que los inversores creen que las compañías que son socialmente responsables estarán en una mejor situación a largo plazo”, afirma Matt Christensen, Director Global de Inversión Responsable en AXA IM.
El número de iniciativas puestas en marcha para proteger el medioambiente y cambiar los hábitos de consumo es cada vez mayor a nivel global. Sin embargo, aunque los inversores ven el valor a largo plazo de los factores de sostenibilidad, en España todavía existe una brecha entre esa convicción y la manera en la que se aplica a la hora de invertir.
De hecho, según el estudio, solo un 6% de los encuestados invertiría en compañías que tengan en cuenta el cambio climático y un 11%, en compañías respetuosas con el medioambiente. Y es que los inversores se sienten más comprometidos con su entorno más próximo, ya que la opción mayoritaria de los encuestados (un 27%) es respaldar inversiones que conlleven la creación de nuevos empleos.
Las tecnologías verdes y el consumo sostenible, las apuestas a futuro de los inversores
Al analizar los patrones futuros, el estudio señala que una de las prioridades de los inversores españoles son las inversiones en empresas con impacto positivo a largo plazo en la sociedad. Christensen señala que “la inversión responsable y las consideraciones ESG se están convirtiendo en la tendencia prioritaria, pero lo principal es el impacto. Las áreas potenciales de inversión que más atraen la atención son la tecnología ecológica y el consumo sostenible”. Así, a la pregunta sobre las tendencias en las que estarían más interesado los inversores, el 54% señalaron las tecnologías verdes, el 41% el consumo sostenible y el 39% la inteligencia artificial y el 34% el cambio climático.
La exigencia de pruebas del impacto positivo de las inversiones ESG
Eso sí, más de la mitad de los encuestados (un 56%) quieren tener evidencias del impacto positivo que generan sus inversiones. “Para ganar impulso real, obtener resultados tangibles es vital y aquellos que buscan invertir responsablemente quieren ver pruebas del impacto positivo de su dinero”, recalca el directivo de AXA IM. “Los españoles reconocen cada vez más la importancia de los asuntos sociales y medioambientales y el sector financiero tiene como deber ofrecerles soluciones adecuadas”, completa Christensen.
Efectivamente, el estudio refleja que los inversores quieren tener la certeza de que su dinero realmente marca la diferencia, para lo que un 30% de los encuestados, sobre todo los inversores entre los 22 y los 30 años (un 66% de ellos), cree que la acreditación de una entidad reconocida o del gobierno son suficientes para probar hechos como la reducción de las emisiones de C02, el consumo de agua o la diversidad en la empresa; un 15% preferiría el apoyo de alguna persona con influencia en la industria de turno.