El número de EAFIs actualmente registradas en la CNMV es de 151 –con datos de principios de 2016-. Es una cifra que ha venido creciendo en los últimos años en la medida en que los profesionales del mundo de la banca privada o de la gestión de activos han decidido canalizar sus negocios a través de esta figura, si bien muchos auguraban que sería a estas alturas mucho más alta. Pero los estrictos requisitos requeridos para montar esta figura, sus costes y los retos para el negocio que supondrá la llegada de MiFID II han provocado una especie de compás de espera en el sector.
El crecimiento en número de las EAFIs también se está viendo limitado por las bajas existentes, nada más y nada menos que 20 en el transcurso de los años 2014 y 2015, según los datos que arroja el estudio Las Empresas de Asesoramiento Financiero en España 2015, de Albert Ricart, fundador de la EAFI C&R.
El estudio señala las bajas en 2014 de EAFIs como LF Castañeda, Jose García Fernández, Sotogrande Financial Adviser EAFI, Jaime Borrás Martínez, Begoña Castro Otero, Andrés Marín Avilés, Nieves Mateos Asesores Financieros EAFI o Carlos Rodríguez Pindado, ocho en total. El año pasado fueron baja Ábaco Capital Investment EAFI, Cetrix Estrategias Adaptadas EAFI, Miramar Capital Asesores EAFI, Gamma Investments EAFI, Caute Asesores EAFI, Prinvestor Capital Parners EAFI, Metacapital Investment EAFI, Beatriz Perelló Oliver, Alter Advisory EAFI, José Velasco Aroca, Vetusta Inversión Patrimonial EAFI e Inés Cots Marfil, las doce restantes (ver cuadro).
Pero, ¿cuáles son los motivos que lleva a estas figuras a darse de baja? Ricart menciona varios: en primer lugar, hay entidades que se han transformado de persona física a jurídica o viceversa (como Begoña Castro Otero y Caute Asesores EAFI). Este tipo de transformación viene siendo habitual desde hace tiempo, en la medida en que una persona física cuenta con dificultades para cumplir todos los requerimientos que exige la ley y necesita a menudo asociarse para poder sacar adelante el negocio.
En otros casos, lo que ocurre es que los fundadores necesitan otra figura legal para poder desarrollar su negocio, como ocurrió con Abaco, que decidió transformarse en gestora. Un paso que otras entidades han manifestado harán en el futuro, ya sea hacia figuras como una gestora de IICs, o una agencia de valores.
Tampoco faltan las bajas a raíz de sanciones de la CNMV, como Miramar, que se dio de baja en el registro de EAFIs tras la multa impuesta a la compañía por la Comisión Nacional del Mercado de Valores que ascendía a 300.000 euros, o las investigaciones a Vetusta. En el pasado, también la EAFI de Sara Pérez Frutos –Dracon Partners- fue baja por ese motivo.
En otros casos, el motivo de la baja han sido desavenencias entre los socios y, en otros, dice Ricart, simplemente el negocio no era viable.