El sector del Wealth Management ha evolucionado rápidamente en los últimos años y se ha digitalizado considerablemente, creando así ciertas tendencias que debemos tener en cuenta en el 2023, según los expertos de Techrules, que destacan 10 de ellas.
1. Soluciones digitales orientadas al cliente final
Las plataformas de gestión patrimonial están cada vez más enfocadas al cliente para facilitarles el acceso con interfaces de usuario sencillas y diseñadas para su comprensión. De esta manera, los clientes pueden analizar y revisar sus carteras, cálculos e incluso firmar propuestas de manera más rápida y eficiente desde el portal de cliente de la entidad. El cliente demanda poder ver en todo momento, al menos, el estado actualizado de sus inversiones. Las entidades necesitan seguir entregando un valor diferencial a sus clientes para conseguir su lealtad y recurrencia y a la vez, defender a sus clientes ante “cantos de sirena” de otras entidades competidoras.
2. Agregación de posiciones no custodiadas
Las entidades buscan hacerse con los datos y, por ello, necesitan tener más información de sus clientes. Son conocedoras de que el dato es en muchas ocasiones el valor diferencial. Basándose en la regulación PSD2, aunque no solo en ésta, las entidades proponen a sus clientes agregar en sus plataformas las inversiones no custodiadas por ellas, con el fin de ofrecerles un mejor servicio de asesoramiento. La realidad es que con esta información extra, las entidades pueden realizar una captación de nuevos activos mucho más efectiva. La mayoría de las grandes organizaciones de servicios financieros están explorando formas de converger para diversificar las fuentes de ingresos y servir a los clientes de manera más integral.
3. Regulación
Año tras año las entidades reguladoras imponen cambios normativos que afectan al sector financiero. Además de ser de obligado cumplimiento, estas normativas promueven vías de mayor comunicación y transparencia entre los asesores y sus clientes. Aunque la normativa SFDR ya lleva en vigor desde el pasado agosto, en este 2023 será crucial la puesta en marcha de nuevos test de idoneidad que recojan las preferencias de inversión ESG de los clientes en materia de sostenibilidad, su reporte y su control. Esto será una prioridad para cualquier entidad que ofrezca servicios de asesoramiento y gestión discrecional.
4. Ciberseguridad
Las entidades financieras siguen invirtiendo en seguridad para protegerse de ataques cibernéticos que puedan comprometer los datos personales y financieros de sus clientes. La inversión en plataformas seguras también escala a las primeras posiciones.
5. Asesoramiento híbrido mediante roboadvisors
Estas plataformas permiten a las entidades financieras entregar servicios discrecionales y de asesoramiento. Proporcionan valor para atender, personal y digitalmente, a un gran volumen de clientes, ofreciéndoles a la vez un servicio personalizado.
6. Onboarding digital
El proceso de incorporación digital permite a los nuevos clientes mandar su documentación online y con total seguridad incluso para el proceso de firma de propuestas de inversión.
7. Multicanalidad e interacciones a través de las apps de las entidades
Las soluciones de nicho de gestión patrimonial deberán estar diseñadas (APIficadas) para acometer de manera sencilla y segura procesos de integración livianos con subsistemas existentes (por ejemplo, CRM comerciales). Así se consigue disponer de múltiples canales, los datos integrales a través de un único repositorio central.
8. Diversificación de productos de inversión
Los clientes no solo invierten en acciones, fondos y bonos sino también en criptomonedas y criptoactivos (inmobiliarios, arte, productos financieros), buscando diversificar sus carteras y aumentar sus rendimientos controlando el riesgo en todo momento.
9. Gestión de riesgos y adecuación de comisiones
La protección de los patrimonios de los clientes ante escenarios de recesión e incertidumbre, con altas cuotas de volatilidad en los mercados, será de nuevo uno de los objetivos primordiales para las entidades financieras, aunque no el único. Las comisiones que apliquen las entidades deberán adaptarse a los nuevos tiempos.
Todo esto nos lleva a incrementar la eficiencia y diferenciación en la prestación de los servicios y ésta sólo se logrará mediante una mayor digitalización en los procesos.
10. WaaS (Wealth as a Service)
Una vez se ha resuelto y convenido que ya no son obligadas, por razones de seguridad de la información, las plataformas legacy “on-premise”, se observa que hay una fuerte tendencia en el sector a adoptar infraestructuras de gestión patrimonial como servicio. La migración de estos servicios a la nube va de la mano con la adopción de la digitalización.
En conclusión, las entidades financieras que se centren y adopten las tendencias mencionadas probablemente tendrán mayores posibilidades de prosperar en un mercado cada vez más competitivo, defienden en Techrules. Podrán escalar mejor sus ofertas y proporcionar una experiencia perfecta, aprovechando la tecnología para superar los desafíos operativos, regulatorios y de eficiencia que simplemente no se deben resolver creando equipos más grandes con más recursos y más costosos.
La industria está tomando ya las medidas necesarias para enfrentarse con garantías de éxito a lo que seguramente será otro año desafiante.