La transición demográfica que vive México es una realidad que presenta importantes desafíos para los ciudadanos y los gobiernos federal, estatales y locales. El envejecimiento poblacional comenzó a acelerarse notablemente a partir de la década de los 70: “En ese momento, la población de la tercera edad constituía menos del 4%, mientras que, para 2050, se espera que rebase el 16%, es decir, más de 24 millones de personas”, señaló Carlos Noriega Curtis, presidente Ejecutivo de la Asociación Mexicana de Afores (AMAFORE).
Es por ello que la asociación renueva su llamado a implementar políticas que atiendan las necesidades de la creciente población de personas mayores de 65 años. En este sentido, el representante de las afores enfatizó que es urgente una revisión a fondo de las políticas orientadas a garantizar el acceso a la salud y al bienestar económico de esta población, pues se estima que, en menos de 30 años, “6,3 millones de mexicanos de 65 años o más no tengan pensión, 10 millones vivan en situación de pobreza y 15,3 millones de mexicanos padezcan enfermedades crónico-degenerativas”.
El presidente de la AMAFORE destacó que los retos que enfrentamos todos los mexicanos y, en particular, las autoridades e instancias competentes, es diseñar e implementar políticas públicas que disminuyan sensiblemente la situación de vulnerabilidad de la población adulta mayor.
“Ofrezcamos mejores condiciones de bienestar, respeto a sus derechos e inclusión plena a su entorno físico, social y económico, ya que la última etapa de la vida debe ser una oportunidad para disfrutar de un merecido descanso, con calidad de vida, luego de una vida dedicada al trabajo”, concluyó Noriega Curtis.