La famosa carta que el Gobierno Español, a través de la Seguridad Social, preveía enviar a los ciudadanos cotizantes mayores de 50 años a finales del año pasado, informándoles de la pensión pública estimada que recibirían en su jubilación, no ha visto aún la luz y probablemente no la vea a lo largo de este ejercicio… y quién sabe si en los próximos. Y tampoco la carta que, en la misma línea, debían mandar las gestoras y proveedores de planes de pensiones u otros productos de ahorro para la jubilación informando también de los recursos que los partícipes tendrían de cara al momento de su retiro laboral.
La iniciativa está paralizada de forma indefinida, y no solo este año, sino que puede incluso que para siempre. Desde Inverco, asociación española de la inversión colectiva desde donde se apoya y se ha apoyado esa información, según de Lázaro de Lázaro, presidente de la Agrupación de Fondos de Pensiones en Inverco y consejero delegado de Santander AM España, no tienen datos sobre el nuevo calendario de esta iniciativa o de si en algún momento saldrá finalmente a la luz, algo que suponía un positivo acicate para la inversión en productos de ahorro a largo plazo -en la medida en que pretendía concienciar a los ciudadanos, con datos sobre la mesa, sobre la necesidad de complementar sus pensiones públicas con el ahorro privado para tener un futuro mejor-.
“Aunque no tenemos seguridad en ello, las posibilidades de que vea la luz esa carta informativa son remotas. Ya tenía que haberse hecho y ya no la esperamos. Al menos, es poco probable que salga adelante este año”, comentaba Mariano Rabadán, presidente de Inverco, en la tradicional comida anual de la asociación con periodistas.
Para Luis Megías, presidente de la Agrupación de Instituciones de Inversión Colectiva en Inverco y responsable de BBVA AM, más que la carta en sí lo importante es que en los últimos años “algo ha cambiado en la población en la temática sobre jubilación y pensiones” y esa mayor sensibilidad también “ha llegado al Gobierno”; en su opinión, es una “necesidad nacional” que se afronte el tema, teniendo en cuenta que la edad media de los ahorradores en planes de pensiones rondan los 50 años y es urgente concienciar a los jóvenes de que empiecen a ahorrar cuanto antes para su jubilación.
Sea como fuere, la ausencia de una carta que iba a aportar información clave para concienciar a la ciudadanía de la necesidad de complementar su pensión pública futura con el ahorro privado, es un jarro de agua fría en la industria. Desde Inverco valoran positivamente la mayor liquidez de los planes de pensiones introducida con la última reforma (las aportaciones podrán rescatarse a los 10 años) y tampoco creen que el surgimiento de los planes de ahorro 5 supongan una gran competencia de los fondos de pensiones, puesto que son productos distintos, de ahorro no finalista y que muchos mantendrán durante solo cinco años; pero tampoco esperan grandes revulsivos para el sector de pensiones privadas en España.
De hecho, la asociación estima un crecimiento muy modesto para los fondos de pensiones privados este año, y liderado sobre todo por el efecto mercado: prevé que el volumen de los fondos de pensiones privados aumente en 4.500 millones en 2015, un 4,6% con respecto a la cifra de diciembre, superando los 100.000 millones y llegando a los 104.000. De ese 4,6%, el 3% se explicaría por la revalorización de las carteras y solo un 1,6% por la llegada de flujos a estos vehículos, en los que “continúa la estacionalidad de las aportaciones”, según De Lázaro. El crecimiento estimado es mucho menor al del sector de fondos y sicavs, donde se prevén subidas patrimoniales de en torno al 13%.
Eso sí, De Lázaro espera también ver una reversión de la tendencia negativa en cuanto a aportaciones en planes de empleo (con salidas netas de dinero en los últimos años) ante la recuperación económica de la economía española. Actualmente los planes individuales suponen dos tercios del patrimonio total de planes y los de empleo, un tercio. Estos últimos son los que están a mayor distancia de su representación en el total del ahorro en comparación con otros países de la OCDE.