Durante el primer trimestre de 2022, según está previsto, se empezará a comercializar el producto paneuropeo de pensiones (PEPP, por sus siglas en inglés). Se trata de un producto de pensiones individuales de ahorro a largo plazo que aspira a incrementar el ahorro complementario para la jubilación en la Unión Europea. El producto integra una serie de elementos singulares, siendo uno de los más importantes su trasversalidad europea.
Concretamente, persigue tres objetivos: canalizar el ahorro hacia productos de inversión a largo plazo, incrementar los niveles de profundidad, liquidez y eficiencia del mercado de capitales, y contribuir al reto demográfico y al cierre del gap de las pensiones existente.
El producto se ha diseñado como respuesta a una serie de retos. Por un lado, el desafío demográfico, seguido del perfil conservador del ahorrador europeo que aún en la coyuntura actual mantiene un porcentaje de ahorro relevante en depósitos o efectivo. Además, pretende amortiguar el hecho de que las estructuras de pensiones descansan en sistemas de componente público con niveles de incertidumbre.
Asimismo, pretende ayudar a la movilidad laboral geográfica (en 2015 había más de 11 millones de personas trabajando en sitios distintos al de origen) e incentivar la mejora del mercado de pensiones individuales.
“Se diseña una norma apostando por productos individuales de largo plazo que deben ser asequibles, seguros, sencillos, transparentes y favorables a los intereses de los inversores. Además de tener en consideración factores de sostenibilidad, ser portables a todos los estados de la Unión Europea y apostar por la digitalización. Asimismo, el producto persigue un incremento de fondos para inversores institucionales y de inversiones para la economía real”, señala Aitor Milner, responsable del área de Seguros de Afi.
Características del producto
Variedad de oferta de productos. Se dan 6 opciones, entre las que se encuentra la opción básica, simple y económica. Esta variedad permite la adaptación a los distintos perfiles inversores y generar rentabilidades atractivas.
Transparencia de honorarios y costes. Se garantiza la transparencia mediante la producción de un documento de datos fundamentales en la fase previa a la compra, así como un documento anual de prestaciones.
Asesoramiento obligatorio. Los consumidores se beneficiarán de un asesoramiento obligatorio completo, que les permitirá tomar una decisión informada antes de comprar un producto, y de un asesoramiento personalizado antes de la jubilación para elegir la forma de pago más adecuada a sus necesidades.
Digital first. Los PEPP podrán ser comercializados enteramente online.
Flexibilidad. Estandarización de las características básicas que se combinará con la flexibilidad para atender las diferencias nacionales, promoviendo que los inversores se beneficien de los potenciales incentivos nacionales.
Producto competitivo Los ahorradores se beneficiarán de la competencia entre proveedores. Dichos ahorradores podrán cambiar de proveedor regularmente (cada cinco años) y con un coste tasado. “Un mercado más amplio genera un incremento de la competencia”, valor Milner.
Portabilidad. Los PEPP podrán ser ofrecidos a nivel europeo, permitiendo a los ahorradores seguir invirtiendo en el producto aun cambiando de residencia en el marco de la Unión.
Factores de sostenibilidad. La norma establece que los PEPP considerarán los factores ambientales ASG a los que se refieren los Principios de Inversión Responsable de las Naciones Unidas.
Normativa
Las entidades que quieren ofrecer un PEPP tienen que hacer una solicitud en la autoridad nacional competente. Podrán ser promotores, según explica Carlos Esquivias, gerente de la Comisión de Vida y Pensiones de UNESPA, entidades de crédito, aseguradoras, fondos de pensiones de empleo y productos de pensiones individuales, empresas de servicios de inversión y gestores de fondos de inversión alternativa.
La portabilidad del plan implica, según detalla Esquivias, que si te mudas le puedas pedir a tu proveedor que abra una subcuenta al país a dónde vas. “La norma dice que en el plazo de tres años cada promotor de PEPP tiene que ofrecer sus cuentas en dos países de la Unión Europea, por lo que para entidades más pequeñas podría ser un problema, pero es cierto que la norma permite llegar a acuerdos con posibles socios fuera”, añade.
También se permite el cambio de promotor de PEPP dentro del mismo estado miembro u otro. “Es decir, puedo hacer aportaciones a un PEPP en Alemania, por ejemplo. Es muy novedoso”, valora.
Por otro lado, el experto encuentra otras normas más complicadas. Por ejemplo, respecto al límite de comisiones, que será de un 1%, el experto señala que “es un desafío porque hablamos de una limitación que no es muy alta”. Además, considera que otra dificultad añadida es que se ha decidido que los PEPP tenga la misma fiscalidad que el resto de los sistemas de previsión individual. “Con 1.500 euros al año mucho no se puede acumular”, alerta Esquivias.
Una de las normas que el experto considera que no está del todo clara es si el PEPP es movilizable desde otros productos de sistemas de previsión social PEPP o al revés. Lo que, según lamenta, “hace más difícil comenzar con el PEPP”.