Philipp Vorndran, estratega de mercados de la gestora Flossbach von Storch cree que la actual política de bajos tipos de interés del BCE continuará a largo plazo debido a que el nivel de endeudamiento de los gobiernos ha alcanzado un punto de no retorno y no se disminuirá el gasto público. Por ello, asegura, “es fundamental que los inversores aumenten su exposición a la renta variable en general y a las acciones de calidad en particular y así poder mantener su poder adquisitivo”.
Durante una conferencia en Madrid, Vorndran ha destacado la alta cantidad de dinero en efectivo y en depósitos de los hogares en nuestro país, que alcanzan los 861.000 millones de euros de un total de 2.082.000 millones de euros. Los inversores españoles confían un 37,8% de su ahorro a la renta variable y fondos (789.000 millones de euros), cifra que contrasta con el mercado alemán, donde los inversores invierten un 15,9% de sus ahorros en este tipo de activos.
Respecto a los activos financieros per cápita, nuestro país ocupa la 22ª posición del ranking mundial de Allianz, con 26.595 euros netos de media, detrás de países como Alemania (18ª con 47.681 euros), Francia (16ª con 53.425 euros) e Italia (15ª con 53.494 euros). Suiza, Estados Unidos y Reino Unido ocupan las tres primeras posiciones con 170.589, 160.949 y 95.600 euros respectivamente.
Muchos inversores son cautos a la hora de invertir en renta variable ante la posibilidad de encontrarnos en la antesala de una posible burbuja. Para el estratega de mercados de Flossbach Von Storch es fundamental que los inversores, tanto españoles como alemanes, confíen en la renta variable como un activo fundamental en su cartera. “Antes de tomar la decisión de invertir, es importante que se planteen e identifiquen su objetivo de rentabilidad, así como su nivel de aversión al riesgo y el horizonte temporal de la inversión”.
Según Philipp Vorndran, “aunque el valor de la renta variable haya aumentado considerablemente, esto no quiere decir que hayan alcanzado su precio máximo. Los precios de las acciones de calidad aún están ligeramente por debajo de su media histórica. El grado de atractivo de la renta variable se nutre de la falta de alternativas de inversión. Es decir, mientras la rentabilidad (sostenible) de la renta fija no despegue del nivel a ras de suelo en el que se encuentra estancada, la valoración de las acciones se mantendrá atractiva”.
Philipp Vondran opina que hay que invertir en renta variable a largo plazo, en compañías productivas, con una mentalidad más empresarial, en las que se crea en su modelo de negocio y productos o servicios y no buscando un beneficio a corto plazo que se base en las variaciones en los precios.
Philipp Vorndran opina que, en un mundo con tipos de interés prácticamente nulos, los productos de inversión clásicos de ahorro o los seguros de vida se ven amenazados por una rentabilidad real negativa. Desde el punto de vista de Flossbach Von Storch, ya no son adecuados para asegurar una pensión de jubilación suficiente. Existe la amenaza de burbujas de precios, como en el sector inmobiliario de algunas ciudades europeas, en el cual el precio de compra aumenta a un ritmo superior al precio del alquiler desde hace algunos años. “Queremos ofrecer nuestra aportación para tranquilizar a los inversores. Nuestra experiencia nos ha enseñado que una cartera robusta puede hasta cierto punto superar pequeñas y grandes crisis e incrementar el patrimonio progresivamente” apunta Philip Vorndran.