Una mayor longevidad de la población española exige más ahorro y previsión familiar, según un estudio elaborado por la Fundación de Estudios Financieros (FEF) y Fidelity. En una nota de prensa, la delegación catalana del Instituto Español de Analistas Financieros (IEAF), quien ha presentado el estudio en la Bolsa de Barcelona, ha explicado que el incremento de la edad media de la población modifica los patrones de consumo y ahorro.
Bajo el título «Longevidad y cambios en el ahorro y la inversión», el estudio se ha elaborado con datos facilitados por organismos internacionales como Eurostat y diversas oficinas estatales, que han permitido comparar las tendencias de consumo y ahorro españolas con las registradas en países como Alemania, Reino Unido, China y Japón.
En concreto, el ejemplo japonés, con una evolución demográfica parecida a la que empieza a presentar España desde hace décadas, podría servir para anticipar los efectos de la longevidad. El análisis muestra que la longevidad, en general, tiende a desplazar el gasto desde el ocio hacia inversiones a largo plazo.
En España, donde la población por encima de los 65 años se ha duplicado desde 1960, el gasto en educación es menor que en los otros países estudiados, como Alemania y Reino Unido, y pero incrementan el que destinan a la sanidad.
La renta disponible de los jóvenes se ha estancado en el periodo comprendido entre 2005 y 2015, mientras que la de los jubilados ha crecido a un promedio superior al 4% anual. Asimismo, el endeudamiento en España es mayor que en el resto de países estudiados, debido a que más del 60 % de los hogares gasta más de lo que ingresa.
El inversor nacional español, según el estudio, ha registrado una propensión cada vez mayor hacia productos de marcado perfil conservador.