En una semana clave en la aprobación de un tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones chilenos, el equipo de Análisis de Bonos soberanos de BBVA Corporate and Investment banking analiza en su informe Retiro de fondos de pensiones 3.0. ¿La tercera será la vencida? (Pension fund withdrawals 3.0 – third time lucky?) las posibilidades y forma de aprobación de un nuevo retiro y su impacto en los mercados financieros.
El proyecto de ley ha sido aprobado por la Cámara de Constitución y está listo para su discusión en el Congreso. Sin embargo, en esta ocasión, el gobierno ha manifestado su firme intención de acudir al Tribunal Constitucional por lo que su aprobación final y la forma en qué es aprobada, puede ser muy distinta a las dos anteriores. No obstante, de BBVA señalan que no es posible asegurar la posición que tomará el TC al respecto y “que un rechazo de la norma no puede ser dado por hecho”.
Además, desde BBVA recuerdan lo ocurrido durante el segundo proceso. “Durante la segunda ola de retiros en diciembre de 2020, el gobierno cuestionó la capacidad del Congreso para presentar reformas relacionadas con retiros de fondos de pensiones ante el Tribunal Constitucional. Sin embargo, en ese momento, el gobierno decidió presentar su propia propuesta que finalmente fue debatida y aprobada por la legislatura. Una diferencia clave esta vez es que el gobierno no ha presentado su propia alternativa”, se explica en el informe elaborado por Mario Castro, Local Rates Strategist de BBVA.
De cara al futuro, desde el equipo de Research de Deuda Soberana de BBVA no pueden descartar que se aprueben nuevos retiros puesto que a pesar de que el primero se aprobó como una norma excepcional ya se han aprobado tres en el último año. “Bajo las condiciones actuales, no podemos descartar por completo intentos de retiros adicionales en los próximos meses, ya que los políticos tienen fuertes incentivos para aprobar estas leyes, dada su popularidad entre los votantes”, concluye.
5.000-7.000 millones de dólares de salidas estimadas pudiendo alcanzar un máximo de 15.000 millones de dólares
En cuanto al importe de salidas estimadas, desde el BBVA esperan que los retiros se sitúen en un rango entre 5.000-7.000 millones de dólares, pudiendo alcanzar un máximo de 15.000 millones de dólares. Según cifras oficiales de la superintendencia de Pensiones a fecha 12 de abril, los dos retiros anteriores han supuesto un total de 36.273 millones de dólares, 20.500 millones de dólares del primer retiro del 10% y 15.773 millones de dólares del retiro aprobado en diciembre.
“En esta ocasión, el flujo de salida esperado es menor que en las dos rondas anteriores de retiros, ya que muchas cuentas tienen un saldo cero (después de retirar todos los ahorros), más la propensión a retirar dinero debería ser menor, dado la recuperación observada en el mercado laboral durante los últimos meses. En general, esperamos ver una reducción en los retiros, como porcentaje del saldo total de la cuenta”, se detalla en el informe.
El Banco central limitará el posible impacto en los mercados de renta fija
Desde BBVA estiman que las AFPs podrían tomar tres caminos distintos para hacer frente a estos retiros. El primero es continuar reduciendo renta fija local tal y como venían haciendo en 2020 puesto que, a contrario de las estimaciones iniciales, la venta de activos extranjeros y deuda pública fue inferior a lo previsto. Un segundo centrado en una mayor venta de deuda soberana y activos externos minimizando las ventas de otros activos de renta fija local o un camino intermedio entre las dos anteriores.
Independientemente del camino elegido, no esperan impactos significativos en los mercados de renta fija locales porque el Banco Central podrá intervenir si es necesario. “Recordamos que el Banco Central está autorizado para comprar tanto bonos soberanos como bancarios. La compra de bonos soberanos fue autorizada por el Congreso en 2020 si se producen condiciones de mercado desafiantes o amenazas a la estabilidad financiera. De la misma manera, el Banco Central todavía tenía programas en vigor para la recompra de bonos bancarios”, puntualizan.
Por último, desde el punto de vista del tipo de cambio esperan que la aprobación de esta ley favorezca al peso chileno, “una de las monedas emergentes con mejor comportamiento en el año gracias a la monetización de recursos del gobierno y el fuerte aumento en los precios del cobre. La ley propuesta, si se aprueba, constituye un impulso adicional (aunque marginal) para el rendimiento del peso chileno, en nuestra opinión”, concluyen.