El reto de hacer sostenible el sistema de pensiones público requiere de la toma de soluciones. Así lo indicó Manuel Escudero, responsable de Economía del PSOE, en el marco del curso “La economía ante el blockchain. Lo que está por venir”, que se celebra estos días en Santander en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, organizada por la APIE. “Las pensiones intranquilizan a la población y a los pensionistas, y hay dos elementos y objetivos fundamentales: que no se pierda la referencia a la inflación y la necesidad de solucionar el agujero del déficit de la Seguridad Social”, indicaba el experto.
En este sentido, y para cumplir estos objetivos, desde enero el PSOE viene planteando tres vías: racionalizar los gastos, un “destope” gradual de las cotizaciones, y la búsqueda o posibilidad de recurrir a otros recursos del estado, que incluyen la posibilidad de crear nuevos impuestos para financiar las pensiones públicas.
Con respecto a racionalizar los gastos, el experto habló de entre 4.200 y 7.000 millones de euros de déficit que podrían trasladarse de la Seguridad Social a los Presupuestos del Estado, lo que quitaría cargas a la primera.
Dentro de las posibilidades del sistema para crear ingresos, Escudero planteó la posibilidad de un “destope” gradual de las cotizaciones (por ejemplo, desde 45.000 a 52.000 euros), lo que también podría contribuir a los ingresos del sistema.
Y, como tercera opción, y ante el hecho de que “parece evidente que, en la situación actual de salarios y alto nivel de desempleo, se necesitan ingresos complementarios”, éstos pueden venir (según contempla el artículo 109 de la ley de la Seguridad Social) de los recursos del Estado. Así, se trata de buscar ingresos e impuestos alternativos para complementar –no para sustituir- los ingresos y mejorar la situación financiera de la Seguridad Social. Ya sean impuestos a la banca o a otro sector, “la fórmula ha de ser seria”, aseguró, pero sin dar detalles sobre cómo el nuevo gobierno va a abordar esta situación.
En el marco de las jornadas de la APIE en Santander, esta semana la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ya anunció la necesidad de reflexionar sobre fórmulas impositivas (ya sea a sectores como el bancario o el tecnológico, por ejemplo) para mejorar la situación de las pensiones.
Susana Solís, portavoz de Presupuestos, Economía y Hacienda en la Comunidad de Madrid (Ciudadanos), hizo hincapié en que el problema de las pensiones es a largo plazo y defendió la necesidad de abordar un acuerdo para estudiar su revalorización pero también por atender los problemas de la baja natalidad y los bajos salarios: “No puede haber pensiones dignas si no hay salarios dignos. Es un problema que hay que abordar a largo plazo porque si no, estamos poniendo en riesgo la sostenibilidad de las pensiones nuestras y también las de nuestros hijos”.
Problemas de la economía española
Ambos políticos participaron en una mesa de debate sobre las revoluciones económicas, en la que estuvieron presentes otros partidos políticos. Álvaro Nadal, responsable de Economía del PP, criticó lo que a su juicio es el principal problema de la política económica española, que está más centrada en temas de reparto y distribución que en la capacidad de economía española de producir bienes y servicios y participar en la riqueza mundial, integrando más empresas y sectores al proceso de globalización. “No debatimos sobre lo que realmente importa, que es integrar a la economía española con más éxito en un mundo globalizado”, afirmó, señalando también el reto de la revolución digital, diferente a las anteriores porque si bien antes lo que se logró con los cambios tecnológicos es que disminuyera el esfuerzo físico, ahora es el esfuerzo intelectual y las labores tediosas de producción. “Queda mucho por hacer, falta mucho interés político en una política económica basada en la apertura y globalización y en la revolución tecnológica”, dijo, criticando la falta e interés político y mediático en esa revolución tecnológica.
Por su parte, Escudero señaló que el Gobierno socialista está en un momento de formación de sus políticas, pero que se aglutinarán en torno a cuatro elementos básicos: la estabilidad macro y presupuestaria, el avance en la estabilidad territorial en España, la decencia política y la decencia social. “Tenemos un problema para que España se sitúe bien en el concierto internacional y en la economía digital”, dijo, y recordó que estamos entrando en una nueva era, marcada por temas como el blockchain, la inteligencia artificial o la robotización… “Debemos a adaptarnos a un mundo que está cambiando radicalmente, y el reto de la productividad en estas condiciones es uno de los grandes de la economía española. Debemos situar la productividad en el corazón de la economía y poner una atención enorme en la educación como política prioritaria, así como formular políticas activas de empleo, y crear una política industrial que signifique colaboración entre lo público y lo privado, y donde la I+D+i llegue a los niveles europeos. La apuesta por la productividad en España es fundamental, porque si no administramos la miseria, pero no la riqueza en beneficio de todos”.
Escudero también habló de otros problemas como la desigualdad: “necesitamos un modelo de salarios acordes con la calidad de la producción y ser competitivos no solo con un ajuste de los costes salariales sino sobre todo a través de la calidad de lo que se produce”,dijo, o el deterioro de los servicios fundamentales de bienestar. También hizo hincapié en que “nunca podremos pesar en Europa lo que Europa necesita a no ser que cumplamos nuestros deberes como país europeo”, y abogó por que España deje de ser un país que pida y se convierta en un país que dé a Europa.
Por su parte Nacho Álvarez, responsable de Economía de Podemos, habló de grandes retos económicos, a pesar de que la economía crece. Entre ellos, la necesidad de garantizar ese crecimiento en un contexto en el que se retiren vientos de cola que están impulsando ahora, como los bajos tipos de interés, y defendió la necesidad de construir una política fiscal para que contribuya al crecimiento y a reducir el desempleo. “Necesitamos construir espacio fiscal para apuntalar el crecimiento económico y para reducir la deuda sobre el PIB; y eso exige negociación con Bruselas sobre el ritmo de reducción del déficit”.
También habló de avanzar en la productividad y en una nueva política industrial en un contexto de digitalización, de forma que e el estado favorezca e impulse motores fundamentales de productividad como la inversión privada -por ejemplo a través de la I+D+i). “Es necesario hablar de crecimiento y generación de riqueza pero también de reparto porque la desigualdad se consolidad como un patrón de nuestra economía y debe corregirse”. Otro reto, la sostenibilidad del crecimiento también en términos medioambientales.
Ante la cuarta revolución industrial, Ciudadanos habló de “una oportunidad que no podemos perder porque el impacto potencial en la vida diaria y en los modelos de negocio van a ser enormes. Blockchain va a tener un impacto mayor al de Internet”, defendió Solís, preguntándose sobre si las empresas están preparadas para competir con estas tecnologías. “Esa es la prioridad. La productividad va a venir de la innovación, no de los salarios bajos, sino de la creación de productos competitivos en un mercado global”, dijo, y señaló su apuesta por el talento.