Este año, la décima encuesta del Instituto BBVA de Pensiones se ha centrado en los babyboomers y en cómo ven su futuro como jubilados. La encuesta llega en pleno debate por las pensiones, motivado, en parte, por las tensiones que generará en el sistema la jubilación de esta generación tan numerosa.
En la encuesta se ha entrevistado a aquellas personas nacidas entre 1957 y 1977, consideradas babyboomers, unos años en los que nacieron entre 600.000 y 750.000 niños al año. Otra de las características que define a esta generación, es que, generalmente, cuentan carreras largas y con sueldos altos que deberá financiarse con cotizaciones de las generaciones más estrechas y menos voluminosas que vienen por detrás, explica Elisa Chuliá, miembro del foro de expertos del Instituto BBVA de Pensiones.
Si hablamos de la situación en la que se encuentran sus hogares, los ingresos medios son de 2.200 euros al mes. La mayor parte dice que sí consigue ahorrar algo, la media está en unos 360 euros al mes. Sin embargo, según destaca Chuliá, no se trata de un ahorro finalista orientado a la jubilación, es precautorio. «Algunos sí lo tienen en mente, pero fundamentalmente lo ahorran en cuentas sin asumir riesgos, sin un fin determinado. Solo un 20% lo invierte», explica.
La experta lo justifica señalando que se trata de una generación con mucha familia. El 65% de los encuestados tiene hijos, muchos viviendo en casa, el 60% tiene padres y, además, tienen hermanos. “Son personas rodeadas de familiares y eso implica obligaciones y apoyos que se prestan. Una parte de estos ahorros se dedican a ello y en gran medida a los hijos”, reflexiona la experta.
Este escaso ahorro orientado a la jubilación contrasta con el hecho de que sí es una generación preocupada por su retiro. A pesar de no estar alarmados (prácticamente ninguno cree que no vaya a tener pensiones), sí tienen la impresión de que ser babyboomer les va a perjudicar. La mayor parte considera que su singularidad demográfica, les llevará a sufrir penalizaciones en la jubilación, entre las que destacan la necesidad de trabajar más años y la eventualidad de cobrar pensiones más bajas.
Además, un 70% contesta que su vida como jubilados será peor que la de los actuales. También existe un 25% que cree que no alcanzará los años necesarios para el cobro completo. Sin embargo, todas estas inquietudes no se reflejan en su comportamiento. La mitad carece de ahorros para la jubilación y un 42% dice que no sabe si serán suficientes para cubrir sus necesidades, solo un 6% lo cree.
Aquellos que han ahorrado para la jubilación citan como vehículo los planes de pensiones individuales, muchos también nombran la vivienda como fuente de ingresos adicional. Respecto a la cantidad que se puede aportar anualmente con bonificación fiscal a los planes individuales, 2.000 euros, Chuliá explica que una mayoría de los suscriptores de planes creen que esa cifra es escasa, a pesar de que hacen aportaciones por debajo de ese nivel.
Los babyboomers desean jubilarse a los 63 años
Como se ha visto, dos terceras partes están preocupadas por su jubilación y piensan que tendrán que jubilarse más tarde con una menor pensión, pero, si se les pregunta por la edad a la que les gustaría retirarse, los babyboomer señalan los 63 años, tres años por debajo de la edad ordinaria (66 años subiendo progresivamente a los 67).
“Cuando se plantea la posibilidad de trabajar más allá de la edad ordinaria para aprovechar los incentivos, una gran mayoría dice que no. Solo un tercio sí optaría por una fórmula de aumento de la pensión. Pero la mayor parte señala que aunque el incentivo fuese atractivo no se mantendrían en el mercado. Creo que tiene que ver con una concepción del tiempo muy precisa, tiene preferencias de ocio, muchas inquietudes y desean llegar a la jubilación en buen estado para disfrutarla”, analiza Chuliá.
Otro de los datos que ha llamado la atención de la experta es que, aun teniendo la jubilación como una preocupación, los bayboomer tienen pocos conocimientos de los derechos de pensión que han generado, tres cuartas partes no lo saben. Es más, el 60% de los que están cerca de la jubilación desconocen lo que van a cobrar, creen, equívocamente, que habrán cotizado más de lo que van a percibir. “Esa desinformación llama la atención porque se trata de una población preocupada y sin ahorros”, alerta Chuliá.