Los datos sobre la actividad de la zona euro han caído drásticamente, suscitando temores a una recesión. Según la infografía mensual de Schroders, los efectos completos de la guerra comercial entre
China y EE.UU. afectarán a los fabricantes europeos, en especial a la industria automovilística y los fabricantes de semiconductores.
Sin embargo, no todo son malas noticias y, de hecho, las acciones europeas parecen ahora baratas y tienen un gran potencial para generar rentabilidades superiores.
Australia y China: más allá de las materias primas
En su análisis, Schroders señala que China ha sido un catalizador clave de las exportaciones australianas de materias primas y las relaciones económicas entre ambos países siguen fortaleciéndose. Pero no todo gira en torno a las materias primas, ya que China ha impulsado las exportaciones australianas de servicios. De hecho, los viajeros chinos constituyen actualmente el grupo de turistas más grande y, de media, gastan más dinero que cualquier otro grupo.
Sin embargo, la ralentización de China plantea algunos riesgos para la economía australiana y el dólar australiano podría debilitarse como consecuencia del uso que le dan los inversores como método alternativo de exposición a la actividad económica china.
En relación a los mercados emergentes, Schroders cree que la debilidad del dólar en 2019 podría reducir los costes para los países emergentes endeudados, por lo que vaticinan que 2019 será mejor que 2018, pero no tan bueno como 2017.