En 2018 ha empezado el progresivo aumento de la edad legal de jubilación para acceder al 100% de la pensión pública. Las personas que accedan a la jubilación tendrán que tener una edad de 65 años y 6 meses y acreditar al menos 36 años y 6 meses de cotizaciones. Además, a partir de este año el cálculo de la pensión de realizará a partir de las cotizaciones de los 21 años inmediatamente anteriores a la jubilación.
Si se va a jubilar en 2018, desde el Instituto BBVA Pensiones, recuerdan una serie de tareas con las que puede planificar su inminente retiro:
- Calcule cuál será su pensión pública mensual
Existen algunas herramientas online para poder realizar una estimación de la cuantía de su pensión pública como, por ejemplo, la Herramienta de Autocálculo de la Seguridad Social. Se trata de una herramienta que ha recibido bastantes críticas por no contemplar cuestiones como la pensión máxima o el IPC. Además, hay que tener en cuenta que los resultados son en términos brutos mensuales. Si quiere saber cuál será su pensión neta, puede calcular la retención que le aplicarán a través de la Herramienta de Cálculo de Retenciones de la Agencia Tributaria.
Otra herramienta que le ayudará a estimar su pensión es la Calculadora de Pensión Pública de Mi Jubilación
Sin embargo, pese a la estimación que pueden ofrecerle estas herramientas online, lo más fiable es dirigirse personalmente a una su oficina de la Seguridad Social más cercana donde le realizarán el cálculo de forma más aproximada.
- Planifique de nuevo su economía doméstica
Además de la fuente principal de ingresos, que seguramente sea su pensión pública, debe estimar si va a contar con otros ingresos, como por ejemplo el rescate periódico de un plan de pensiones. Además, deberá recalcular sus gastos cotidianos de vivienda, alimentación, suministros y transporte
- Rotación de las inversiones a activos sin riesgo
Las inversiones deben estar siempre ajustadas al riesgo que puede asumir el ahorrador. Si cuando estabas temporalmente alejado de la jubilación era adecuado que invirtieses en activos con altas expectativas de rentabilidad porque podías asumir los riesgos que conllevan, al acercarse a la jubilación conviene ir migrando progresivamente hasta posiciones de menor riesgo hasta evitarlo completamente en los años previos. La prioridad en estos momentos es preservar el ahorro y evitar que una mala decisión de inversión arruine el esfuerzo de ahorro de varias décadas.
- Planificar el rescate de tu plan de pensiones
El rescate en forma de rentas mensuales tiene dos importantes ventajas frente a la opción de cobrar todo el plan de pensiones de golpe: permiten dosificar el ahorro y destinarlo al objetivo principal del mismo, que es complementar la pensión pública de jubilación y además suele tener menor impacto fiscal ya que éste se diluye en distintos ejercicios fiscales.
No es necesario ni obligatorio que lo rescates si no lo necesitas, puedes seguir aportando y beneficiándote de sus incentivos fiscales y, además, es un vehículo de ahorro que tiene ventajas a la hora de legar el ahorro a herederos: no tributa en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, solo en IRPF como rendimientos del trabajo, pudiendo diferir el rescate a un momento futuro.
Los beneficiarios o herederos podrán además beneficiarse de la reducción del 40% si reciben participaciones anteriores a 31/12/2006 y las rescatan en forma de capital.