El ahorro a través de los planes de pensiones individuales o colectivos son las vías más conocidas para complementar nuestra pensión pública. En los colectivos, son los planes de empresa los que se llevan la mayor parte del protagonismo. Sin embargo, existe otra alternativa dentro de este tipo de planes: los planes de pensiones asociados (PPSA). Este vehículo de ahorro comparte algunas características con los planes de empresa, pero su principal diferencia es que son promovidos por una asociación, sindicato, gremio o colectivo, siendo los partícipes sus asociados, miembros o afiliados.
Además, las aportaciones solo las realizan los partícipes del plan, mientras que, en los planes de empresa, la promotora sí debe realizar aportaciones. Para poder convertirse en partícipe de un plan asociado, el interesado deberá ser miembro de dicha asociación. Asociaciones como la de Huérfanos de los ferroviarios (el plan asociado con más partícipes), UGT, CCOO o la OCU cuentan con sus propios planes de pensiones, los cuales, solo pueden disfrutar los afiliados.
Desde la OCU atribuyen la escasa popularidad de estos planes a dos razones: la primera, por la escasa oferta existente en España y en segundo lugar, porque para ser partícipe de un plan asociado el interesado debe pertenecer a la institución promotora del plan.
Confianza, coste y rentabilidad
Desde Comisiones Obreras (CCOO), consideran que los planes de pensiones asociados tienen tres ventajas muy claras. La primera es la confianza, ya que según indican, al ser planes supervisados por una comisión formada por representantes de los propios partícipes y de la asociación se aseguran de que se vele por los intereses de los asociados y, además, permite tener un trato más cercano. La segunda gran ventaja que localizan es el coste. Según explican desde CCOO, la comisión media de los planes individuales se acerca al 1,5%, mientras que el coste de gestión del plan asociado es sólo de un 0,3% de patrimonio.
Por último, otra de las ventajas de los planes asociados es que, en general, tienen mejores resultados. “La rentabilidad del plan asociado es superior a la media de los individuales con riesgo similar. Esta mayor rentabilidad permite ahorrar una cantidad adicional para la jubilación”, apuntan desde OCU. De hecho, según recuerdan, «si se analizan los datos publicados por Inverco, la rentabilidad anual en 2019 de los planes de pensiones del sistema asociado fue del 10,3%, frente al 8,8% obtenido por los del sistema individual o el 8,7% de los de empleo».
“Si miramos a plazos más largos, la rentabilidad de los del sistema asociados y de empleo es similar, en ambos casos superior a la rentabilidad obtenida por los del sistema individual”, apunta. “Esto se debe en buena medida al efecto de las comisiones, siendo de media más elevadas en los planes del sistema individual”.
En el caso del Plan de Pensiones Asociado de OCU, que tiene 2.488 partícipes y gestiona un patrimonio de 37.871.000 euros, en 2019 obtuvo una rentabilidad del 18,7%. Su comisión de gestión es de un 0,6% anual y la comisión de depositaría de 0,08% anual.
Para OCU la principal ventaja es que “los planes individuales y asociados permiten realizar traspasos hacia otros planes individuales o asociados que encajen mejor con el perfil inversor del ahorrador o simplemente esté mejor gestionado. Los planes de empleo, sólo se pueden traspasar a otro plan de empleo en caso de extinción laboral y siempre que esté recogida esta posibilidad en el reglamento del plan, o por terminación del plan de pensiones”. Todo esto, recuerdan, “a no ser que finalmente el proyecto del Gobierno se apruebe y se elimine la deducción fiscal en la aportación para los individuales y asociados y se mantenga para los de empleo”.
¿Qué ocurre cuando se abandona la asociación? Según explican desde OCU, legalmente todo plan asociado es exclusivo del colectivo al que va dirigido. Si transcurrido un tiempo dejara de serlo ya no podría pertenecer al club de sus partícipes.