El value investing llegó a los planes de pensiones hace unos años con el objetivo de trasladar el éxito cosechado en los fondos de inversión a un producto orientado al ahorro a largo plazo. Esta vocación los convierte en el vehículo idóneo para la filosofía value y las principales gestoras que siguen este estilo de inversión ya han empezado a tomar nota. “El value investing busca obtener rentabilidad a largo plazo, y ésa debe ser la vocación de un plan de pensiones”, explica Gustavo Trillo, director comercial de Bestinver, la primera de las gestoras españolas en identificar la estrecha relación entre la inversión value y el objetivo de un plan de pensiones.
En el último año en el mercado español han aterrizado otros ejemplos como Metavalor Pensiones, de Metagestión, o Magallanes Acciones Europeas, de la gestora Magallanes, ambos lanzados a finales de 2015.
A mediados de 2016 azValor creó azValor Global Value y azValor Consolidación. “Normalmente el peor enemigo de un inversor es uno mismo (porque todos somos presas de los nervios y porque el entorno invita a la hiperactividad de compraventa). Por eso tiene mucho sentido que en este tipo de vehículos se aplique la filosofía value que es, justamente, todo lo contrario”, asegura Beltrán Parages, director de relación con inversores de azValor.
“En nuestro caso, el motivo por el que sacamos Metavalor Pensiones se debe a que nuestros partícipes de los fondos de inversión nos solicitaban también la posibilidad de tener un plan con filosofía de value investing”, afirma Carlos Bellas, responsable de desarrollo de negocio de Metagestión. Una demanda que se suma al objetivo de preservación del capital que persigue, por ejemplo, Magallanes. “Para ganar dinero es preciso no perderlo”, señala Mercedes Azpiroz, responsable de relación con inversores de la firma liderada por Iván Martín.
A largo plazo la bolsa siempre gana
La filosofía value que, en esencia, identifica compañías cuyo precio en bolsa no refleje su valor real, tiene su origen en las ideas que Benjamin Graham y David Dodd enseñaron en la Columbia Business School en 1928. La diferencia entre la cotización actual y el valor intrínseco (determinada por un análisis fundamental) es lo que determina el margen de seguridad. “Se invierte en negocios comprensibles, con perspectivas favorables a largo plazo, dirigidas por gente honesta y competente y, muy especialmente, negocios que estén disponibles a precios atractivos. Buscamos un elevado margen de seguridad, que acabe generando rentabilidades muy atractivas a largo plazo”, asegura Trillo.
Bestinver Global, con una rentabilidad media superior al 12% en los últimos cinco años, tiene actualmente una exposición a renta variable nacional o internacional superior al 80%. Bestinver Ahorro, con un retorno del 9%, mantiene el 55,52% en bolsa, pudiendo aumentar ese porcentaje hasta el 75%. El resto de la cartera podrá estar expuesta a activos de renta fija, a pesar de que reconocen que para una inversión a largo plazo como la que persigue un plan de pensiones esto no es lo idóneo. “La renta variable es el activo que ha demostrado históricamente una mayor capacidad de proteger el capital y generar rentabilidad a largo plazo. Los números son tercos. La renta fija no debería ser una opción de inversión a largo plazo”, añade.
“En nuestra opinión la renta variable es la mejor inversión posible. La única excepción puede ser una persona que va a rescatar todo su plan en el corto plazo, pero a varios años vista pensamos que la renta variable es mejor”, apunta Bellas, de Metagestión.
azValor Global Value es 100% renta variable, e invierte en las mismas compañías que lo hacen los fondos de inversión de la gestora, combinando un 80% de cartera internacional y un 20% de cartera ibérica. El segundo fondo, azValor Consolidación, está destinado a inversores con un horizonte de inversión menor e invierte un 50% de la cartera en renta variable y el otro 50% en renta fija. La parte de renta variable es idéntica a azValor Global Value, y la parte de renta fija invierte en letras del tesoro. “Hoy se invierte muy poco en renta variable, en activos reales, sin embargo, es el activo que mejor encaja en la naturaleza de las pensiones. Primero porque es un activo que por su naturaleza está enfocado al largo plazo y segundo porque el inversor es mucho más paciente que en cualquier otro tipo de vehículo”, explica Parages.
Value para cualquier horizonte de inversión
Así las cosas, los planes de pensiones value serían más aconsejables cuando nuestro horizonte de inversión es largo, es decir, cuanto más joven sea el inversor y más tiempo le quede para rescatarlo, mejor.
“Quizás sea más importante tener en cuenta el tiempo que resta hasta el momento en que quiera hacer efectivo el rescate. Para nosotros la renta variable, value o no, exige un horizonte de inversión no inferior a siete años”, señala Azpiroz.
Magallanes Acciones Europeas, que acumula una rentabilidad del 14,33% en 2016, tiene una cartera formada por 42 acciones, nueve de ellas españolas y portuguesas entre las que se encuentran valores como Savencia, Hornbach, Orkla, Boygues y Pargesa.
“Los planes value son indicados para cualquier edad, pero cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor”, afirma Trillo, de Bestinver, que también cuenta con un plan, Bestinver Previsión, que invierte un gran porcentaje de su cartera en renta fija y está dirigido al corto plazo. Eso sí, su rentabilidad media de los últimos cinco años se sitúa en el 1,27%.
El “cuanto antes mejor” es la máxima que también defienden desde azValor dada la esperanza de vida actual y que la inversión en bolsa requiere de un horizonte temporal de al menos cinco años. En opinión de Parages, “el mejor regalo que podemos hacerle a nuestros hijos es empezar a invertir por ellos desde que nacen, y legarles una cartera de activos buenos y la capacidad de realizar buenas inversiones en su vida”.
Metavalor Pensiones, lanzado en octubre de 2015, ha alcanzado un retorno en 2016 del 10,57%. “La principal diferencia con otras gestoras value es que no le tenemos miedo al sector tecnológico. A diferencia de otros, pensamos que ha venido para quedarse, y que cuenta con algunas compañías con ventajas competitivas muy fuertes”, añade Bellas.
La ventaja de las comisiones
Uno de los principales atractivos de un plan de pensiones value es, además de la fiscalidad característica de este producto, acceder a este tipo de gestión activa disfrutando de unas comisiones de gestión limitadas por ley al 1,5%. Las gestoras value restan importancia a este aspecto y recomiendan tomar la decisión en base a la rentabilidad. “Lo importante, igual que al invertir, no es el precio, es el valor”, dice Trillo. En el caso de Bestinver, sólo la comisión de Bestinver Previsión está por debajo de ese límite máximo del 1,5%.
Desde Metagestión también insisten en el peso relativo de la comisión que cobran a sus clientes. “En algo más de tres años Metavalor Internacional, el fondo al que replica Metavalor Pensiones, ha tenido una rentabilidad 100% neta de comisiones. Teniendo en cuenta que la comisión es del 1,5% anual, no creemos que un 0,5% anual afecte mucho”, argumenta Bellas.
En opinión de Mercedes Azpiroz, “si la gestión es activa y genera resultados, el partícipe será menos sensible al precio, pero el principal atractivo de un plan de pensiones value es la posibilidad de invertir nuestros ahorros para la jubilación con esta filosofía. Todavía no hay muchas opciones en el mercado”.
Para azValor las comisiones no son el principal atractivo a pesar de las limitaciones que impone la legislación. “Hay que analizar bien que lo que cobra cada producto y podemos encontrar fondos de inversión que cobren menos que los planes de pensiones”.
¿Qué papel jugarán los planes de pensiones value en el futuro?
El patrimonio medio de los españoles en planes de pensiones contratados de manera individual se situó en 2015 en 8.635 euros, según datos del Observatorio Inverco. Una cantidad que apenas cubre un año de pensión pública cuya media se sitúa en 14.465 euros anuales. El recorrido potencial es, por lo tanto, enorme y, en este escenario, los planes de pensiones value quieren partir con ventaja. “Una vez que la gente se conciencie de la relevancia del ahorro en pensiones, el énfasis se pondrá en la rentabilidad. Los protagonistas pasarán a ser los planes value dada su rentabilidad y la protección de capital permanente a largo plazo”, asegura Trillo.
En opinión de Bellas, “la aparición y puesta en valor de la gestión value ayudará a que los inversores puedan optar por productos de mayor calidad y que les permitan alcanzar sus objetivos financieros con un porcentaje de éxito mayor”.
A pesar del atractivo que ofrecen por rentabilidad, entre los retos está, además de la concienciación del ciudadano por el ahorro de cara a la jubilación, las limitaciones que estas gestoras value tienen para dar a conocer sus productos al gran público, ante la ausencia de una red comercial propia. El futuro, por lo tanto, se les presenta prometedor, aunque no exento de obstáculos.