Los planes de pensiones han sido tradicionalmente un vehículo de inversión muy enfocados al mercado doméstico, tanto en renta fija, el activo predominante, como en renta variable. Según datos de Inverco, en los últimos cinco años esto ha empezado a cambiar y cada vez gana más peso la inversión en el exterior en la composición de sus carteras.
Si en diciembre de 2014, el peso de la cartera exterior representaba el 17,4% del total, actualmente representa casi el doble, un 33%. El mayor aumento viene por la parte de la renta variable, que pasa de tener un peso del 11,5% a una exposición del 22,5%. En cuanto a la renta fija, el incremento es más discreto, siendo en 2014 del 5,9% y ahora del 10,5%.
La cartera doméstica, por el contrario, ha ido perdiendo peso en los planes de pensiones sobre todo en renta fija pública, que ha pasado de representar un 35,3% del total en 2014 a un 22,1% actualmente. El peso de la renta fija privada se reduce en menor medida del 18,6% que representaba en 2014 al 14,7% actual.
La inversión en renta variable nacional, sin embargo, pasa del 8,6% al 13,4%. Cabe destacar, asímismo, el aumento que han registrado las inversiones alternativas en la composición de los planes de pensiones al pasar de un 2,8% en 2014 al 3,4% actual.
Los planes de pensiones se recuperan del ajuste de finales de 2018
El buen comportamiento de los mercados durante el segundo trimestre del año ha permitido a los planes de pensiones recuperar en su totalidad del ajuste de la segunda mitad del año anterior y ya generan rendimientos positivos en todos los plazos. En media, los planes de pensiones presentan una rentabilidad interanual del 1,80%, con revalorizaciones en todas las categorías (a excepción de la renta fija a corto plazo), destacando la renta variable con un 2,4%.
En el largo plazo, los planes de pensiones generan rendimientos positivos para sus partícipes: a 26 años, la rentabilidad media anual alcanza el 4,02% para el total de planes. Asimismo, en el medio plazo (5 y 10 años) presentan una rentabilidad media anual del 2,01% y 3,73% anual, neta en todos los casos de gastos y comisiones.
El volumen de activos alcanzó los 112.142 millones de euros, lo que supone un incremento de 1.464 millones de euros en el segundo trimestre del año y un crecimiento del 1,8% con respecto a junio de 2018.
Las aportaciones acumuladas en el segundo trimestre del año alcanzaron los 1.005 millones de euros, mientras que las prestaciones han sido de 1.079 millones. Por tanto, las prestaciones netas del segundo trimestre de 2019 han sido de 74 millones de euros.
Por sistemas, los planes individuales han acumulado aportaciones netas por importe de 17 millones de euros en el segundo trimestre, mientras que en el sistema de empleo han sido prestaciones netas por valor de 90 millones de euros.
En cuanto al número de cuentas partícipes, se ha situado en 9.553.478 en el segundo trimestre de 2019, si bien el número de partícipes estimado se sitúa en torno a ocho millones, al existir partícipes con más de un plan.