El IPC de diciembre ha confirmado que la subida del precio del petróleo y la electricidad ha situado la inflación en su nivel más alto desde julio de 2013. La senda alcista de los precios iniciada hace cuatro meses deja el IPC en el 1,6%, por encima del 1,5% esperado.
Una cifra que contrasta con la subida que experimentaron las pensiones públicas en 2016 que fue del 0,25%, la mínima permitida por ley, y que deja a los pensionistas con una pérdida de poder adquisitivo del 1,35%.
De hecho, desde que entró en vigor la reforma de 2013 con la aplicación del Índice de Revalorización, la subida ha sido siempre esa, del 0,25%, pero los pensionistas se han beneficiado hasta ahora de una inflación baja (0% en 2015) o, incluso, negativa (-1% en 2014), cuando incluso han ganado poder adquisitivo. Hasta la entrada en vigor de la norma, las pensiones se actualizaban con el IPC del mes de noviembre que, en 2016, se situó en el 0,7%.
Por primera vez en cuatro años los pensionistas habrían perdido poder adquisitivo, aunque el Gobierno ha rechazado este extremo ya que recuerda que la inflación media del año pasado fue del -0,2%. De cara a este año, el ministerio de Economía niega que la cesta de la compra «se vaya a disparar» ya que atribuyen el repunte de los últimos meses a la subida del precio del petróleo.