Ahorrar para la jubilación es una buena alternativa para tener un suplemento de la pensión pública cuando nos jubilemos. José Antonio Cortés, director general de GVC Gaesco Pensiones, asegura que “la correcta planificación del ahorro para la jubilación es crucial para que el nivel de vida no descienda significativamente al llegar ese momento. También es importante destacar que antes de contratar un plan hay algunos aspectos como la gestión de la fiscalidad sobre los que los clientes tienen dudas”. Por ello, GVC Gaesco ha elaborado un listado de los 8 mitos sobre los planes de pensiones:
1. “Si soy joven no es necesario contratar un plan de pensiones porque quedan muchos años para mi jubilación” Hay que tener en cuenta que ahorrar para la jubilación no es un tema de edad. Lo importante es empezar cuanto antes con cantidades pequeñas para ir acumulando sin esfuerzo el capital futuro. Y a más años, mayores posibilidades de rentabilizar los ahorros. Además, las futuras pensiones públicas serán bastante inferiores a las actuales. A partir de 30 años todos deberíamos disponer de un ahorro, aunque fuera pequeño, para empezar nuestro plan de ahorro y deberíamos ajustar nuestras aportaciones a los flujos de ingresos que tendremos durante nuestra vida laboral.
2. “Es mejor tener los planes de pensiones y los ahorros en una misma entidad porque me transmite confianza” Diversificar es recomendable para reducir el riesgo asumido y lograr la máxima rentabilidad de los ahorros. Además, es aconsejable combinar planes con diferentes niveles de riesgo, rentabilidad y liquidez, con diferentes categorías de activos y diversificando estilos de gestión. En muchos casos, el problema reside cuando por recibir un regalo el cliente ha firmado años de permanencia y si traspasa el plan es penalizado por la entidad origen. Un peaje demasiado caro si se quiere una gestión dinámica. ¿Tienen sentido las campañas ofreciendo regalos? ¿Tiene sentido obligar al cliente que cumpla unos años de permanencia en una misma entidad a cambio de un regalo?
3. “Como cotizo al máximo, tendré una buena pensión y no es necesario contratar un plan de pensiones” Actualmente nadie puede garantizar cuál será la futura pensión, si bien es cierto que disminuirá. Además, atendiendo al nivel de vida, con la pensión máxima no será suficiente para alcanzar el sueldo actual.
4. “A nivel fiscal, cuando lo rescate habrá que pagar impuestos muy elevados” El hecho de rescatar el plan de pensiones de forma única y en forma de capital puede incrementar el tipo impositivo de forma sustancial, aunque hay diferentes formas de rescatarlo y se puede planificar fiscalmente para optimizarlo. Las prestaciones de un Plan de Pensiones tributan como Rendimientos del Trabajo. Es importante analizar que la gran ventaja fiscal es que cuando percibamos nuestro Plan, el tipo impositivo será inferior al que teníamos en nuestra etapa laboral. Por otro lado, si el ahorro generado con la aportación del plan lo reinvierto en un fondo de inversión, también me ayudará a paliar el coste fiscal en el momento de rescatar.
5. “Tengo muchos gastos y no me puedo permitir ahorrar” Eso no es un impedimento para tener un plan de pensiones, se pueden realizar aportaciones periódicas sin ningún problema. De este modo, se podrá ir acumulando ese capital tan necesario para la jubilación con aportaciones de 60€ mensuales. De ahí deriva la necesidad de empezar cuanto antes, para que con poco esfuerzo podamos acumular un gran capital.
6. “Es mejor contratar el mismo plan de pensiones para toda la vida” La planificación financiera es un proceso que debe ir revisándose continuamente y disponer de un buen asesoramiento es fundamental para optimizar los ahorros. Deberíamos contratar un plan específico en función de nuestro ciclo vital. A lo largo de tu vida es probable que te interese cambiar el Plan.
7. “Si mi pareja no trabaja y no tributa a la Seguridad Social no puede tener un Plan de Pensiones” El cónyuge que trabaja puede aportar al Plan del otro cónyuge hasta 2.500 euros anuales, además del importe máximo anual de 8.000 euros. Siempre y cuando el cónyuge no tenga rendimientos superiores a 8.000 euros.
8. “Soy consciente de que debo empezar a ahorrar, pero no sé cómo hacerlo” Es normal que, con la cantidad de vehículos de inversión, con la creciente complejidad de los mercados financieros y las necesidades personales de cada persona, los clientes tengan dificultades en iniciar una planificación financiera. En este caso la figura del agente financiero es vital para que le haga una planificación financiera acorde con sus necesidades y posibilidades de ahorro.