Los distintos productos de ahorro para la jubilación se han convertido en los últimos años en instrumentos fundamentales a la hora de planificar nuestras finanzas en el largo plazo, para mantener el poder adquisitivo y complementar una pensión pública con una perspectiva menguante de cara a los próximos años.
El escenario que ha propiciado la crisis del COVID-19 potencia la necesidad de todos los ciudadanos de contar con una seguridad financiera de cara al futuro, en especial, para los millennials, una generación ya plenamente integrada en el mercado laboral, y que cuenta con la ventaja de contar con un horizonte temporal más amplio para planificar su jubilación. EFPA España ha elaborado un documento que recoge algunos consejos imprescindibles para que los millennials empiecen a planificar su jubilación desde un punto de vista financiero.
1. Comienza a ahorrar para tu jubilación desde tu primera nómina
Debemos plantearnos el ahorro para la jubilación lo antes posible, ya que el ahorro sistemático en plan «hormiguita» nos permitirá acumular un capital final suficiente para constituir una renta que complemente la pensión pública. Una de las cosas positivas acerca de estos productos de ahorro es que se pueden contratar a partir de aportaciones mínimas muy bajas.
2. Aprovecha tu horizonte temporal para adoptar ciertos riesgos de inversión
Antes de tomar una decisión de inversión, hay que tener en cuenta el horizonte temporal y el perfil de riesgo. El horizonte temporal de los millennials les permite aceptar mucho más riesgo, por ejemplo, invirtiendo en planes con un mayor porcentaje en renta variable para obtener una mejor rentabilidad en el largo plazo e ir trasladando, con el paso del tiempo y según se acerque la jubilación, su cartera a posiciones más conservadoras. No obstante, hay que tener en cuenta que, en el escenario de tipos de interés bajo mínimos y prolongados en el tiempo, los inversores particulares deben saber que la única forma de obtener rentabilidades suculentas conlleva la asunción de más riesgos.
3. Valora las diferentes alternativas que existen para ahorrar para la jubilación
El plan de pensiones es el producto más conocido, pero existen otras vías de ahorro para complementar la jubilación. En primer lugar, están los planes de previsión asegurados (PPA), que cuentan con las mismas ventajas fiscales que los planes de pensiones. Estos vehículos aseguran un tipo de interés para toda la duración del contrato y, año a año, en función del mercado financiero, pueden remunerar a un tipo asegurado más alto. Los planes de ahorro individual sistemático (PIAS) son contratos con entidades aseguradoras para constituir una renta vitalicia asegurada. Los rendimientos obtenidos en el periodo de ahorro no tributan si se constituye una renta vitalicia. Por otro lado, los seguros de vida de ahorro no gozan de ventajas fiscales, pero permiten el rescate en cualquier momento. Por último, también podemos valorar los fondos de inversión como una buena alternativa o complemento de ahorro para la jubilación. La liquidez que ofrecen (desde hace poco los planes de pensiones también tienen liquidez a los 10 años de la aportación) y su acceso a un mayor abanico de productos les diferencian de los planes de pensiones tradicionales.
4. Reflexiona y selecciona correctamente la entidad con la que contratas tu producto de ahorro
Es importante estudiar y analizar la calidad de la entidad y el producto concreto por el que nos interesemos, sobre todo si ocupan unas buenas posiciones en el ranking de rentabilidad a largo plazo (rentabilidad sostenida) y solvencia. Aunque no hay que olvidar que rentabilidades pasadas nunca aseguran rentabilidades futuras, por lo que la diversificación será el mejor elemento protector. La información clara, puntual y de calidad también debe ser un factor importante para evitar cualquier sorpresa desagradable.
5. Conoce la estimación de tu pensión pública
Aunque la jubilación sea percibida como un escenario muy lejano para los millennials, conviene tener en cuenta que la Seguridad Social pone a disposición de los ciudadanos un programa de simulación para conocer la cuantía aproximada de su jubilación pública, además existen otras organizaciones que permite simular escenarios futuros, teniendo en cuenta las cotizaciones realizadas hasta el momento y otras circunstancias personales. En ocasiones, estas simulaciones no se ajustan a la realidad, y más con tantos años por delante, pero pueden suponer una guía interesante de cara a diseñar una estrategia de inversión en el largo plazo.
6. Cuidado con las comisiones
Cuando contratamos un plan de pensiones u producto de ahorro similar, debemos estar muy atentos a las comisiones de gestión y depósito. Teniendo en cuenta que mantendremos nuestro plan de ahorro durante muchos años, las diferencias de ahorro acumulado pueden ser considerables. No siempre un plan con una comisión más baja es el más adecuado. No obstante, las comisiones en planes de renta fija, por ley, son inferiores a las de los planes de renta variable, ya que éstos últimos deben tener, sobre todo, una gestión dinámica y activa para obtener buenas rentabilidades que mitiguen el efecto de esas comisiones.
7. Aprovéchate de las ventajas fiscales de estos productos de inversión
A la hora de trazar un plan de ahorro para la jubilación, debemos tener en cuenta la fiscalidad. Los planes de pensiones presentan condiciones muy atractivas para los ahorradores, ya que las aportaciones a planes reducen la base imponible del IRPF, con un límite de 8.000 euros anuales (que coincide con el máximo permitido de aportación) o del 30% de los rendimientos del trabajo y otras actividades económicas. Aprovechar esas ventajas fiscales a lo largo de los años de nuestra vida laboral nos proporcionará un remanente económico considerable.
8. Consulta con un asesor financiero que te acompañe en tu vida Financiera
La mejor forma de lograr una correcta planificación para la jubilación pasa por consultar con un asesor financiero, que nos aconsejará la mejor forma de trazar una estrategia que nos permita obtener la máxima rentabilidad financiero-fiscal, nos asesorará en el momento en que debamos cambiar el perfil de nuestro fondo y a la hora de obtener la mejor prestación en forma de renta vitalicia, temporal o financiera. Si consultamos con un mismo asesor financiero desde jóvenes, podrá llevar un seguimiento de la planificación del ahorro para la jubilación para ir adaptando esa estrategia a cada circunstancia vital y teniendo en cuenta las necesidades financieras de cada etapa.