Este martes 18 de abril se debería presentar una nueva reforma constitucional que posibilite retiro desde los fondos para las pensiones. El conocido sexto retiro —que en la práctica sería el cuarto— podría significar un desembolso de 15.000 millones de dólares y que la mitad de los afiliados se queden sin saldo, según un informe que comparte la Asociación de AFPs de Chile.
“Respecto al proyecto que presentará el PDG, el diputado Rubén Oyarzo explicó la semana pasada que —al menos la iniciativa de su partido— será una casi en los mismos términos de la que presentó el actual gobierno el año pasado, es decir, a un retiro de fondos acotado, y pensado en resolver problemas de salud, pago de deudas educacionales hospitalarias, el pie para la primera vivienda, entre otros aspectos. Un análisis realizado por Libertad y Desarrollo (Ly D) estimó el impacto que podría significar este nuevo retiro, tanto para los fondos de pensiones como para el saldo con que se quedarían los afiliados al sistema. El informe explica que, considerando esta distribución de saldos y número de personas, se estimó la cantidad de recursos que podrían ser retirados, asumiendo un nuevo retiro de características similares al tercero”, dice la nota de la organización que reune a los fondos de pensiones privados chilenos.
“Bajo estos supuestos, el número de afiliados sin recursos después de un nuevo retiro aumenta de 13% a 50%, lo que equivale a 5.816.145 personas que quedarían sin ahorros para sus pensiones futuras, lo que tiene un fuerte impacto en los montos de las pensiones futuras”, señala el informe. Con estos datos y los saldos disponibles en las cuentas, Ly D calculó que en total podrían ser retirados 15.643 millones de dólares, principalmente entre aquellas personas de mayores ingresos, pues son quienes tienen más ahorros.
“Al mirar las edades de quienes podrían retirar, se observan dos situaciones perjudiciales: quienes se encuentran en etapas tempranas de su vida laboral pierden, además de los recursos retirados, la rentabilidad de estos en el largo plazo, aunque aún tienen tiempo de poder recuperar parte de esos ahorros. En cambio, quienes se encuentran más próximos a la edad de jubilarse no lograrán recuperar los recursos retirados y tendrán un impacto significativo en el monto de su pensión”, señalan.
El informe de Ly D argumenta que los retiros tienen un impacto negativo en los montos de las pensiones, por cuanto son menos recursos, en que si se aprobara un nuevo retiro, llegaría a 66.315 millones de dólares, equivalente a 37% del total de los fondos del sistema de pensiones, destinados a financiar la misma cantidad de años de sobrevida desde el momento de jubilarse. A esto, el centro de estudios identifica tres impactos adicionales: inflación, efecto en el mercado de capitales y solvencia de compañías de seguros.
Respecto a la inflación, se plantea que este efecto se dará aun cuando el retiro sea “acotado”, en el sentido de que sirva únicamente para pagar deudas o ciertos tipos de gasto, como propuso el Gobierno en 2022. Sobre el mercado de capitales, señalan que la necesidad de liquidar fondos para pagar los retiros no solo afecta los precios de los activos en que se invierten los fondos de pensiones, sino que también las tasas largas y el tipo de cambio se vuelven más volátiles. Mientras que sobre las compañías de seguros señalan que, de proponerse un nuevo adelanto en el pago de rentas vitalicias (como el de la ley del tercer retiro), la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) señaló que se afectaría la solvencia de las aseguradoras y los mercados donde deberán liquidar los activos que requieran.