Las 34 gestoras nacionales que comercializan los casi de 1.300 planes de pensiones del sistema de empleo que actualmente existen en nuestro país se están viendo forzadas a revisar a la baja sus políticas de comisiones ante la inminente trasposición a la ley española de la IORPII, la nueva directiva europea sobre complementos de ahorro para la jubilación, que entra en vigor el próximo 13 de enero.
Con un patrimonio de 35.282 millones de euros a cierre de noviembre, las gestoras nacionales tendrán que hacer un esfuerzo para adaptarse a esta normativa, que trae como novedad principal la posibilidad de adquirir planes de pensiones europeos por parte de los trabajadores españoles. Estos nuevos planes son mucho más baratos que los locales y contarán con las mismas ventajas que los actuales, sobre todo en materia fiscal y de traspasabilidad.
En España, la comisión media por este tipo de fondos es del 1,1% anual sobre el total de la inversión, mientras que por ejemplo en Alemania solo representa un 0,2%. La media europea está en el entorno del 0,4%. La llegada de estas gestoras internacionales beneficiará al ahorrador español ya que los nuevos fondos serán más baratos, transparentes y con mayor rentabilidad.
En la mayoría de los países europeos la fiscalidad también es más ventajosa para los inversores que la existente en España, ya que supone una reducción de la base imponible del IRPF, que se mantiene en el momento de su amortización.
Para Antonio Banda, CEO de Feelcapital, “sin duda es una buena noticia la llegada de la competencia. En 2019 los políticos españoles deberán plantearse un modelo de jubilación basado en 3 pilares: Estado, empresa y planes privados. Europa ya está ahí y España tiene que correr para subirse al carro”.