Los fondos de pensiones de renta variable son los que ofrecen más rentabilidad anual, pero también los que exponen al inversor a un mayor riesgo de pérdidas.Según un estudio realizado por la Fundación Mapfre y la Universidad de Santiago de Compostela, en los últimos 20 años, no existe ningún fondo de este tipo que haya obtenido rentabilidades negativas. Durante este periodo, la rentabilidad anualizada de estos productos ha sido de 2,94% de media.
Son algunas de las conclusiones del informe «Determinantes de la performance de los fondos de pensiones», que han presentado Luis Otero y Pablo Durán, investigadores y profesores de la Universidad de Santiago de Compostela, quienes han descrito y analizado los 1.330 fondos de pensiones individuales que actualmente se comercializan en España.
El estudio destaca que la industria de fondos de pensiones individuales españoles cuenta actualmente con un patrimonio de 76.456 millones de euros, de los que casi la mitad (47,5%) son fondos mixtos.
Un fondo de pensiones español invierte de media en 50,1 activos diferentes (acciones, títulos de renta fija, liquidez y otros fondos de inversión). La mayor parte de ellos invierte en acciones de gran tamaño y suelen concentrar en mayor proporción las carteras que se encuentran entre los diez activos más importantes (50,60 %).
El informe proporciona, además, información de interés acerca de las principales gestoras y patrimonio gestionado, y en este sentido señala que el 63,38 % de los fondos está gestionado por una única persona, siendo la experiencia media de un gestor de casi 6 años. En cuanto a los costes, los fondos de pensiones con los gastos medios más elevados son los de renta variable (1,70%).
Mejores ratings
El efecto de los ratings es una variable que afecta de forma muy relevante en la toma de decisiones por parte de los inversores. El informe pone de manifiesto que los fondos “recomendados”, es decir los que cuentan con 4 o 5 estrellas, han tenido el peor comportamiento de las tres categorías entre 2008 y 2017, con una rentabilidad media del 1,72%, frente al 2,17% de los fondos peor clasificados.
También explica que la selección de fondos fundamentada exclusivamente en ratings no garantiza un mejor comportamiento futuro en términos de rentabilidad y que frente a la estrategia más básica, que consiste en invertir en activos baratos, la mejor decisión es comprar fondos más caros pero de más calidad.
Fondos sostenibles
En la actualidad hay 11 fondos de pensiones españoles que están declarados como socialmente responsables (SRI o Socially Responsible Investing), de los cuales cuatro pertenecen a la categoría de fondos de pensiones mixtos, 6 a renta variable y 1 a miscellaneous. Los resultados de comparar los fondos que se auto declaran sostenibles respecto al resto, de acuerdo con la puntuación Sust Score elaborada por Morningstar, permiten observar cómo los fondos auto declarados SRI obtienen mayores puntuaciones de sostenibilidad y ESG que los que no se declaran.
Pensiones públicas
El informe revisa los principales desafíos del sistema público de pensiones español y en este sentido hace referencia a distintos informes del Banco de España, la Comisión Europea y la OCDE, que abogan por la insostenibilidad del sistema actual público de pensiones español, pese a las reformas introducidas de forma reciente.
En esta línea, apunta a que si bien distintos organismos abogan por la reforma del sistema, ya sea por la vía de los ingresos o a través de la vía de los gastos, es necesario fomentar en todo caso la previsión social complementaria. En España, los planes y fondos de pensiones son los instrumentos de previsión social complementaria más desarrollados y complejos y uno de los principales instrumentos de ahorro para la jubilación.
Incentivos fiscales y de liquidez
El informe señala que a los gobiernos les corresponde incentivar el ahorro para la jubilación a través de incentivos fiscales o de liquidez, como los introducidos de forma reciente, al permitir el rescate anticipado de los planes de pensiones. También hace referencia a promover la educación financiera para que las personas sean conscientes de la necesidad de ahorrar para la jubilación y mejorar el nivel de salarios existente, un aspecto que sin duda afecta a la reducida capacidad de ahorro para la jubilación que existe y que provoca que una gran parte de la sociedad española viva “al día”.