El sistema de pensiones es una de las principales preocupaciones de los gobiernos y ciudadanos. Su evolución y posibles soluciones ante el claro envejecimiento de la población ha sido uno de los temas tratados durante la VII Jornada Institucional Previsión BBVA 2017, el pasado 26 de septiembre.
Entre las conclusiones expuestas por los ponentes destaca la necesidad de concienciar a la población europea, y en particular a la española, sobre generar ahorros a largo plazo para complementar las pensiones públicas. “A los 12 años de jubilarnos, el ciudadano ha recuperado en forma de pensión todos los pagos que hizo a la Seguridad Social a lo largo de su vida laboral. En cambio, la medida de la población aún vive otros diez más. Esto demuestra que el sistema de pensiones falla en la base”, advierte José Antonio Herce, presidente del Foro de Expertos del Instituto BBVA Pensiones y socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
De forma global, el envejecimiento de la población es el principal reto al que tiene que hacer frente el sistema actual de pensiones, pero en el caso de España también lo es las, cada vez menores, contribuciones de los salarios a la caja de la seguridad social. Según explica Diego Valero, presidente de Novaster y profesor de la Universidad de Barcelona, “es necesario reflexionar sobre cuál es nuestra estructura empresarial, basada principalmente en pymes, y cómo los bajos salarios de los últimos tiempos se traducen en bajas aportaciones, para ver en qué medida el modelo da respuesta a la realidad Española”.
El tercero de los grandes retos recae directamente en los ahorradores: “Cuando la gente comienza a trabajar, empieza a pensar en que tiene que ahorrar para su jubilación, pero la realidad es que no es hasta los 50 cuando la gente toma más conciencia de la necesidad que tendrá”, afirma Herce.
En este sentido Elisa Chuliá, miembro del Foro de Expertos del Instituto BBVA Pensiones y profesora de Ciencias Políticas y Sociología de la UNED, destaca que no hay diferente entre los españoles y cualquier otro europeo, como por ejemplo los suizos o los suecos. “Nuestras preocupaciones y nuestros esfuerzos por ahorrar no son diferentes, pero sí tenemos herramientas legales, productos financieros y normas fiscales diferentes que hace que esa inquietud se materialice de forma diferente”, argumenta.
Planteando soluciones
Por eso, para Chuliá es fundamental aprender sobre lo que están haciendo otros países europeos. “Ya que España llega normalmente tarde a todo, aprovechemos esa diferencia competitiva y veamos de esa prueba-error de otros lo que podemos adoptar para nuestro sistema de pensiones”, señala, haciendo referencia a los modelos del Reino Unido y Suecia.
Otras de las soluciones que plantean estos expertos pasan por plantear pensiones mínimas financiadas por impuestos, que existan modelos de contribución flexible entre las empresas y los ciudadanos, mejorar los planes de empleo y lograr que funcionen bien para que haya mayores aportaciones a la seguridad social, o crear instrumentos que faciliten la transformación del ahorro en un complemento para las pensiones.
Unas soluciones que deben empezar a reflexionarse e implementarse cuanto antes porque, advierten los expertos, el tiempo apremia. “Los jóvenes que se incorporan ahora al mercado laboral están ayudando a pagar nuestras pensiones de ahora, pero lo que tenemos es que darles soluciones a ellos porque, ¿quién pagará la suya?”, recuerda Herce.