Los millennials no confían en la pensión pública y apoyan una reforma de gran calado. Estas son las conclusiones que se extraen de la IX encuesta del Instituto BBVA de Pensiones enfocada en esta generación, la cual soportará el peso de la jubilaciones de los miembros de la generación del baby boom.
Los millennials, nacidos entre 1999 y 1970, no desconocen las dificultades a las que se enfrenta el sistema de pensiones: dos terceras partes (68%) opinan que el déficit de la Seguridad Social irá en aumento por la elevada esperanza de vida, y solo uno de cada dos confía en conseguir una pensión pública cuando llegue a la jubilación. No extraña que, dadas estas expectativas, tres cuartas partes (76%) consideren necesario reformar el sistema de pensiones; de ellos, cuatro de cada diez (41%) creen que conviene hacerlo de forma profunda.
Entre la batería de opciones que se presentan a los encuestados para tratar de reducir el gasto en pensiones, la preferida (41%) es la de introducir un nuevo cálculo para las pensiones de modo que cada pensionista cobre en función de lo cotizado durante su vida laboral, de acuerdo con la lógica de los sistemas de cuentas nocionales. Cuando las tres respuestas que pueden marcar los entrevistados se suman, esta opción mantiene el primer puesto (la señala el 70% de los encuestados).
“No obstante, cabe pensar que esta preferencia se basa en la percepción errónea de que el total de la pensión que cobran actualmente los pensionistas a lo largo de toda su vida de jubilados es menor que todo lo que han cotizado a la Seguridad Social por su trabajo”, ha explicado Elisa Chuliá, miembro del Foro de Expertos del Instituto BBVA de Pensiones, ya que así lo cree el 61%, proporción que quintuplica aproximadamente a la de los que piensan, correctamente, que, de media, los pensionistas cobran más de lo que han cotizado.
Si bien más de un tercio de los entrevistados cree que el modelo ideal de sistema de pensiones es el actual, el 50% considera que es el de una pensión pública básica complementada con ahorro privado, tanto el promovido por las empresas para sus trabajadores (previsión ocupacional) como el que cada cual haya sido capaz de acumular individualmente (previsión individual).
En cuanto a los pilares complementarios, el apoyo a los planes de pensiones del sistema de empleo es amplio entre los millennials. Son mayoría los que creen que el Gobierno debería aumentar los incentivos fiscales a las empresas que ofrecen planes de pensiones para sus empleados (60%), e incluso los que creen que debería exigir a las empresas que provean a sus asalariados tales planes como parte de la retribución (61%). Tres cuartas partes de los que se muestran favorables a esta exigencia expresan su preferencia por que los trabajadores se adhieran de forma voluntaria a esos esquemas de ahorro ocupacional.
El ahorro para la jubilación comienza a los 38 años
Aunque no llega a un quinto la proporción de quienes han comenzado a ahorrar para la jubilación (17%), seis de cada diez de los que todavía no ahorran creen que es conveniente hacerlo, empezando en torno a los 38 años. De los que sí han comenzado a ahorrar para la jubilación, un 48% lo hace a través de planes de pensiones individuales, y a dos terceras partes de este colectivo le parece mal reducir las ventajas fiscales de estos productos de ahorro.
Casi la mitad de ellos (48%) no han pensado a qué edad les gustaría jubilarse, pero otra mitad declara que le gustaría jubilarse lo antes posible o en todo caso antes de los 65 años.