La fiscalidad del ahorro-previsión, la cual desata opiniones variadas y, en ocasiones, enfrentadas, es uno de los problemas de política económica que tenemos enquistados en España desde hace muchos años. Así lo ha asegurado Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, en la presentación del último informe del IEE: “El marco fiscal de los planes de pensiones”.
Para González, el debate sobre la eficacia de los beneficios fiscales al ahorro aflora la existencia de dos grandes grupos de ahorradores reales o potenciales: por un lado, están los que aprecian en su jubilación un peligro de pérdida de nivel de vida, por lo que acuden al ahorro para equilibrar ese problema. Por otro lado, están las personas que, “a causa del nivel de generosidad presente de las pensiones públicas», carecen de incentivos para ahorrar.
“Sustancialmente, lo que se dice es que el beneficio fiscal ha funcionado para los primeros, pero no para los segundos”, añade. Pero insististe en que esta afirmación es mucho más matizable, ya que considera que los productos de previsión han funcionado más de lo que se pretende, sobre todo para determinados colectivos como los autónomos. Ante esta presunta falta de eficacia de los estímulos, la reacción de muchos es tratar de eliminarlos. Sin embargo, la presidenta de Unespa se sitúa en el lado contrario: “no sólo no hay que quitarlo, sino que hay que intensificarlo, mejorarlo, complementarlo”.
Fomentar el ahorro combinando medidas ficales y no fiscales
En este sentido, González apuesta por trabajar por incrementar la eficiencia de nuestros beneficios fiscales adoptando un nuevo enfoque. “Esto es algo que pasa, sobre todo, por ampliar el foco y concebir el fomento del ahorro como una combinación de medidas fiscales y no fiscales. Ha llegado el momento de hablar de mecanismos de automatismo en el ahorro, de subvención condicionada, de esquemas diseñados desde la legislación y el diálogo social para universalizar la previsión; y de cómo vamos a apoyar todo eso desde la fiscalidad”, completa.
Por su parte, Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, insiste en que esta reformulación debería ir en tres vías: potenciación del segundo pilar, coexistencia del segundo y tercer pilar y una mejora de la fiscalidad.
Respecto a la potenciación del segundo pilar (planes de empresa), algo por lo que también aboga el Parlamento y el Gobierno, el presidente de Inverco apuesta por un modelo semiobligatorio, tomando como referencia el “Automatic Enrolment” inglés. Un sistema que cuenta con más de diez millones de trabajadores británicos y que ha conseguido que aumente el ahorro entre todos los trabajadores, pero especialmente el de los empleados de pymes y con salarios más bajos.
En cuanto al impulso del tercer pilar (previsión individual), el presidente de Inverco insiste en la necesidad de que juegue un papel principal: «Esperamos que se estimule y potencie el segundo pilar sin desmantelar el tercer pilar que es básico y fundamental para 6 de cada 10 trabajadores en España”.
¿Son eficaces estos beneficios fiscales?
Ante el cuestionamiento de la eficacia del beneficio fiscal o la tributación diferida, González defiende que la afirmación de que el beneficio fiscal “sólo beneficia a los ricos” no es verdad. “Lo que sí es verdad es que, en un sistema en el que la previsión pública aporta al salario medio y a los salarios bajos tasas de sustitución entorno al 80%, los incentivos objetivos para el ahorro por estas capas de ciudadanos son muy bajos”, aclara.
Sin embargo, defiende que esto no quiere decir que los incentivos son innecesarios. “Como demuestran los estudios, los incentivos son fundamentales para determinadas personas de nuestra estructura social y económica, como los trabajadores autónomos, los autoempresarios y los pequeños empresarios, para los cuales es crucial disponer de incentivos para su ahorro. Y, en segundo lugar, porque para que fuese posible la retirada de los beneficios fiscales haría falta que la generosidad de la previsión pública se mantuviese en el tiempo”, explica.
¿Por qué es importante el ahorro para la jubilación?
Para Gregorio Izquierdo, director del IEE, el principal problema de la sociedad españolas a medio y largo plazo es el envejecimiento de la población. Ante esto, considera que la variable crítica que se tiene que fomentar es el ahorro a largo plazo. Respecto al marco fiscal de este, el experto defiende que debe reunir tres características: ser incentivador del ahorro a largo plazo, estable, predecible y homologable con nuestro entorno más inmediato.
Tal y como ha recordado Ángel Martínez-Aldama, echando mano de los últimos informes del Banco de España y el Tribunal de Cuentas, por cada euro aportado, el pensionista recibe 1,75 euros. Además, en el periodo de 2011 a 2018 ha habido un insuficiencia en el sistema público por valor de 112.000 millones de euros. “Esto nos da una prueba de la situación en la que a medio largo plazo puede estar nuestro sistema en términos de sostenibilidad”, valora.