Una medida que partió rodeada de un halo de controversia ya ha generado millones de transferencias de dinero a los ahorrantes chilenos, inyectando casi 50.000 millones de dólares a las personas a través de rescates parciales de fondos previsionales.
El último balance de la Superintendencia de Pensiones de Chile, con datos al viernes de la semana pasada, muestran que los tres retiros permitidos hasta la fecha ya suman un desembolso total de 49.322 millones de dólares, por parte de las siete administradoras de fondos de pensiones (AFP) que operan en el país.
El regulador indicó que hasta la fecha se han realizado 25,8 millones de operaciones de pago entre los tres procesos vigentes.
El primer retiro, que inició en julio del año pasado –y se extenderá sólo hasta el 31 de este mes–, ha beneficiado a 10,9 millones de personas, según datos del organismo. Con un pago promedio de 1,4 millones de pesos chilenos (alrededor de 1.880 dólares), el desembolso total de este proceso suma 20.379 millones de dólares.
Por su parte, el segundo rescate parcial suma pagos a 8,4 millones de afiliados y el reparto total de 16.309 millones de dólares; mientras que el tercer rescate suma 12.634 millones de dólares, con 6,7 millones de solicitudes. En ambos casos, el pago promedio ronda los 1,5 millones de pesos.
Si bien autoridades y economistas han criticado la medida de retiros parciales, con los agentes del mercado preocupados por el futuro de las pensiones y el efecto que la necesidad de liquidez pueda tener en la rentabilidad de largo plazo, la inyección de recursos ha apoyado a la alicaída economía chilena.
En la otra cara de la moneda, los retiros han apoyado un impulso en distintos productos de ahorro personal en Chile, incluyendo fondos mutuos y ahorros en AFP, durante la primera mitad del año.