Los miembros de las comisiones de control de los fondos de pensiones de empleo se enfrentan diariamente a multitud de escenarios posibles, por lo que tomar la decisión acertada, aquella que contemple los objetivos de rentabilidad teniendo en cuenta el presupuesto de riesgo, se vuelve cada vez más necesario.
Con el objetivo de mostrar cómo adelantarse a los desafíos a través de la innovación y las mejores herramientas de inversión de los planes de pensiones, Willis Towers Watson organizó la séptima edición de la convención anual para comisiones de control de planes y fondos de pensiones de empleo. Al evento han asistido más de 150 inversores institucionales, que se han convertido en los verdaderos protagonistas de la sesión. Entre los asistentes se encontraban cuatro máximos representantes de los mayores fondos de empleo de nuestro mercado y cerca del 70% del patrimonio total del mercado de fondos de pensiones de empleo, más de 22.000 millones de euros.
Durante la jornada, expertos de la consultora han expuesto distintas opciones estratégicas contrapuestas. Tras cada uno de los tres debates, los asistentes han tenido que opinar cuál de las dos opciones encajaba en mayor medida con sus creencias, teniendo en cuenta los objetivos de rentabilidad y riesgo fijados al comienzo. “Para conseguir los objetivos de inversión no hay un solo camino en la toma de decisiones del fondo; algunas veces se andará más o menos, pero todo depende de lo alineado que estén las creencias con la estrategia definida”, según ha explicado David Cienfuegos, director de inversores en España en Willis Towers Watson.
La primera decisión que los asistentes han tenido que tomar ha sido entre la gestión activa pura y la gestión pasiva de renta variable globalizada al menor coste posible. Durante este debate los ponentes de Willis Towers Watson han valorado cuestiones como la iliquidez en el contexto de la renta variable no cotizada o capital riesgo, asociándolo a la aportación de valor que se pudiera realizar a través de una gestión más activa, o el ciclo de vida como herramienta para mitigar el riesgo bajo un esquema de gestión puramente pasiva. Tras decidirse por la gestión activa, los asistentes han presenciado un nuevo debate entre dos consultores, cada uno de los cuales ofrecía una nueva postura enfrentada como respuesta a la situación de tipos actual: bien crédito alternativo más líquido, o bien crédito alternativo privado junto con crédito ilíquido.
Una vez escogida la gestión activa y el crédito alternativo privado más crédito ilíquido, el último debate se centró en decidir si invertir en hedge funds de retorno absoluto con algo más de liquidez y más frecuentes en los mercados, o bien optar por estrategias más innovadoras de diversificación frente a la renta variable y renta fija. En un entorno de gran incertidumbre en los mercados, los ponentes argumentaron la existencia de una clara necesidad de diversificar las fuentes de rentabilidad y riesgo. “Si bien los diversificadores buscan dar alternativas a una renta fija, particularmente la europea, pasando por su peor momento, pocos fondos de pensiones de empleo han explorado conceptos tan novedosos y quizá algo más abstractos como los diversificadores”, ha aclarado Cienfuegos.
En este debate se expusieron los pros y contras de las estrategias de retorno absoluto, así como las dificultades de incorporar estrategias más novedosas en nuestro mercado. Finalmente, los inversores institucionales se decidieron por la opción de estrategias más relacionadas con el concepto de diversificadores.
Estrategias de gestión
Una vez tomadas las decisiones, la estrategia que cabría esperar es la de una cartera de gestión activa, diseñada a través de la inclusión de renta variable cotizada y no cotizada, como es el capital riesgo, crédito alternativo privado más crédito ilíquido y diversificadores.
Cienfuegos ha mostrado cómo estaría compuesta la estrategia del fondo de pensiones de empleo simulado en vivo en directo durante la sesión, incluyendo las tipologías de activo escogidas, la rentabilidad esperada y el perfil de riesgo a través de la caída máxima asumible. Esa opción escogida por los asistentes la ha comparado con otras posibilidades que se podrían haber tomado, como la estrategia de gestión puramente pasiva, mostrando que si ésta hubiera sido la elección final, las expectativas de rentabilidad hubieran disminuido aunque cumpliendo con el objetivo, pero asumiendo un riesgo mayor del permitido, para lo que sería recomendable incluir la herramienta de ciclo de vida.
Cienfuegos ha manifestado durante su exposición que “no hay una estrategia mejor o una estrategia peor, porque cada fondo y cada colectivo es diferente. Nosotros hemos expuesto distintos escenarios y han sido los asistentes quienes han elegido qué hacer con su inversión; esa es la filosofía que perseguimos desde el equipo de inversiones de WTW: sean cuales sean tus creencias, te ayudamos a tomar las mejores decisiones”.