Los inversores institucionales sin requisitos regulatorios mínimos de capital están explotando el espacio de crédito ilíquido desocupado por las entidades bancarias, sometidas ahora a una regulación más estricta y continuos test de estrés, según Towers Watson. Los clientes de la compañía en todo el mundo han asignado 7.000 millones de euros a estrategias de inversión en crédito ilíquido durante los últimos cinco años y se espera que esta cifra se incremente debido a que es un área aún sin explotar y además se mantienen unas condiciones favorables. En un nuevo informe titulado “Illiquid credit – playing the role of (good) bank”, Towers Watson sugiere que todavía existe una ventaja para los inversores que quieran superar la complejidad adicional y gobernanza necesaria asociadas a la inversión en crédito ilíquido.
Tal y como explica David Cienfuegos, director de Inversiones de Towers Watson España, “la mayor regulación y los test de estrés del sistema bancario han dado lugar a nuevas clases de activos que están aprovechando un número cada vez mayor de inversores institucionales con el objetivo de ampliar la diversificación de sus carteras para lograr así rentabilidades más altas. Estos nuevos bancos “buenos” tienen una ventaja competitiva a la hora de proporcionar capital/financiación en operaciones de crédito ilíquido dado que disponen de un mayor horizonte temporal de inversión, pueden asumir una mayor tolerancia a la iliquidez y están expuestos a una menor sensibilidad al ciclo de crédito”.
Según el informe, históricamente los inversores han utilizado el capital riesgo, los fondos inmobiliarios, de infraestructuras y los hedge funds para acceder a un riesgo alternativo y descorrelacionado a los activos tradicionales, incluyendo por tanto la prima de riesgo de iliquidez para ayudar a diversificar las fuentes de rentabilidad. La compañía sugiere que los inversores con suficiente gobernanza deberían considerar incluir el crédito alternativo en sus carteras por un número de razones:
- Enormes mercados de crédito ilíquido permanecen aún inexplorados a pesar del alto y creciente índice de recortes bancarios.
- La necesidad crítica por parte de inversores institucionales de diversificar las fuentes de riesgo del crédito en este punto del ciclo.
- El acceso que proporciona a fuentes de rentabilidad normalmente infrautilizadas: iliquidez, prima de complejidad y habilidad en la gestión (búsqueda de alpha neta).“Creemos que hay un margen mayor para que los inversores consideren el crédito ilíquido como una parte significativa de las carteras que buscan rentabilidad y riesgo proporcionado, lo que representa una excelente oportunidad para inversores con tolerancia a la iliquidez y que desean mejorar la eficiencia general de la cartera”, ha comentado David Cienfuegos.
En el estudio se advierte a los inversores de que no pierdan de vista las dificultades cíclicas asociadas a un ciclo de crédito maduro y valoraciones comprimidas en esos segmentos de mercado que ya están influidos por una expansión monetaria cuantitativa y por la búsqueda de rentabilidad por parte de inversores. Además, sugiere que la inversión en crédito ilíquido presenta un desafío de mayor complejidad, y por consiguiente de mayor gobernanza, y afirma que solo a través de la disciplina, adecuada selección y habilidad se pueden explotar de forma satisfactoria los beneficios del crédito ilíquido.
David Cienfuegos ha señalado: “Si la gobernanza lo permite, creemos que la implementación debería ser enfocada, especializada y dinámica. La exposición a crédito ilíquido debería ser desarrollada y mantenida a través de inversiones en una serie de vehículos ”closed-end” seleccionados sobre perspectivas futuras de rentabilidad total ajustadas al riesgo en el momento de la implementación».
Towers Watson clasifica el crédito ilíquido como parte de un universo de crédito alternativo más amplio, especialmente aquellas clases de activos no tradicionales en los que hay una capacidad limitada para vender el activo antes de su vencimiento y que incluye activos tales como préstamos directos, deuda “distressed” y “specialty finance».
Las numerosas oportunidades dentro del crédito ilíquido