La exposición a renta fija de los fondos de pensiones privados españoles ha subido en el segundo trimestre del año, hasta el 56,3% de su cartera, lo que supone acercarse a los máximos históricos alcanzados en la primera mitad del año 2012, cuando la crisis del euro se encontraba en su pleno apogeo. Así, los fondos están en modo risk off, según muestra el Barómetro de las pensiones privadas en España, elaborado por Kessler & Casadevall en base a una encuesta sobre asignación de activos, patrocinada por Amundi y AXA IM.
Hay que tener en cuenta que la encuesta fue completada por las gestoras de pensiones mayoritariamente en la segunda mitad de julio (tras el Brexit). Así, no es de extrañar que se registre “una destacada reducción de la exposición a renta variable y un fuerte aumento de la asignación a bonos”, destaca Juan Manuel Vicente Casadevall, socio de Kessler&Casadevall AF. Concretamente, el incremento de la exposición agregada media a renta fija fue de algo más de 4 puntos, hasta el 56,3%, lo que supone acercarse a los máximos históricos alcanzados en plena crisis del euro.
Según el experto, dentro de las inversiones en renta fija destaca un fuerte incremento de la asignación a deuda pan europea ex EMU de tres puntos mientras que los aumentos en deuda de la zona euro y norteamericana fueron moderados. “Probablemente, el potencial impacto negativo del Brexit en la economía y política monetaria británicas se han visto como una clara oportunidad de ganar exposición a una deuda de calidad que ofrece mayores rendimientos y perspectivas de plusvalías que otros bonos de gobiernos equivalentes”, explica.
En lo que respecta a deuda nacional la caída de rendimientos hasta poco más del 1% comienza a verse por algunos gestores como una oportunidad para realizar plusvalías. Un 28% de los mismos declaró su intención de reducir su exposición en los próximos tres meses versus sólo un 11% en el trimestre anterior. Por el contrario, la deuda corporativa aguanta de momento en las carteras y preferencias de las gestoras de pensiones españolas a pesar de su extraordinario recorrido en los últimos meses. Así, un 50% del panel decía situarse sobreponderado en bonos corporativos y sólo un 6% infraponderado, básicamente estable respecto a posicionamientos ya muy positivos hacia la clase de activos en trimestres anteriores.
La opinión mayoritaria (61% de los encuestados) es que la deuda corporativa europea se encuentra sobrevalorada pero a pesar de ello las elevadas asignaciones se mantienen estables, dice el experto. “Es de suponer que la confianza en la efectividad de las políticas del BCE respecto al programa de compras de este activo se encuentre detrás de dicha disparidad”. No obstante, a futuro, parece comenzar a percibirse una potencial reducción de la exposición, ya que un 11% de los gestores afirman que disminuirán su exposición en los próximos meses cuando a primeros de año ninguna gestora declaraba esta posibilidad.
Por último, en lo que respecta a renta fija, sigue aumentando ligeramente el porcentaje del panel que piensa aumentar su exposición a deuda latinoamericana. Son ya un 22% versus ninguno hace un año. No obstante, la deuda emergente en general sigue sin despertar la atención de los gestores españoles pese a sus mayores rendimientos y a su fuerte rebote de los últimos meses y en buena medida siguen al margen de este activo.
En renta variable…
En el bloque de renta variable se registró una reducción de la exposición agregada media a la misma de algo más de tres puntos, desde el 33,8% anterior al 30,6%, lo que supone alcanzar también niveles no vistos desde hace cuatro años en plena crisis europea. Este nivel es también más de diez puntos inferior al que se registraba el año pasado o en el año 2014 cuando la asignación a bolsa normalmente superaba el 40%. En este caso la reducción se concentró fundamentalmente en bolsa de la zona euro y en menor medida en Europa ex EMU y emergentes. Por el contrario, la asignación a bolsa norteamericana volvió a subir este trimestre acumulando ya cuatro trimestres consecutivos de subidas y situándose la exposición agregada en su punto más alto del 5,4%.
Este dato pareciera apuntar a un reconocimiento parcial que la enorme disparidad de rendimientos entre la bolsa europea y norteamericana está de algún modo justificada. A pesar del aumento de la infraponderación en renta variable, a futuro, parecen poco probables reducciones adicionales significativas en la clase de activo ya que ningún panelista planea reducir su exposición aún más en los próximos meses, dice Casadevall.
Otro de los datos que reflejan en la última encuesta el mayor pesimismo sobre el desempeño de las bolsas es la significativa reducción de los que piensan que la renta variable tendrá mejor comportamiento que la renta fija en los próximos doce meses, que ve reducirse desde el 76% el trimestre anterior o el 94% de hace un año hasta el 61%. Un 22% prevé resultados similares y un 11% piensa que los bonos superarán a las acciones.
Los activos alternativos, que pudieran verse como una opción ante el escepticismo de las gestoras sobre la renta variable y las sobrevaloraciones que observan en la renta fija, siguen sin ganar tracción y se reduce ligeramente su asignación en las carteras hasta el 4,8%. Una mayoría ligeramente creciente del 72% se sitúa neutral en la clase de activo y no se prevén en los próximos meses subidas significativas de la exposición. Por último, los posicionamientos en liquidez se mantiene bastante estables en línea con los últimos trimestres en niveles medios relativamente elevados en el rango del 8%-10% (8,3% este último trimestre) y no se prevén grandes movimientos a corto plazo.
En la pregunta del trimestre sobre la posibilidad de ganar exposición a la inflación como activo de inversión, ante las políticas expansivas de los bancos centrales y sus bajos niveles históricos, la mitad del panel responde afirmativamente. Sobre el modo de ganar exposición sólo un 11% se decanta por los fondos de inversión mientras que el restante 39% prefiere otros tipos de activos.