Según el reciente informe elaborado por el servicio de estudios de la superintendencia de pensiones, los fondos de pensiones chilenos aumentarían en 183% al final del periodo de proyección (2039) en el escenario central, hasta llegar a alcanzar 433.0000 millones de dólares lo que equivale a un 110% del PIB desde el 70% actual.
En términos de número de afiliados, el modelo estima un total de 12,8 millones de afiliados (cotizantes y pensionados) a 2039 lo que equivale a un aumento de 27% respecto al año 2016. En cuanto a los cotizantes llegarían a un máximo de 7 millones de personas, que corresponde a un 55% de los afiliados totales,
Debido a su importancia relativa en la economía, la Superintendencia de Pensiones ha desarrollado un modelo de proyección de fondos de pensiones para el periodo 2017-2039 cuyo informe está disponible en su página web. El modelo se basa en proyecciones a partir de celdas sociodemográficas definidas, utilizando tanto variables idiosincráticas como del sistema.
El análisis contempla otros dos escenarios en función de distintas rentabilidades y tasas de renta vitalicias. El escenario pesimista proyecta un volumen de 346.000 millones de dólares (88% del PIB) mientras que el optimista alcanza la cifra de 551.000 millones de dólares (139% del PIB).
Adicionalmente el informe realiza análisis de sensibilidad del escenario central en base a tres parámetros significativos. En primer lugar, se fija la densidad de cotización (tiempo que un trabajador cotiza durante su vida activa) en un 100% para los afiliados activos en el horizonte de proyección que resulta en un aumento importante en la acumulación de los fondos llegando a alcanzar en el 2039 un nivel 49% mayor que el escenario base. En un segundo escenario, se modela un crecimiento de afiliación de mujeres igual al de hombres que da lugar a un resultado menor al base, debido a que la tasa de crecimiento de los hombres es menor que la de mujeres lo que da lugar a un aumento de afiliadas activas menor. Finalmente, una tercera simulación, incluye el caso del incremento en la edad de retiro de las mujeres, la que se iguala a la de los hombres en 65 años, considerando un aumento de afiliados y un perfil de cotización para las mujeres similar al observado en los hombres entre los 61 y 65 años, siendo el resultado un 7% superior al escenario base.