En agosto pasado, los fondos de pensiones chilenos cerraron con cifras azules por segundo mes consecutivo, totalizando activos por 200.633 millones de dólares, informó la Superintendencia de Pensiones chilena.
Alentados por los buenos dividendos de las inversiones en instrumentos extranjeros y deuda local, mientras el Fondo A (más riesgoso) cerró el octavo mes de 2018 con una rentabilidad de 1,40%, los fondos B (riesgoso) y C (intermedio) le siguieron con retornos de 0,97% y 0,74%, respectivamente. Igual desempeño tuvieron los fondos D (conservador) y E (más conservador), con ganancias mensuales de 0,46% y 0,57%, respectivamente.
De acuerdo al reporte de la SP, la rentabilidad del fondo A se explica principalmente por el retorno positivo que presentaron las inversiones en instrumentos extranjeros, el que fue parcialmente contrarrestado por la rentabilidad negativa de las inversiones en acciones locales. Al respecto, pese a que en agosto se observaron resultados mixtos en los principales mercados internacionales, estas inversiones se vieron impactadas por la depreciación del peso chileno respecto de las principales monedas extranjeras, lo que impactó positivamente a las posiciones sin cobertura cambiaria.
Lo anterior se puede apreciar al considerar como referencia la rentabilidad en dólares de los índices MSCI mundial y MSCI emergente, que anotaron un alza de 1,03% y una caída de 2,96%, respectivamente; la apreciación de la divisa norteamericana, con un aumento de 5,73%, y el retorno mensual de los títulos accionarios locales medido por el IPSA, que perdió 2,57% durante el mes.
Los fondos B y C, en tanto, explican la rentabilidad obtenida principalmente por el retorno positivo de las inversiones en instrumentos extranjeros y títulos de deuda local. Este desempeño, sin embargo, fue parcialmente contrarrestado por la rentabilidad negativa de las inversiones en acciones locales. Por último, la rentabilidad de los fondos D y E se debe principalmente al retorno positivo de las inversiones en títulos de deuda local. En agosto pasado hubo una caída en las tasas de interés de los instrumentos de renta fija nacional, la cual implicó un aporte positivo a la rentabilidad de ambos fondos por la vía de las ganancias de capital.