Los mercados occidentales están alcanzando sus máximos históricos; las recompras de acciones continúan a buen ritmo y las salidas a Bolsa se vuelven más irregulares. Esto subraya la necesidad de que los planes de pensiones encuentren nuevos motores de crecimiento, según un nuevo informe publicado por CREATE-Research y la gestora de activos europea, Amundi.
La encuesta se basa en las respuestas de 157 planes de pensiones de todo el mundo, que gestionan activos por valor de 1,97 billones de euros. El estudio arroja luz sobre las áreas a las que se dirigen los fondos de pensiones para obtener rendimientos continuados en los próximos tres años. En este nuevo régimen, las dos clases de activos en las que se invierte menos y que ofrecen las oportunidades más atractivas son los mercados privados y los mercados emergentes asiáticos (MEA).
En la actualidad, tres cuartas partes (74%) de los planes de pensiones invierten en activos del mercado privado y algo menos de dos tercios (62%) lo hacen en MEA.
En palabras de Vincent Mortier, Director de Inversiones del Grupo Amundi: «Los mercados privados y los mercados emergentes asiáticos han tenido que adaptarse a una nueva era con fuertes subidas de los tipos de interés respectivamente y un nuevo escenario geopolítico. Sin embargo, ambos siguen ofreciendo diversificación, rentabilidades atractivas y están bien situados para aprovechar las fuentes más predecibles de creación de valor de las megatendencias seculares. Es alentador ver nuevas asignaciones a áreas históricamente infrainvertidas».
El menor crecimiento de los mercados privados no ha disminuido su atractivo
Los mercados privados han sido objeto de escrutinio, ya que la era de los rendimientos impulsados por el mercado y alimentados por el dinero barato ha llegado a su fin, según la encuesta de Amundi. Aunque es probable que la rentabilidad de los mercados privados sea menor que en el pasado reciente, su atractivo sigue siendo fuerte, ya que el 86% de los encuestados espera seguir invirtiendo en ellos dentro de tres años. Detrás de este aumento está la mayor búsqueda de rendimientos ajustados al riesgo en un entorno de bajos rendimientos reales (72%), nuevos recortes de los tipos de interés (54%), más compañías growth en los mercados privados (53%) y el hecho de que ahora las empresas de rápido crecimiento permanezcan privadas durante más tiempo (51%).
La encuesta muestra que el interés de los encuestados por las distintas clases de activos en los próximos tres años varía. La deuda privada encabeza la lista para el 55%, con los préstamos directos (direct lending), la financiación de activos reales y la deuda en dificultades (distressed) acaparando la mayor atención. Los sectores a favorecer son la sanidad, el sector inmobiliario, las energías renovables, las tecnologías de captura de carbono y las infraestructuras sociales.
La segunda clase de activos preferida es el capital riesgo (49%), en concreto el capital de crecimiento y, en menor medida, las compras apalancadas (leveraged buy-out). Le siguen las infraestructuras (40%), que han recibido un fuerte impulso de medidas políticas como la Ley de Reducción de la Inflación en EE.UU. y el Green New Deal en Europa. Detrás está el sector inmobiliario (38%), en el que la reducción de las diferencias en las expectativas de precios entre compradores y vendedores está mejorando la determinación de precios y creando atractivas oportunidades de compra.
El venture capital ocupa el último lugar de la lista (28%). Se considera el más arriesgado en el entorno actual de los mercados privados.
Los activos de mercados privados se consideran ideales para exponerse a las megatendencias
El sector de la energía atraviesa un periodo de completa transformación gracias a cuatro poderosas megatendencias conocidas como las «cuatro D» (descarbonización, desacoplamiento, digitalización y demografía). Esta llamada «revolución de las 4D» está poniendo en el punto de mira a las empresas cuyos modelos de negocio se centran exclusivamente en estos temas específicos.
Estas empresas prevalecen en los mercados privados y tienen el potencial de adelantarse a sus homólogas del mercado público invirtiendo directamente en temas elegidos con una mayor probabilidad de impacto positivo. Según uno de los encuestados, «nuestras inversiones de impacto se basan principalmente en empresas “pure play” (jugadores puros) que suelen estar en mercados privados».
Para asegurar el futuro de sus carteras, los planes de pensiones están capitalizando los que probablemente serán los focos de creación de valor en un futuro previsible. Así pues, las nuevas entradas en los mercados privados se centrarán en temas basados en estas fuerzas transformadoras.
Los inversores ven margen de mejora en los mercados emergentes asiáticos
Los activos de los mercados emergentes asiáticos han permanecido infrarepresentados, a pesar de su peso colectivo del 46% en el PIB mundial. Más de un tercio (38%) de los encuestados no tiene actualmente ninguna exposición a los mercados emergentes asiáticos, la mitad (51%) tiene asignaciones de hasta el 10% y sólo el 11% tiene asignaciones superiores al 10%. Según el 68% de los encuestados, las cuestiones geopolíticas son la razón principal de estas asignaciones limitadas. Otros factores determinantes son las crecientes fricciones comerciales (58%), la elevada volatilidad de los mercados (53%) y la opacidad de la gobernanza en estos mercados (51%).
Sin embargo, las perspectivas de crecimiento de la región siguen siendo prometedoras y los responsables políticos están aplicando reformas para atraer capital extranjero. Como resultado, el 76% de los encuestados espera estar invertido en MEA dentro de tres años. La inversión temática dominará los mercados emergentes asiáticos, con India, Corea del Sur y Taiwán como principales beneficiados.
Monica Defend, Directora del Amundi Investment Institute, afirmó: «A medida que se intensifica la rivalidad geopolítica entre EE.UU. y China y se consolidan dos bloques comerciales y monetarios rivales, otros mercados asiáticos resultan cada vez más atractivos para los inversores. El aumento del comercio intrarregional y de la conectividad ha reforzado la resistencia regional y esperamos que aumenten las asignaciones en casi todas las clases de activos».
La inversión temática dará forma a la próxima oleada de inversión en los MEA: uno de los entrevistados afirmó que proporciona «buenos amortiguadores en la era del riesgo geopolítico». La mitad de los encuestados espera aumentar sus asignaciones a fondos temáticos que cubran las energías renovables y la alta tecnología en los próximos tres años. En el frente ESG, se prefieren los bonos verdes, sociales y vinculados a la sostenibilidad (49%), ya que la región sigue buscando capital extranjero para crear economías y sociedades más verdes e inclusivas.
Los bonos se perciben ahora como una oportunidad de valor. Se espera que los bonos en divisas fuertes sean más atractivos para el 48% de los encuestados ahora que EE.UU. ha empezado a reducir los tipos. El 45% se inclina por los bonos en divisa local, ya que en toda Asia los bancos centrales independientes han venido aplicando políticas antiinflacionistas enérgicas y las finanzas públicas se encuentran en mucho mejor estado.
El profesor Amin Rajan, de CREATE Research, que dirigió el proyecto, declaró: «Los activos del mercado privado y de los mercados emergentes asiáticos han permanecido durante mucho tiempo infraponderados en las carteras de pensiones. Ahora, los vientos de cambio son evidentes».