Contar con un sistema de pensiones que combine capitalización y reparto es esencial. Así lo ha defendido Pablo Antolín, jefe de la Unidad de Pensiones Privadas en la División de Asuntos Financieros de la OCDE, en la Asamblea General de Inverco. Ambos sistemas, capitalización y reparto, deben complementarse y el tamaño y el papel de cada uno será decisión de cada país. “En casi todos los países ambos tienen un peso considerable, pero España es uno de los pocos países en los que la capitalización juega un papel irrelevante y no está disponible para todos”, admite Antolín.
El sistema de reparto es el que tiene el sistema de pensiones público español y se basa en que las cotizaciones de los actuales trabajadores pagan las pensiones de los actuales jubilados. Por otro lado, un sistema de capitalización consiste en que cada individuo aporta para sí mismo, por lo que la prestación se definirá por lo que cada uno haya aportado. Este último es en el que se basan el segundo (planes de empleo) y tercer pilar (planes individuales) del ahorro para la jubilación.
Para el experto, el objetivo no es discutir si es mejor un sistema de reparto o capitalización, sino centrar la discusión en cómo hay que diseñar los sistemas de capitalización complementarios teniendo en cuenta el marco general del sistema de pensiones que existe en el país. Ante este desafío, Antolín ha insistido en que no existe una solución única y perfecta, y que desde la OCDE no recomiendan ningún sistema en particular, sino que estudian y proponen los mejores mecanismos para mejorar el sistema de ahorro para la jubilación.
España ha tomado nota de las recomendaciones de la OCDE de impulsar el ahorro complementario y este año se han puesto en marcha una serie de medidas enfocadas en impulsar el ahorro a través del segundo pilar, los planes de empleo. Durate el acto, Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco, ha realizado un análisis de la normativa doméstica que recoge estas novedades. El experto ha sido crítico y ha destacado su avance desigual, con «medidas lentas de impulso para los partícipes y rápidas en aquellas que han supuesto un efecto negativo en la industria», apunta.
Sobre las primeras, destacó el proyecto ley de fondos de pensiones de empleo de promoción pública, “que debería haberse acelerado para que estuviera en vigor este año”, dijo el presidente de Inverco. “Esperamos dos cuestiones: en primer lugar, el impulso fiscal para las empresas que tengan planes de pensiones, que al menos debería ser de 580 millones euros anuales que el Ministerio de Hacienda ha reconocido que se ahorrará con la reducción del límite de aportaciones en el sistema individual, y en segundo lugar, el libre acceso de las gestoras para ofrecer fondos de pensiones sin llegar a una situación de oligopolio de facto”.
En negativo, habló, entre otras cosas, de la “reducción drástica en los límites de desgravación de la aportación a los sistemas individuales”, que tilda de “decisión equivocada en fondo, forma y tiempos. En el fondo, porque España necesita ahorro para la jubilación, con el reto sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas sobre la mesa, y en plazo porque debería en su caso haberse acompasado en tiempo con el desarrollo del sistema en el segundo pilar, en cuyo impulso estamos de acuerdo, pero no a costa del tercero”.
«Aquellos países que plantan ahorro doméstico, cosechan a medio y largo plazo en recaudación fiscal, independencia económica y menor diferencial en la colocación de nuestra deuda», ha concluído.
La hoja de ruta que marca la OCDE para el diseño de sistemas de capitalización complementarios
En la OCDE cuentan con una hoja de ruta para diseñar los sistemas de capitalización. El primer mensaje establece que el diseño de los sistemas complementarios de capitalización debe ser coherente con el objetivo de largo plazo y el propósito de dar rentas en la jubilación. Ante este mensaje, Antolín recuerda cómo el COVID-19 llevó a algunos países a dar acceso incondicional a los ahorros previsionales. “El acceso prematuro a estos debe ser una medida de último recurso y basada en circunstancias individuales”, señala.
El segundo mensaje define como esencial que el sistema cubra al mayor porcentaje de la población posible. En este punto nos encontramos con la cuestión de si debe ser voluntario u obligatorio. “Los obligatorios tienen tasas de cobertura muy elevadas, los voluntarios no tanto. Pero hay un mecanismo en medio que se basa en la economía del comportamiento. Si quieres que alguien haga algo pónselo fácil. Esto es la afiliación automática con opción a desinscribirse”, explica Antolín.
El diseño de este mecanismo de afiliación, según insiste el experto, siempre debe ser voluntario a nivel individual, pero dependiendo de cómo se diseñe puede ser obligatorio o no al nivel del empresario. Por ejemplo, puede ser obligatorio para el empleador o empresa si el sistema es a nivel nacional, como en Reino Unido. Puede ser cuasiobligatorio si parte de la negociación colectiva, como, por ejemplo, en Alemania u Holanda. También hay casos en el que los empleadores deciden libremente ofrecerlo, pero deben ofrecerlo a todos los trabajadores, como pasa en Estados Unidos. Por último, están los planes colectivos para pequeñas y medianas empresas, que se gestionan a través de lo que se conoce en España como cámaras de comercio, ejemplo de ello son los existentes en EE. UU.
Los mensajes del 3 al 6 se centran en extraer las ventajas de los sistemas de prestación definida o de cuentas individuales. En el primero, el empleador contribuye y los fondos se manejan mancomunadamente por expertos, alcanzan potencialmente mejores rendimientos y análisis de riesgos. El problema es que alguien tiene que asumir el coste de la promesa cuando las realidades económicas, demográficas y financieras no se materializan.
En los sistemas de cuentas individuales la principal característica es la elección (el perfil de riesgo, ajuste de los distintos periodos de vida laboral y riesgos). En este sistema existe ajuste automático a las realidades macroeconómicas, financieras y demográficas.
“En estos sistemas los individuos tienen que tomar muchas decisiones: ahorrar o no en planes complementarios, cuánto contribuir, elegir el fondo de pensiones o cómo obtener el ahorro a la hora de jubilarse. Muchos no pueden o no quieren elegir, por lo que el regulador establece opciones por defecto que protejan a esos individuos y dejen libertad de elección abierta a quien quiera”, explica Antolín.
Algunos ejemplos de estos mecanismos ideados para mejorar el sistema previsional complementarios son: la contribución por defecto o afiliación automática, como en el Automatic Enrolment de Reino Unido; el “matching”, donde el empleador está obligado a contribuir, como en Australia; un fondo de pensiones público por defecto; estrategias de inversión por defecto como el ciclo de vida; o la gestión de carteras colectivamente, como en Holanda o Australia.
Respecto al fondo de pensiones público por defecto, una opción que se baraja en España, el experto ha señalado que funciona muy bien, pero insiste en la importancia del diseño, el cual se ha estudiado en qué condiciones funciona. “Debe estar sujeto al mismo marco regulatorio que un fondo de pensiones privado, y completamente independiente del gobierno”, aclara.
“Cómo diseñar esta estrategia de inversión por defecto es esencial, hay que presentar las opciones y tomar decisiones”, anima el experto de la OCDE.
Actuaciones sobre educación financiera
Asimismo, Inverco ha hecho un repaso de sus actuaciones en materia de educación financiera. La entidad, entre otros proyectos, ha iniciado la difusión periódica en sus redes sociales y en la web www.queelahorroteacompane.es de videos e infografías tendentes a promocionar siete conceptos de educación financiera: la inflación y su impacto en la capacidad adquisitiva, los sesgos conductuales en las decisiones del ahorro, el fomento de las inversiones sostenibles, la importancia de ahorrar cuanto antes, la importancia de la diversificación de las inversiones, aportaciones periódicas y la importancia del horizonte temporal.
Asimismo, ha lanzado el programa “Rumbo a tus sueños” en colaboración con la Fundación Junior Achievement, con la segunda edición en formato digital.